Siete

1.9K 233 131
                                    



—Ella está muerta, eso es todo —habla uno de los dos policías con desdén. Su nombre es Richard según recuerdo y él piensa que yo la asesiné. No ha dicho sus pensamientos con todas las letras, pero sé que pronto lo hará. Comienza a perder la paciencia. De los dos él parece el más descontrolado.

—Un empleado del almacén la encontró a las once de la mañana, cuando acababan de abrir la tienda —interviene la chica policía llamada Alice. Ella tal vez parece comprender que quiero saber detalles, aunque igual que el otro policía, puedo sentir el filo en su tono—. Parece ser que se quedó encerrada toda la noche. Apenas la habían contratado ayer ¿no es cierto?

—Así es —respondo la pregunta de manera concisa, no quiero hablar de más. Parecen estar cazando una presa, y no pienso serlo.

—Encontramos diversos objetos en la escena provenientes de una mochila pequeña que su jefe identificó como tuyas. Podrías decirme ¿qué hacían tus cosas ahí? —pregunta con demasiada evincidealidad. Ellos dos piensan que yo la maté, no puedo creerlo. Empiezo a tragarme el coraje con una sonrisa—. Sólo habían objetos personales dentro, nada que pueda interesarte recuperar.



El collar que Harry me dio estaba allí. Gabrielle debió arrancarlo de mi cuello en algún momento.



— ¿Está amenazándome con algo como eso? —¿Cómo es que sabe ella que quiero recuperar algo de la escena? Lo dice con tanta seguridad que estoy casi segura que ella sabe mucho más. Trago duro antes de continuar, tengo que relajarme—. Tienen que devolver mis cosas las quiera o no.

—No si son marcadas como evidencia —interviene el otro policía de pronto. Es como si se turnaran para recuperar la calma, y aunque nunca los haya visto en mi vida creo que ellos me odian definitivamente—. Según lo indicado en la escena, ella fue quien se quitó los ojos. Toda la sangre, los ojos y rastros de piel estaban en sus dedos y uñas. Es evidente que ella lo hizo todo; pero alguien más estaba con ella ayer por la noche en ese almacén, alguien más la encerró ahí dentro y ese alguien pudo haberla obligado a hacer lo que hizo. Tus cosas estaban ahí ¿no tienes nada que decir al respecto? Tú eres ese alguien que estaba con ella ayer, fuiste tú sola ¿o necesitabas ayuda? Porque podemos implicar a tu jefe también.



No pueden hacer eso. Malditos. Allen no tiene nada que ver y yo tampoco.



—Así es. Tu jefe es el encargado de que todo se encuentre en orden antes de irse ¿no es verdad? ¿cómo es que no se dio cuenta? Ella tuvo que haber gritado o algo parecido.

—Basta. Deténganse ahora —elevo la voz para que puedan callarse. Trato desde lo más profundo de mi ser de mantener la calma, no puedo perder los estribos si no quiero salir perdiendo. Pretendo salir de aquí ganando—. Pensé que solo iban a hacerme algunas preguntas de rutina, pero esto se convirtió en un interrogatorio y ni siquiera estoy arrestada. No voy a decir absolutamente nada, si quieren una declaración llamen a mi abogado. No pueden acusarme sin pruebas ni testigos, y menos aún sin haberme leído mis derechos. Es increíble, parece que ustedes salieron perdiendo esta vez, ¿a qué escuela de policía fueron? Si yo fuese una verdadera criminal la habrían cagado en serio. Hagan sus investigaciones, analicen su evidencia y si me necesitan llamen por teléfono.



Entonces me levanto de mi silla, no pienso quedarme a escuchar acusaciones de un trabajo mal hecho. Qué estúpidos son. Uno de ellos, la chica, me detiene tomándome suavemente del brazo.



—Podemos hacerlo de la forma civilizada ¿por favor? —clava sus ojos azules en los míos como tratando de hacer una petición y una amenaza al mismo tiempo. Ella está loca.

Vida Y Muerte | H.S | COMPLETA | (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora