Me obligo a no tratar de mirarlo. Tengo la vista bien puesta al frente, aunque esté derramando lágrimas y quejidos lastimosos mientras él me mira. Tomo una respiración cargada de dolor, y por un segundo me detengo a tranquilizarme. Tomo la llave que está pegada a la ranura de encendido entre mis dedos y trato de volver a encender el auto, pero es inútil. No va a encender porque él no me dejará hacerlo.
Entonces el dolor me atraviesa una vez más, haciendo que por fin suelte las llaves y baje la mirada hasta mis manos sudorosas. Y mis ojos se cristalizan hasta impedirme la visibilidad, y empiezan a caer como gotas de agua, una tras otra pero en silencio. Escucho el sonido de mi respiración angustiada y dificultosa, y más allá, el sonido tan ligero de mi alma desmoronándose por un instante. No puedo parar de llorar, y por más que lo desee, no podré dejar de hacerlo. Eso es todo, no puedo soportarlo un segundo más. Voy a ahogarme si no lo saco ahora.
Me sorprende, y no sé hasta que punto, el verme llorar de esta manera y me recuerda lo frágil que puedo llegar a ser a veces. Me duele tanto la forma en la que estoy llorando, que me pregunto si cuando termine me sentiré mejor, ¿podré sacar todo el dolor de mi corazón de esta manera? ¿podrá brindarme algo de alivio?
Parece que el dolor no va a disminuir, lo siento en mí, tan profundo y agudo que siento que voy a desmayarme. Me duele tanto, y a pesar de eso, no puedo evitar hacerlo sin detenerme. Es como si retumbara un eco tras otro dentro de mí, rebotando y recordándome todo por lo que ya no puedo continuar ni un segundo más.
Si me lo hubieran dicho, jamás hubiese creído que alguien podría romperse de esta manera. Trozo por trozo. Hasta el final.
—Sólo déjame tranquila —digo sorprendentemente firme entre sollozos. Vuelvo a tragar el nudo en mi garganta para continuar pero prefiero quedarme hasta ahí.
—Tienes que dar la vuelta y regresar —dice Harry después de unos segundos. Creo que está mirándome, pero tampoco puedo asegurarlo porque no puedo girarme a verle la cara y confrontarlo como es debido.
— ¿¡Por qué!? ¡Déjame en paz, maldición! ¿¡Por qué te interesa de todos modos!? —escupo tan rápido como puedo, pero esta vez hay un ligero temblor en el tono de mi voz. Suena inestable y patética.
—Porque vas a arruinarlo. ¿Tienes una ligera idea de lo que estás haciendo? —suena como un regaño, un reproche estúpido y sin sentido que la verdad no me interesa escuchar—. La policía va a buscarte, dejarías a Allen con el problema en manos, lo encerrarían. Dejarías a tu mejor amigo, tus estudios y tu trabajo. ¿Tus principios y tu vida no son nada?
— ¿Estropeo tus planes, Harry? ¿Es eso? ¿Por eso estás aquí? Maldita sea —no dejo de llorar, pero aún así, él logra sacarme de mis casillas. Está empezando a dolerme la cabeza—. Mejor ahorrártelo y dime que es lo que quieres que haga por ti y lo haré, sólo no intentes sermonearme con estupideces.
—Estoy hablando en serio, Heather. No crees que...
—Por Dios, por favor ya cállate. Estoy harta de que me domines, es tan cansado. Sabes lo que pienso, lo que siento, lo que va a pasar conmigo ¿no te parece suficiente? ¿Qué más quieres de mí? Dímelo ahora mismo —escupo con más seriedad que nunca. Estoy a punto de estallar en llamas contra él y contra todo el que se me ponga enfrente.
—Carajo. ¿Por qué siempre eres así de difícil? No quiero absolutamente nada de ti, entiéndelo. Si estoy aquí es porque creo que estás haciendo una estupidez enorme.
—Sabes, sé que prometí que lo intentaría todo por nosotros, pero esto me rebasa. Jamás había tenido un contrincante tan fuerte, parece injusto tener que pelear con alguien imposible como la Muerte, como lo eres tú siendo la Muerte. Sería muy retorcido esperar hasta la morir algo que no va a suceder. Me hiciste prometer que lo abandonaría sí... —me quedo a secas, pensando en lo siguiente que voy a decir. Es un enorme paso hacía mí, porque me prefiero por sobre todo, y no estoy siendo egoísta. Por primera vez en mi vida creo que se me está aclarando la mente—. Siempre he tenido miedo de lo que siento por ti, y de lo que me haces hacer, pero esta vez el miedo se ha enfocado en ti. Te tengo miedo porque vas a acabar conmigo, literalmente, y no me quedaré a verlo si me lo preguntas.
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Vida Y Muerte | H.S | COMPLETA | (EDITANDO)
Hayran KurguSEGUNDA PARTE. LA PRIMERA PARTE "El Ángel De La Muerte" ESTÁ DISPONIBLE TAMBIÉN EN MI PERFIL. Si no leíste la primera parte sugiero que lo hagas, ya que probablemente no entiendas mucho. ¿Quién diría que después de librarme de la mirada del diablo...