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El miedo suele helar nuestra sangre y sentidos, es considerado una debilidad cuando es de los sentimientos más comunes de los seres humanos. Todos tenemos miedo, todos sufrimos de pesadillas y algunos cargamos con los miedos de los que vinieron antes de nosotros.

Al final solo parece que aprendemos a vivir con aquel sentimiento como si fuera normal, los intentos de huida terminan, las ganas de luchar se desvanece y aceptamos ser esclavos de nuestros monstros.


La presentación del lago de los cisnes terminaba de una forma completamente majestuosa, ls audiencia lanzabas flores mientras de bien y Yuri se encontraba en el centro recibiendo los aplausos, la gloria que su talento merecía, finalmente se sentía libre de todas sus cadenas. Sus compañeros lo miraban con orgullo, la envidia parecía haber desaparecido, Lilia poseía un brillo de amor y algunas lágrimas rebeldes corrían por sus mejillas dejando de lado su actitud estricta.

Se movió dejando suelto su largo y rubio cabello — abuelo... — susurró empezando a correr, pero no parecía llegar, sus pies su cuerpo se sentía pesado como si estuviera caminando en una piscina que poco a poco aumentaba su profundidad — "¿Qué pasa?" — su voz no salía, su traje blanco ahora era hasta el pecho de un rojo tan profundo llegando a llenarlo de angustiaba, estaba hundiéndose en sangre. El pánico se apoderó de su alma, deseaba huir.

Hemofobia, era el nombre de su monstro o por lo menos eso le gustaba pensar, porque era más que obvio que su terror iba más allá de la sangre

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Hemofobia, era el nombre de su monstro o por lo menos eso le gustaba pensar, porque era más que obvio que su terror iba más allá de la sangre.

Sus blancas manos ahora estaba completamente rojas, el aire parecía no llegar a sus pulmones y los gritos no salían de su garganta. Todo a su alrededor era blanco, elegante cubierto de aquel líquido vital y justo frente a él se encontraba un trono dorado con una bella mujer rubia de ojos verdes observando con expresión fría, toda esa sangre provenía de sus muñecas.

Yuri...ven aquí, únete a mí —  su voz resonaba por el lugar al tiempo que el nombrado se abrazaba a sí mismo en busca de huir sin ningún resultado — ¡TÚ ME MATASTE! — el gritó femenino retumbó en la elegante sala logrando levantar de golpe a Yuri completamente sudado sintiendo un ardor en los brazos.

Su abuelo llegó a su habitación encontrándose a su adorado Yuratcha temblando y completamente pálido — Yuri... —  se acercó con cuidado dándose cuenta que sus brazos tenían arañazos —  de nuevo —  suspiró acurrucándolo en sus brazos recibiendo lágrimas de los hermosos ojos de su nieto.

Cuando Yuri sufría de pesadillas se lastima a sí mismo en una forma de intentar despertarse del horrible daño psicológico que sufría durante las noches —  todo está bien, nadie te hará daño, yo estoy aquí... —  su voz amorosa arrullaba al rubio quien después de casi una hora logró calmarse por completo — abuelo... — se fue separando con calma — me iré a duchar —  besó ambas mejillas de Nikolai en forma de agradecimiento por su infinito amor.

Bad Reputation (OtaYuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora