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Espero que todos en el mundo tengan el privilegio de tener esas personas especiales que nos aman a pesar de todo.

Aquellas personas que no se enfocan en nuestros errores y miedos porque pueden ver en nosotros un valor oculto a causa del amor  dentro de ellos.

Poseen la habilidad de reflejar en sus ojos el amor más puro, hasta nos amaron antes de que fuéramos capaces de comprender  lo que el amor era.

Yuri Plisetsky se encontraba pateando con fuerza la puerta de su vecino logrando romper la calma hasta el punto de tener a los vecinos fuera de sus casos en busca de recuperar el silencio. En definitiva era muy complicado vivir con el tigre ruso, sobre todo cuando aparecían sus ataques de ira que podían despertar a todo el edificio ¿Cómo podía seguir viviendo en un lugar así? Lastimosamente para ellos, Yuri era uno de los dueños de aquel elegante lugar. La torre Kot fue el último regalo de su abuela, quien en su sabiduría anticipó el futuro de su amado esposo y nieto.

¿Qué pasa? — un adormilado Otabek apareció usando solo unos pantalones holgados que hacían ver la parte de arriba de su ropa interior por la forma tan perfecta en la cual caían por su cadera — no todos queremos saber que usas Calvin Klein ¡ponte una camiseta! —  Gritó al tiempo que un sonoro NO se escuchó por todo el piso — ¿Quién dijo eso?

Varias chicas y señoras se encontraban asomadas en el borde de sus puertas, al inicio salieron por el ruido, pero ahora la principal atracción era Otabek Altin — cariño, puedes presumirnos lo que quieras — canturreó un bella señora causando un visible sonrojo en su hija  —  mamá no lo digas así... —  a pesar de sentirse completamente frustrada por la situación sus ojos no podían evitar pasearse por el perfecto torso del kazajo.

¡Pervertidas!

Las mujeres empezaron a reír ante el comentario del rubio quien empujó bruscamente a su vecino y cerró la puerta dejando a varias chicas desilusionadas por tan corto espectáculo. Altin tenía cautivadas a cada una de las mujeres del edificio, algunas no dudarían en dejar su matrimonio por el educado y atractivo príncipe de Kazajistán.

ni te creas lo que dicen, no estás tan bueno solo eres carne fresca — aseguró el ruso sin dejar de empujar al mayor quien seguía un poco adormilado, realmente no entendía lo que pasaba. Un momento estaba en su cama y a al siguiente Yuri se encontraba en su departamento ¿acaso era algún tipo de sueño raro?

ponte la camisa, te quiero enseñar algo ¡rápido! —  el pobre chico simplemente hizo caso y a los pocos segundos salió con una camiseta sin mangas negras — aquí estoy —  sorprendió a Yuri curioseando por su departamento como si fuera un gato — no tienes nada, deberías remodelar —  comentó con calma causando una leve risa por parte del Kazajo — no planeo quedarme toda la vida — esa simple frase fue suficiente para lastimar al tigre ruso, jamás se había planteado la idea que su odioso vecino realmente no se quedaría por siempre en New York.

Mejor — soltó bruscamente, ni siquiera eran amigo no debería preocuparse por cosas así a pesar que una parte de él deseara detener al kazajo por siempre. Se sentía como un tonto, debía estar acostumbrado, nadie se quedaría a su lado toda la vida — quiero enseñarte algo —  empezó a caminar fuera del departamento — la torre Kot fue un regalo de mi abuela, para llegar aquí tuvimos que descifrar un mensaje que dejo escondido entre sus pertenencias  — le fue explicando con calma —  yo encontré el mapa un día, me puse a ver una maleta donde guardaba todos sus recuerdos, después llegamos a este lugar "Torres Kot" y todo parecia normal a excepción de esta habitación secreta

Bad Reputation (OtaYuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora