Bad Reputation (OtaYuri)

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Es ocasiones conocemos personas que no parecen que van a marcar la diferencia pero al cabo de pocos días algo empieza a nacer volviéndolas importantes. Son esos amigos que al inicio no podías ver ni en pintura pero luego vuelven tus días más coloridos.

El resto del fin de semana Yuri inventó un falso resfriado como excusa para quedarse en su cuarto ignorando al mundo entero en un intento de olvidarse del problema que se estaba comiendo su corazón y mente.

Por más que intentara sentirse mejor la cara de Jean siempre regresaban a su mente junto con sus insistentes llamadas, las cuales ignoraba. No deseaba escuchar la voz del rey que lograba  convertir la idea de ser una reina en algo bastante agradable.

J.J era ese tipo de persona con el poder de convencerte en hacer cosas raras a pesar de saber con anticipación los malos resultados de sus bizarras idea. Todo se debía a que tras esa apariencia narcisista se escondía un chico con un buen corazón, siempre daba lo mejor de sí mismo para llenar de orgullo a su familia y cuidar de sus amigos.

El canadiense era todo lo que Yuri dejó atrás. Antes de que la realidad lo atacará el también se mostraba orgulloso y hasta algo narcisista con sus habilidades, en ese entonces quería ser el orgullo de su abuelo y país.

Ahora era un simple chico popular en Instagram donde mantenía una vida "perfecta" para pagar su universidad , pero fuera de eso no tenía ninguna ambición o sueño. Su vida de retos intensos pasó a ser monótona y sin sentido.

En ocasiones se sentía un perdedor sobretodo cuando se la pasaba encerrado en su cuarto como si de esa forma solucionaría el caos de su vida. Solo en esa cama en busca de una forma de detener el tiempo con su mente cosa que era lógicamente imposible. Porque todo encierro llegaba a su final cuando el lunes se hacía presente.

Decidió levantarse mientras aquel día empezaba a llevarse su típica forma de escapar de los problemas. No podía faltar a clases, necesitaba ser el mejor en aquello lejos de su pasión, porque debía demostrarle demostrarle al mundo que se equivocaron en decirle que no lograría nada en la vida.

— comeré algo luego, te quiero abuelo — salió peinando su cabello hacia atrás en una media coleta dejando al descubierto los moretones. No ocultaría nada, no tenía miedo de los pensamientos ajenos, por lo menos estaba en el proceso de volverse la peor pesadilla de cualquiera que se atreviera a decir algo en su contra. A pesar de tener momentos donde deseaba morir al final siempre levantaba la cabeza para gritarle al mundo que podía joderse porque el seguiría de pie.

No se tardó mucho en llegar al aula abriéndola de una sola patada — ¡Hello motherfukers! — su filosa mirada buscó a los causantes de tener su perfecta cara con varios moretones — ¿sorprendidos de verme? Soy ruso unos cuantos golpes no son la gran cosa — se sentó en la mesa frente a ellos de una forma tan elegante que muchas chicas se sintieron abrumadas de no poder hacer lo mismo — Alemania no pudo conquistar Rusia por el frío invierno, mi país utilizó la estrategia correcta sin esforzarse mucho...nos aprovechamos de lo que teníamos — una sonrisa maliciosa se formó en su rostro callando cualquier insulto — puedo hacer que los expulsen por varios motivos, primero estamos en USA y a la universidad no le gustaría recibir una demanda por racismo, segundo puedo irme a quejar que se aprovechan de que soy indefenso — colocó una cara inocente digna de un actor — o simplemente los mando a matar ¿han escuchado de la mafia rusa? — lo ultimo lo susurró mostrando la cara de tigre que tenía en un su muñeca — más le vale salirse de está clase o las cosas se pondrás muy feas — se despidió en ruso regresando a su asiento justo antes que el profesor hiciera su aparición.

Utilizaría los rumores a su favor, regaría y mantendría los que deseaba. No quería volver a necesitar la ayuda de nadie y menos repetir la experiencia de despertar en la cama de JJ después de unos golpes, era el momento de resolver sus problemas o por lo menos lo intentará.