Abandono.

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¿Que más podría decir? Los días van pasando y yo con ellos. Las cosas han cambiado, para los demás. Yo, sin embargo siento que me quemo en el mismo infierno mental. No pude más, y comencé a llorar, lágrimas calientes cayeron en mis manos, en mis brazos. Nadie se dio cuenta, cosa que ya no es dolorosa, a medida qué pasa el tiempo. Justo cuando creo que terminé comienzo a sentir este tipo de asco hacia la gente que me rodea. Me apesta vivir con la misma porquería de gente, las mismas voces, los mismos comentarios y los mismos lugares. La tristeza dura menos que de costumbre al parecer, mientras por dentro me ahogo y pierdo las ganas de seguir escribiendo. Hace mucho no lloraba, este llanto fue amargo, lágrimas espesas con más sal. No un llanto libre, un llanto que reprime y solo causa más dolor de cabeza, más dolor de todo. Abandono...

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