Como accidente automovilístico

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Hola mis ángeles, no saben la cantidad de entradas que tengo en borrador simplemente con títulos. No sé si les pasa, a los que escriben que les da ansiedad adentrarse más en lo que sea que les duela y escribirlo, luego verlo, y entender que "diablos, esa es mi realidad mental". Es duro, he visto muchos escritores de tlp parar en seco, y no volver a escribir. Y es que se necesita ser más que valientes para vivir un infierno y mostrárselo a los demás y además de eso intentar ayudar sabiendo que no eres indispensable y que nadie te salvará aunque seas tú mismo.
Bien, me quedé en cuando tenía 7 meses, ya hoy tengo 8. Les cuento que ya no estoy en aquella relación que me atormentaba, pero aún no sé distinguir ciertas emociones. Tomé la decisión en contra de mi misma voluntad, no me pregunten cómo, simplemente un día estuve todo el día en cama llorando, deprimida, mi mamá se sentó en la cama y me preguntó hasta cuándo permitiría que alguien me hiciera más daño. Me dijo; Mírate, ¿cuánto más vas a esperar?

Si, la verdad es que no lo había hecho porque tenía miedo al proceso por el cual iba a tener que pasar. Pero sentía que si no lo hacía iba a terminar acabando con dos vidas. Así que, pasó, el nunca hizo lo que debía hacer para estar. Así que supongo que todo ya estaba muy roto, cada cual estaba lo suficientemente cansado para hacer algo al respecto. Yo luego intenté lidiar, remendar, pero sola no podía hacerlo. Me estaba gastando demasiado y creo que JAMÁS en la vida me había sentido tan pero tan mal. Desde el día 1 sabía que este embarazo sería riesgoso, un infierno, no solo físicamente sino mentalmente. Decidí tenerla, a pesar de todo, no sabía si podría lidiar con un aborto. Quise tener esperanza. Quise ponerme a prueba. Nunca he tenido que cuidar de nadie, o sea siempre cuidan de mi, y yo, me atreví a amar en medio de un infierno.

¿Cómo he podido? Les digo la verdad. Siento que no he podido porque ya ha pasado un mes o dos y hay días en los que me levanto, pero hay más días en los que estoy todo el día en cama pensando en que hice, en lo que debería de estar pasando. En el amor que se supone que estemos recibiendo las dos. Y que no está. No me gusta hablar de mis creencias, pero una de las cosas que si, me ha hecho tener fuerzas nuevas es creer. Creer en ese ser supremo, porque es que no hay más. Y aunque mil veces quise no creer, no pude. Estoy creyendo.

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