_____ Potter va creciendo hasta estar en medio de la delgada línea entre el bien y el mal, el amor y el odio; siendo su mayor deseo mostrar de lo que es capaz y proteger a la única familia que le queda.
Pero, ¿que pasará cuando sus esfuerzos no sea...
Esa noche te dirigiste a tu habitación con moretones en la piel por patadas y caídas. Fred te había hecho una zancadilla haciéndome caer de dos metros de altura. Gracias a Merlín, no te habías quebrado ni te habías hecho un esguince. Ya estabas acostumbrada a los golpes.
Al salir del estadio, cerca de la noche, Slytherin esperaba su turno para esperar. Al menos respetaban eso. Al pasar por al lado Draco Malfoy comento cosas desagradables sobre tu persona, sin siquiera mirarte a la cara. Sabía que estabas escuchando y ello le lleno de regocijo.
Suspiraste. Tu cabeza estaba con Harry y su castigo.
Caminaron por el pasto mojado por el sereno, Fred se disculpaba a tu lado por ser tan brusco. La respiración agitada, el sudor y el calor de tu cuerpo hacían que el aire frio se sintiera como si quemara tu garganta. Carraspeaste.
Te enfermarías si no te hacías una poción esta noche.
- El próximo fin de semana podremos ir a Hogsmade. – te informa el pelirrojo.
- Que bueno. – te limitaste a responder.
- Has estado muy callada. – frena tu paso poniéndose frente a ti, observa a los estudiantes de Slytherin que se encuentran a tus espaldas, mientras acomodaban sus equipos para empezar a entrenar.
- Solo estoy estresada. – le quitas importancia.
- ¿Primera semana y ya estas estresada? – te encojes de hombros.
- Pase todo el verano estresada. – le recuerdas, cubres tu rostro y te agachas para no estornudarle en la cara. Al levantarte te cubre en un abrazo, buscando protegerte del frio y del sereno.
- Te vas a enfermar. – soba tu brazo para calentando empezando a caminar nuevamente por el pasto en dirección al castillo y voltea para ver a cierto Slytherin observando a la distancia.
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- ¡Despierta!
Al abrir los ojos, un extraño panorama blanco era todo lo que mis ojos veían. Tarde en reconocer que era tela, tela de una camisa que no alcance a quitar porque Hermione ya me la había quitado de encima.
La observe confundida mientras se ponía la camisa. El frio del exterior se hacia paso por la ventana cerrada. Habían pasado dos meses desde que las clases habían comenzado.
Me dispuse a observar mi entorno preguntándome porque Hermione se estaba vistiendo en la sala común, me sorprendí al notar que estaba en la comodidad de mi cama. Recordaba haberme dormido en la sala común después del entrenamiento, faltando a la cena, pero, ¿Cuándo había vuelto a mi habitación?
- ¿Qué? – le pregunte a mi compañera de habitación. Tenía la sensación de que me había estado llamando.
- ¡Vístete!
- No quiero. - dije con voz queda.
- ¿A qué hora te dormiste?
- No sé... ¿Sabes cómo llegue a la habitación? No recuerdo haber subido de nuevo.
