Capitulo XXVI

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HOGWARTS

Cuando caminamos por la humeante estación de tren, lo ultimo que esperaba era encontrarme con Draco tan rápido. O quizás, esperaba poder evitarlo.

Creí que Draco estaría enojado, enfurecido conmigo, asi como yo estaba por su beso con Astoria. Había creído que lo que me había dicho en el tren realmente había significado algo. Pero cuando nos encontramos frente a frente antes de subir al tren, su mirada indiferente me cortó mas profundo de lo que esperaba.

Se mantenía erguido por sobre mi altura, mirándome con apatía desde arriba. Su cabello estaba perfectamente peinado y su traje sin una sola arruga, como siempre. Rojo había cubierto mis mejillas y solo pude apartar mi vista de el cuando Harry me apresuro para entrar al tren.

Maldije por haber demostrado lo que sentía. ¿Cómo es que seguía perdiendo contra él?

En silencio debatí si lo que había hecho era correcto. Corresponder los sentimientos de Fred mientras buscaba la respuesta de Draco. Tenia sentimientos por Fred, eso era claro; pero era el rubio quien vivía en mi cabeza sin pagar renta, todos los días.

No debí haberlo empujado contra la pared, quizás había logrado lo que quería en ese momento, pero ahora lamentaba.

Nuevamente me sentía humillada. Mi ego lastimado.

Ante nuestra llegada a Hogwarts, los integrantes de la armada de Dumbledore expresaron su entusiasmo de tener una clase cuanto antes. La hicimos esa misma noche, anunciándola a través de las monedas encantadas de Hermione. Sin embargo, apenas llegar no solo nos comunicaron sus ganas de practicar DCAO, si no también de la existencia del grupo de vigilancia de Umbridge que comenzaría a circular el castillo esa misma noche. Con completa libertad de horarios y pasillos. No era sorpresa, que la mayoría de los estudiantes que formaban parte de este endemoniado grupo de estudiantes eran de Slytherin. Incluyendo el bastardo atractivo de ojos grises.

No solo tendríamos que preocuparlos por los cuadros y Filch, sino también de un montón de serpientes escurridizas con poder institucional.

Mientras esperábamos que se hiciera la noche después de las clases de la tarde, estando en la sala común de Gryffindor agradecí que estuviéramos solos cuando Harry colapso al suelo de rodillas, sosteniendo su estómago.

Soltó un alarido de dolor mientras su cuerpo caía temblando al suelo, que pronto fue suplantado por risas. Su rostro se desfiguro, mostrando una mirada nublada y una gran sonrisa con dientes. Se retorcía contra la alfombra roja mientras su risa cortaba el aire, la cicatriz de mi frente comenzo a quemar en respuesta y la de Harry se mostro increíblemente roja sobre su palida piel.

Pero... no era su risa. No era Harry quien reia, era él. Pude reconocer al instante la voz que salia de los labios de mi hermano, una risa desgarradora y demasiado familiar.

- Maldito.

Al segundo que el miedo recorrió mi cuerpo, mi amigo invisible entro a mi mente llenándome de coraje y magia de ser necesario.

Escuchar como la risa de Voldemort salía de los labios de mi hermano destrozo mi alma. Con toda la fuerza que pude convocar en mi brazo, cacheteé el rostro de Harry repetidas veces buscando sacarlo del trance en el que se encontraba. Sus cachetes quedaron rojos pero su conciencia seguía atada a la de Tom. Con dolor en mi pecho le golpee la nariz, luego de quitarle los lentes, sintiendo como se rompía bajo mis nudillos.

La risa se detuvo.

La sala quedo en completo silencio.

Harry volvió a sí mismo, inmediatamente cubriéndose la nariz con dolor. Un par se insultos abandonaron su boca mientras se sentaba y no perdí ni un segundo para abrazarlo.

Brave /Draco Malfoy/ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora