Mi padre volvió a golpear a mamá. Ella no tenía lista la comida cuando él llegó. ¿El resultado? Platos quebrados y un golpe en la cara de mamá.
Me entrometí y dije que yo podía preparar comida, tan solo quería que mantuviera sus asquerosas manos, fuera del cuerpo de mi madre.
Yo puedo soportar esos golpes, puedo soportar los gritos, lo único que pido, es que a ella no la maltrate, no lo merece.
Mi padre se rehusó a ser yo quien hiciera su cena, dijo que no quería vernos y se largó.
Es mi padre, y lo quiero pese a todo, pero aún así, desearía que no regresara.
De nuevo, por tercera vez en ésta semana, me senté a lado de mi madre en el suelo, quiero hacerla entender que ella no está sola.
— Dejalo mamá, no tienes que soportar esto. —implore entre sollozos, me dolía el alma ver como ella se destrozaba la vida al lado de alguien que no la valora.
— No hija, el divorcio es pecado. —Fue si triste respuesta.
— ¿Pese a que tengas que soportar este tipo de violencia? —insistí.
— Así es el amor mi niña, algunas veces duele, y amas a una persona más que a ti misma.
No es verdad. El amor no lastima, el amor cuida y protege. Te hace sentir... Valorada.
Pero supongo, que cada persona tiene su concepto de amor.
Pero sin duda, yo no quiero el concepto, que mi madre tiene sobre ello.
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CUARENTA DÍAS.
Short StoryTodo tiene un fin, y el mío, llegará más pronto de lo que te imaginas. Una vez me dijeron, que era de cobardes arrancarse la vida. Pero yo no creo en eso. Cada persona que dio el paso mortal, fue porque tuvo sus motivos. Yo tengo, cuarenta motivos...