Capítulo 59

202 8 0
                                    


—¡Mira! Por ahí vienen —exclamó ______ saludándolos con la mano.

El carro de Matt ascendía la colina con su bulliciosa familia casi al completo, a falta de Albert, que cumpliendo con su obligación se había quedado a cargo del rancho. Los animales no entendían de días festivos y, pese a ser domingo, había tareas imposibles de eludir.

Matt redujo la marcha a las puertas de la casa e hizo un giro para colocarlo junto al granero. Los muchachos bajaron en tropel y se acercaron corriendo hasta donde se encontraban sus tíos. Tras ellos, venía Emma con el bebé apoyado en la cadera y una cesta en la mano. Matt desenganchó los caballos y los hizo entrar en el establo. Salió y cargó un par de cubos de agua para dar de beber a las caballerías.

—Tío Nick, ¿asistirá mucha gente a la inauguración? Seguro que habrá música —preguntó Hanna entusiasmada con el viaje.

Sus hermanos continuaron preguntando a un tiempo, interrumpiéndose unos a otros sin dejar de discutir por ser el primero en saber qué iban a ver. Ninguno de ellos había estado antes en una celebración de ese tipo y durante un buen rato abrumaron a Nick.

—No pensé que vendrías con nosotros —comentó ________ a Joseph.

El chico ya era demasiado mayor para excursiones con sus hermanos, y _______ creyó que preferiría pasar el día en su rancho o en compañía de Minnie antes que ir con ellos.

—Es preferible estar un día al cuidado de mis hermanos que recibiendo órdenes de Albert. Cuando mi padre no está, se cree que es mi capataz y me trata como un tirano. Y Minnie está insoportable —comentó con cara de enfado—. Desde que su padre ha comprado el almacén general, no piensa en otra cosa que en jugar a las tiendas.

________ sonrió compadeciéndose del muchacho, que parecía muy ofendido por haber pasado a un segundo plano en el interés de la chica. En realidad, algo había de cierto. La última vez que fue a la tienda, comprendió que Minnie por fin había encontrado su vocación: tras el mostrador se la veía exultante, con una determinación y un don de gentes que sorprendía a todo el mundo. Su padre podía estar muy contento porque atendía a la clientela de una manera tan solícita y aduladora que a buen seguro el negocio sería el más próspero de todo Colorado.

—Toma un momento. Como no eche a andar pronto, va a acabar conmigo —se quejó Emma.

Le entregó el niño a _______ y dejó la cesta en el suelo. Hasta el pequeño Tommy estaba alegre ante la novedad de un viaje. Emma indicó a Joseph que fuera enganchando los caballos de su tío al carro nuevo e invitó a sus hermanas a ayudarle. Nick se acercó al establo con ellos y paró a hablar con Matt, que ya salía sacudiéndose las manos en el pantalón. Desde allí, vieron a Emma y ______ cuchichear entre risas. Matt enarcó las cejas al ver que su mujer, de espaldas a ellos, se levantaba la falda y las enaguas con disimulo, gesto que las hizo reír a carcajadas.

—No sé qué traman, pero empiezo a inquietarme —comentó Matt—. Me siento como un conejo observado por un puma.

—¿Matthew Sutton asustado? No me lo creo. Te estás haciendo viejo —añadió Nick sonriendo con el ceño fruncido.

No dejaban de observarlas, intrigados por saber qué se traían entre manos.

—Si hay una persona en este mundo capaz de meterme el miedo en el cuerpo, ésa es tu hermana —aseguró palmeando el hombro de Nick—. Bueno, te dejo que Emma me reclama. No te he dado las gracias, pero me haces un gran favor llevándotelos a todos; ya no recuerdo lo que es un día entero de tranquilidad.

Nick restó importancia al hecho, añadiendo que los chicos se merecían salir de Indian Creek de vez en cuando y que tanto _______ como él disfrutaban de su compañía.

_______ llegó hasta donde estaba su marido con Tommy en los brazos y le entregó al niño para tomar la cesta con las provisiones para el viaje y poder cerrar la puerta de la casa.

Al llegar al carro, oyó discutir a sus sobrinos mientras se acomodaban en la parte de atrás. Cuando estaban juntos parecían olvidar su edad porque, con su comportamiento inquieto y sus peleas, se asemejaban a niños pequeños. Sin hacerles mucho caso, se sentó en el pescante.

—Aún no hemos salido y ya me estoy arrepintiendo —comentó Nick entre dientes mientras le tendía al pequeño.

Tommy se negaba a permanecer sentado y jugueteaba de pie en las rodillas de _______.

—Vamos, cariño. Seguro que lo pasaremos muy bien. Míralo de este modo, esta excursión te servirá de experiencia para el día que tengas que viajar con tus propios hijos —añadió ________ palmeándole el dorso de la mano.

Por toda respuesta él dio un vistazo de soslayo a la concurrida parte trasera del carro, replanteándose durante una décima de segundo la idea de la paternidad. Con un suspiro de resignación, tiró de las riendas y emprendió la marcha.

—¿Has visto lo guapo que es? —comentó _______ contemplando embobada al pequeño.

—Es una versión diminuta de su padre —concluyó Nick mirándolo de reojo.

—Es que su padre es un hombre muy apuesto.

—¿Más que yo? —preguntó sin mirarla.

—Tú tampoco estás mal.

—No sabes cómo me tranquilizas —replicó con sorna, estudiando su sonrisa maliciosa.

Por fin _______ consiguió sentar al pequeño Tommy en su regazo. El niño, muy entretenido con el encaje del escote de su tía, decidió averiguar qué se escondía detrás de las puntillas. Nick observó con los ojos muy abiertos la audaz incursión del angelito en territorio prohibido.

—No. ¡No! —le reprendió ella en tono suave pero firme a la vez que le apartaba la manita.

—Tú eres una mezcla explosiva de Sutton y Jonas —aseguró Nick muy serio, dándole unos toquecitos con el índice en la frente—. Cuando crezcas serás un peligro.

El niño lo escuchaba con semblante candido, sin entender ni una palabra, mientras _______ trataba de contener la risa mirando hacia otro lado.

Al final, el carro parecía una fiesta y el trayecto se les hizo más corto que de costumbre.

Dama de TrébolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora