Media hora después, Kay había llegado con varias botellas, dos de vodka y una de tequila con dos sodas. Como había dicho no era fanática de la bebida, pero mis dos queridos amigos aquí si lo eran, así que me tocaba ser la responsable del grupo.
-¡Wow Marie estoy demasiado feliz por ti! ¡No puedo creer que serás la bailarina de Justin Bieber!– dijo Kay eufórico. Rodé los ojos.
-Bueno eso no es tan importante, ni que fuera el rey del mundo – me queje debido al tono de devoción que había empleado Kay al referirse a Justin.
-¿Bromeas? Una cosa es que te elijan para ser bailarina, no se dé equis artista pero ¿de Justin? Estas en las grandes ligas Marie – insistió Kay chocándolas con la rubia.
-No es el rey del mundo ¿ok? – replique molesta. Kay frunció el ceño en mi dirección debido a mi reacción enfadosa.
-¿Qué tienes contra Justin Bieber? – pregunto Kay curioso. Puse los ojos en blanco caminando hacía la cocina.
-Tuvo una discusión con Justin – respondió Marie por mí, cuando regrese la mire mal.
-¿Te peleaste con Justin Bieber? – inquirió Kay sorprendido. Llevé mis manos a mi rostro, exasperada.
-Puedes dejar de decir Justin Bieber con ese tono de devoción por favor, y no fue la gran cosa de hecho si podemos no hablar de eso sería feliz – respondí disgustada por el tema. Ambos se encogieron de hombros por mi arrebato.
-De acuerdo como digas gruñona, entonces Marie ¿Cuándo se reunirán? – dijo Kay volviendo su atención a mi amiga, lo cual agradecí infinitamente.
Estuvimos lo que resto de la tarde platicando sobre la audición de Marie y sobre que ahora ya era oficialmente parte del believe tour, aún era algo difícil de digerirse, su mundo estaba por cambiar completamente dando un giro de 360° y no había reparado en que cuando el tour iniciara ella se iría dejándome aquí en el departamento, sola. Pero tenía que alegrarme por ella, era su sueño y eso era lo más importante.
Dos horas más tarde Kay tuvo que marcharse, mañana teníamos escuela bueno, el ya ni siquiera tenía clases pero aún no entendía porque seguía yendo. Me coloque la pijama antes de recoger todo y luego me hice un cereal para no irme con el estómago vacío a la cama.
-Te juro que aun siento que todo es un sueño – comento Marie mientras recogíamos. Le sonreí ampliamente.
-Pues más vale que vayas despertando porque no lo es, al fin estás cumpliéndolo – dije emotiva. Nos dimos un efusivo abrazo y luego sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Es más de lo que pude haber soñado, es como un cuento de hadas pero mil veces mejor – dijo con sus ojos perdidos. La volví a abrazar sin poder evitar derramar unas lágrimas de felicidad.
-Será la mejor experiencia de tu vida, verás – musite.
-Y sí – aseguro.
…
El viernes llegó, me levante temprano para ir a la universidad, me puse unos shorts con una blusa blanca holgada y mis sandalias, recogí mi cabello en una coleta y tome mis cosas. Me estaba sirviendo un cereal, cuando Marie salió de su habitación.
-Buenos días – saludó.- Hoy es la convocatoria del believe tour ¿irás conmigo cierto?
-¿A qué hora? Porque te recuerdo que tengo que trabajar y estudiar querida amiga – dije irónicamente, hizo una mueca graciosa que no pude evitar reír.
-Es a las dos, a esa hora ya terminaste la universidad y vas a trabajar hasta las cuatro, así que si tienes tiempo – replico. Fruncí los labios derrotada, no me había salvado de la campana.