Un silencio invadió el lugar, pero no era de esos incomodos donde tenías que pensar lo que ibas a decir, de esos en los que él y yo hemos estado atrapados, no ya no, ya era un silencio especial, donde podías disfrutar sin pensar en que era lo siguiente que tenías que decir, solo dejarte llevar.- Dime algo.
-Algo – dije divertida. Lo mire de reojo, una sonrisa se formó en su rostro. - ¿De qué?
-De ti, dime tus mayores miedos – inquirió. Me quede mirando un punto inexistente mientras pensaba en que decirle, nunca nadie me había hecho esa pregunta.
-¿Se supone que debo confiar en ti? – pregunte sin dejar de mirar al universo.
-Te estoy mostrando mi lugar preferido, creo que me hace bastante confiable – replico.
-Tal vez es una táctica, y en realidad solo estás fingiendo que te agrado – conteste. Un silencio se acentuó de nuevo, le eché una hojeada. Justin tenía la mirada baja.
-Entiendo que desconfíes de mí pero…
-Las alturas – intervine su discurso, se giró para mirarme con el ceño fruncido. – Preguntaste cuales eran mis mayores miedos, bueno las alturas es uno de ellos.
-¿De verdad? – cuestiono sorprendido. Asentí avergonzada, no era algo que me enorgullecerá.- Eso quiere decir ¿que nunca te has subido a una montaña rusa o aventado de un paracaídas?
-Exactamente – afirme. Alzó ambas cejas, claramente incrédulo.
-No puedo creerlo, estás perdiéndote de las mejores cosas de la vida – aseguró.- Tienes que vencerlo.
-Si bueno, no es algo que simplemente se cure – dije sarcástica.- ¿Los tuyos?
-¿Yo? Yo no tengo miedo a nada – contesto. Enarque una ceja suspicaz.- ¿Qué?
-Todos tienen miedo a algo – contradije. Lamio sus labios y no despego la vista del techo, no dijo nada durante varios segundos, lo que me llevo a pensar que realmente no quería decírmelo, lo que es incomprensible puesto que yo ya le había dicho uno de mis miedos y además eran solo eso, miedos no me iba a contar su vida privada, tal vez simplemente no me tenía confianza o no quería decirlo, no sabía porque me…
-La mirada de mamá – dijo de pronto atrayendo por completo mi atención. Me gire a mirarlo pero él no lo hizo.- Cuando ella se decepciona de mí, tiene esta mirada que casi me está gritando “me decepcionas hijo, realmente estoy decepcionada de ti pero no pienso decírtelo para no herir tus sentimientos sin embargo mira mis ojos estoy gritándotelo”.
-¿Es ese tu peor miedo? – pregunte. Asintió lentamente, no tuve palabras para responder no obstante él también se volteo para mirarme, nuestras miradas se encontraron y quise mantenérsela pero no pude hacerlo y termine volteándome de nuevo a ver las estrellas.
-Sí, creo que es mi mayor miedo – confesó. Mordí mi labio inferior lo que últimamente se estaba volviendo una costumbre. Lo mordí porque estaba nerviosa, Justin me había confesado algo que no tenía idea si era un secreto o se lo decía a cualquier persona que se atravesaba en su camino.
-Realmente fue un bonito restaurante – comente rompiendo el hielo. Soltó un suspiro sonoro.
-¿En serio te gustó?
-Sí, ¿no debería haberme gustado? – inquirí confundida
.
-No, no es eso, es decir qué bueno que te gustó pero Ryan me pidió que apartara ahí porque quería impresionar a Marie – dijo.- Pero casi nunca voy, de hecho fue mi segunda vez.
