-¡¿Estás loca?! ¿Qué rayos sucede contigo?
-¿Conmigo? Tu eres el único culpable de esto – proteste. Me lanzó una mirada furiosa, mientras se levantaba por su celular.
-Ok basta, realmente no sé cuál es su problema pero esto está saliéndose de control – intervino Ryan.
-Díselo a ella – replico el ojiamiel inspeccionando su celular.
-Ok ya calmémonos todos, preparamos muffins, están en la cocina – indicó Marie. Caminamos los cuatro hacía allá.
-Si algo le llega a pasar a mi celular, date por muerta – mustio Justin claramente molesto. Puse los ojos en blanco.
-A mí nadie me amenaza idiota – conteste deteniéndome en la barra.
-Tómatelo como quieras, pero francamente estoy comenzando hartarme de ti – inquirió.
-No te preocupes es mutuo – dije tomando un muffin de la charola. Olían delicioso, mama me enseño a hacerlos y desde entonces siempre que tengo oportunidad los preparo.
-Creo que necesitas acostarte con alguien, no me sorprende porque eres tan amargada – dijo burlonamente. Había llevado el muffin a mi boca, pero me detuve ante su comentario y de un momento a otro me encontré embarrándolo sobre su cara, completamente lleno de betún. Todos ahogaron una exclamación pero yo solo pude sonreír.
-Creo que te queda perfecto – dije riendo.- Tapa tu cara de mierda.
-Date por muerta – aseguró. Y de pronto tomo dos muffins de la charola, listo para restregármelos pero fui más rápida y salí corriendo hacía la sala. Me detuve al otro lado del sofá mientras lo veía detenerse también, se apartó el chocolate de la cara para poder ver bien.
-Puedes correr todo lo que quieras terminaré atrapándote – dijo mirándome.
Me encogí de hombros. Se empezó a quitar su zapatos, fruncí el ceño y luego comprendí porque. Saltó al sillón, y me gire al otro lado para salir huyendo pero brinco sobre él quedando detrás de mí, atrapo mi cintura con un brazo estrellándome contra su pecho, me removí pero fue muy tarde porque ya me había embarrado el muffin en la cara.
-La venganza es dulce cariño – rio.- Literalmente.
Le di un codazo en su estómago, quitándole el aire de los pulmones y por ende haciendo que se inclinara hacía atrás, aproveche ese momento para girarme y quitarle el muffin que tenía en su mano izquierda, pero nuevamente fue más rápido que yo y lo aparto a tiempo, intenté quitárselo de nuevo pero se cruzó en mi camino y termine tropezándome con su pie, me colgué de él y los dos fuimos a parar al suelo, el sobre mí con el muffin desparramado entre nosotros.
-Genial – musito separándose un poco de mí.
Abrí los ojos dándome cuenta de la cercanía que había entre ambos, lo único que alcanzaba a distinguir era el color de sus ojos y un poco de su nariz pero sus labios estaban completamente invisibles por el chocolate.
-Quítate de encima Bieber – ordene. La situación se estaba tornando incomoda y para colmo me sentía toda empalagosa.
Se levantó con una mancha muy grande en su camisa, me extendió la mano pero la ignore. Lo escuche soltar un resoplido, nos giramos al mismo tiempo encontrándonos con las miradas de Marie y Ryan, que no sabía si nos miraban divertidos, coléricos o simplemente inexpresivos.
-Vaya escenita que acaban de montar – dijo Ryan reprimiendo una sonrisa.
-Están llenos de chocolate – comento Marie.