La semana paso normal, o bueno dentro de lo que cabía. Justin siguió llamándome por dos días pero después se rindió o eso quise pensar. Por otro lado, Kay me contó que había discutido fuertemente con su padre y ahora no se hablaban, por lo que iba a tener dificultades al momento de recogerme pero le dije que no había problema.
Era sábado por la noche, Marie había salido con Ryan a una cita y yo había invitado a Kay a ver una película, así que cuando dieron las 8 llegó.
-Traje dos películas, no me decidía – inquirió entrando al departamento.
-Genial, pedí pizza no tenía ganas de hacer comida.
-No te preocupes, pero pediste hawaiana ¿cierto? – pregunto dejándose caer en el sofá.
-Claro, ya debe de venir en camino la pedí hace ya veinte minutos – conteste.
La pizza por fin llegó, así que puso la película de la propuesta con Sandra Bullock, era una de mis favoritas y siempre me hacía reír. Luego de verla, nos quedamos un rato platicando sobre la universidad, su papa, etc. Hacía tiempo que no nos quedábamos solos, o nos juntábamos, extrañaba estos momentos.
Pusimos otra película, querido John, yo me deleitaba al ver a Channing, era el hombre perfecto para toda mujer sin excepciones. Estábamos sentados juntos, mirando la película, cuando sentí su mano sobre la mía y no hice ningún movimiento, haciéndole creer que no sentía nada y luego coloco su brazo detrás de mis hombros acariciando mi cabello, decir que estaba incomoda era decir poco y después hice lo peor que pude haber hecho, me gire para mirarlo pero él ya lo estaba haciendo y de pronto sentí sus labios sobre los míos.
Estábamos besándonos, en el sofá, frente a Channing tatum y yo no estaba deteniendo el beso. Me cogió mis mejillas y se colocó encima de mí subiendo de tono el beso, y me estaba dejando hasta que la imagen de Justin cruzó mi cabeza y abrí los ojos de inmediato empujando a Kay.
-Kay no – dije sin aliento, él estaba igual o peor que yo mirándome confuso.
-Tú me correspondiste – inquirió con su pecho bajando y subiendo. Cerré los ojos afligida, esto no estaba pasando.
-Kay, yo no puedo, no podemos… - continué.- Somos amigos, no está bien.
-Me correspondiste – repitió como si fuera la respuesta a todo, pero era todo lo contrario.
-Creo que será mejor que te vayas – indique levantándome del sofá, imito mi acto pero aun parecía en trance. Camino hasta la puerta, donde me encontraba yo con la mirada baja.
-¿Lo fingiste? – pregunto abrumado, alcé mi mirada pero no pude soportar la de él.
-Eres mi amigo, lo siento – conteste apenada porque me rompió ver como algo dentro de sus ojos se apagaba, y casi quise llorar.
Sin decir ni una palabra se marchó, dejándome en una confusión agobiante. Cerré la puerta, me sentía la peor persona del mundo, acababa de darle falsas esperanzas a mi mejor amigo pero eso no era lo peor, no, lo peor era que había pensado en Justin, y eso era lo que más me consternaba ¿Qué diablos pasaba conmigo? Necesitaba un trago.
Fui a la cocina, donde saque la botella de vodka, tome un vaso y me serví un poco para después tomármelo de un trago. Mi garganta no me lo agradeció, pero sirvió para aclararme la cabeza. Subí hasta mi habitación, y me deje caer sobre la cama, no quería pensar en nada de lo que acababa de ocurrir, así que cerré mis ojos y deje que los brazos de Morfeo me tomaran.
…
Apenas y logre despertarme, porque el timbre del departamento estaba sonando. Abrí los ojos con pesadez y mire el reloj que indicaba las 2 de la mañana.