El día siguiente habíamos quedado que Kay vendría a comer, así que nos levantamos temprano para limpiar el departamento, yo la parte de abajo y Marie la parte de arriba. Dieron las 12 cuando terminamos el aseo, estaba sudando por todos lados.
-Necesito una ducha – comente sentándome en el banco de la barra.
-Lo sé, yo igual, ¿qué haremos de comer?
-Pedir una pizza, no pienso cocinar, estoy muriendo lentamente – dije.
-Le marcaré a Kay para que pase por una, tu mientras báñate – indicó.
Subí a la habitación a darme una ducha larga y fría, que era justamente lo que necesitaba en estos instantes. Luego de terminar me puse un short azul, con una blusa blanca holgada de tirantes. Cepille mi cabello y luego lo recogí, necesitaba ir a cortarme el cabello, lo traía algo maltratado.
-Vendrá en una hora – informó Marie cuando salí de la habitación y ella entraba a la suya.- Me bañaré.
-Ok.
Una hora después, Kay por fin apareció con dos cajas de pizza y una botella grande de coca-cola. Nos sentamos en los sofás y pusimos una película, rápido y furioso 5ntrol. La favorita de Kay y mía, amábamos la saga, los carros y la acción sin duda era lo nuestro, pero al contrario de Marie que se inclinaba más por las de miedo.
-¿Cómo les fue ayer? – pregunto Kay cuando hubieron comerciales.
-Genial, Ryan fue super lindo y caballeroso – contesto la rubia.- Y ____ se fue con Justin.
-¿Te fuiste con Justin? – dijo incrédulo. Asentí incomoda por su mirada, algo fría.
-Creí que lo odiabas – dijo.
-Lo odiaba, que diga aun lo hago pero queríamos dejar a Ryan y Marie solos – mentí. Y ni siquiera sabía porque había mentido era solo que la mirada de Kay me ponía nerviosa.
-¿Segura que lo odias?
-Ryan beso a Marie – cambie de tema, ya no quería seguir hablando de eso. Kay alzó ambas cejar para dirigir la atención a ella.
Se embarcaron en una conversación donde los protagonistas eran Marie y Ryan, era obvio siendo que le conto absolutamente todo, desde que llegamos hasta que él la dejo aquí. Mientras yo, me entretuve mirando la película, Kay lucía entretenido con el relato de mi mejor amiga, era lo que amaba de él, siempre te escuchaba no importaba lo ocupado que pudiera estar siempre estaba ahí cuando lo necesitabas o incluso cuando no, ahí estaba. Kay era bastante atractivo, tenía una sonrisa para morir, y un cuerpo envidiable sin duda, las chicas merodeaban a su alrededor todo el tiempo y aun no sabía porque no estaba con alguien, siempre que sacábamos el tema salía diciendo una broma pero nunca contestaba directamente y tampoco insistía. Se en el fondo, aunque intente no pensarlo, que tiene sentimientos hacía mí pero nunca se me ha insinuado es por eso que sigo siendo normal con él.
-¿No van algo rápido? – inquirió Kay cuando Marie termino.
-Tal vez, pero la vida es corta, hay que aprovecharla – se encogió de hombros.
-Es cierto, es corta – murmuro el mirándome.
-Iré a lavar los platos – indique saliendo de la incomodidad de su mirada. Fui a la cocina, donde junte todos los trastes sucios y me dispuse a lavarlos.
-Te ayudo – dijo una voz detrás de mí. Kay se colocó a mi lado, en el área de secado, le sonreí casi forzadamente.
-Bien – dije. Primero nos invadió un silencio incomodo, o eso pareció para mí.