-Hola – saludo con una sonrisa, le sonreí.- Soy Ryan Butler, te vi algo sola y quise venir a hacerte compañía.
-_____ Miller, mi amiga fue al baño o algo así – conteste cuando el barman me dejo los dos shots frente a mí y de repente sentí vergüenza por el rubio a mi lado.- ¿Quieres uno?
-No, está bien tómalos tú – dijo riendo, sentí mis mejillas enrojecer pero me oculte bajo mi manto de cabello.- ¿Eres bailarina de Justin?
-¿Qué? No, ni en un millón de años, soy amiga de una de las bailarinas – respondí tomándome un vaso.- ¿Y tú?
-Yo soy el mejor amigo de Justin – dijo provocando que casi escupa el vodka, pero logre contenerme, aunque termine tosiendo escandalosamente. – ¿Estás bien?
-Sí, lo siento, creo que se me fue por otro lado – respondí avergonzada, mi garganta ardía horriblemente. Volvió a soltar una risita encantadora.
-¿Cuántos años tienes? – pregunto. Lo mire misteriosamente.- Lo siento, parezco un detective.
-No está bien – dije riendo.- Tengo 19 ¿y tú?
-Yo igual, de hecho estaba esperando… - pero no termino de hablar porque fue interrumpido.
-¡Ryan! ¡Vamos! – grito una voz bastante familiar para mí, volteamos los dos a mirar. Era Justin, que ahora estaba rodeado por cinco negros y estaba haciéndole señas a Ryan para que fuera con él.
-Voy – le grito de vuelta Ryan, el ojiamiel me miro con desdén y luego se giró para conversar con alguien más.- Lo siento tengo que irme, ¿seguirás aquí cierto?
-Eso espero – conteste con una sonrisa, me sonrió y luego se marchó para caminar hacía Justin, que una vez que llegó con él se marcharon desapareciendo por la entrada.
Yo por mi parte me tome otros dos shots más, y aun así Marie no había regresado. No me preocupe a lo mejor no lo ha encontrado o tal vez haya fila, alguna explicación debía de haber. Media hora más tarde, yo ya había consumido un Martini y otros dos shots de vodka y estaba completamente mareada, y para colmo Marie no había regresado lo que ahora mi tenía bastante preocupada, así que sin pensarla dos veces decidí ir a buscarla pero cuando me levante el suelo a mi alrededor se movió por lo que volví a sentarme, hasta que pude ver todo con claridad o más bien entre comillas. Me levante, esta vez teniendo un poco más de equilibrio y camine entre la gente, que ni siquiera me prestaba atención.
Observé por todos lados alguna señal de ella pero simplemente no la localizaba, atravesé el camino de piedras que me estaba llevando a la entrada cuando sin querer me topé con algo o alguien, no estaba segura.
-Lo siento – murmure con una voz irregular y luego vi el rostro de Ryan sorprendido de verme, me detuve de inmediato bastante avergonzada. – Ryan, hey.
-Hey, ¿estás bien? Estás algo…
-¿Tomada? – pregunte y luego de darme cuenta lo que había dicho lleve mi mano a mi boca arrepentida lo que hizo que él soltara una risa.
-Iba a decir mareada pero eso también funciona – contesto sin dejar de sonreír y no pude evitar soltar una carcajada hasta que Justin hizo acto de presencia.
-Ryan ¿qué haces? – pregunto mirando exclusivamente a Ryan, quien frunció el cejo.
-¿Hablando con una chica? – contesto el rubio con obviedad. Luego Justin me miro, como si apenas se percatara de mi presencia.
-Oh, otra vez tu ¿estás siguiéndome o algo así? – inquirió llevando sus manos a los bolsillos de su pantalón.
-Si claro, ya quisieras que alguien como yo se fijara en alguien como tú – conteste burlándome. Soltó una fuerte carcajada.