-De acuerdo, mejor hablemos de cosas más interesantes – sugerí. Ryan me sonrió y solo me encogí de hombros, era su mejor amigo lo sé pero yo lo odiaba.
-Bueno, dinos algo interesante sobre ti – dijo Marie mirando a Ry, este se quedó pensando unos segundos.
-Los juegos extremos, me encantan – contesto terminando su último bocado de sushi. Odiaba los juegos extremos, nunca me habían gustado.
-¿Enserio? ¡También yo! A _____ no le gustan – contesto mi rubia amiga, ambos me miraron pero solo volví a encogerme de hombros.
-Lo siento – inquirí. Ryan sacudió la cabeza con desaprobación.
-Son lo mejor, no pueden no gustarte – exclamo entusiasmado.- Un día tendrás que subirte a uno.
-Siempre eh querido obligarla, no puedo – dijo Marie.- De hecho quería que se subiera a la montaña rusa, falle.
-Es el mejor, una vez me subí y entonces…
Y así iniciaron una conversación donde yo no estaba invitada, lucían bastante ensimismados uno con el otro, hablando sobre relatos fantásticos sobre sus aventuras extremas, me reí de mi misma por esto último. Decidí levantarme para ir a la cocina por más agua, ninguno se dio cuenta de mi ausencia y cuando regrese seguían hablando animadamente. Observé a Marie quien estaba bastante entusiasmada con él, y pude notar cierto brillo en sus ojos al mirarlo, me quede sorprendida ante aquello. A Marie le gustaba Ryan, sin embargo con él no pude descifrarlo ya que no lo conocía tanto.
Tiempo después por fin la conversación llegaba a su fin, yo me encontraba sentada sobre la barra sin dejar de mirarlo y luego posaron sus miradas en mí y yo solo atine a sonreír.
-¿Terminaron? – pregunte divertida, los dos se sonrieron mutuamente mientras asentían.
-Lo siento – dijo Marie mordiendo su labio inferior, le dedique una sonrisa y luego Ryan se puso de pie mirando su reloj.
-Tengo que irme, quede con Justin – indicó tomando sus llaves. Marie se despidió de él con un pequeño abrazo y beso en la mejilla y yo lo acompañe hasta la puerta.- Me divertí bastante.
-Sí lo note, fue muy agradable – conteste deteniendo la puerta, me sonrió y beso mi mejilla.
-Nos vemos luego, adiós – dijo y se marchó. Cerré la puerta y me giré para observar a Marie que recogía la mesa.
-Veo que te divertiste con Ryan – inquirí intentando lucir celosa, aunque no lo estaba en lo absoluto. Marie trago saliva.
-Lo siento, realmente yo no quería… perdón – dijo sinceramente. La mire con los ojos entrecerrados, lucía arrepentida.
-¿Te gustó Ryan? – pregunte yendo directo al grano, solía ser bastante directa. Abrió los ojos como platos, dejando su mandíbula caer.
-Claro que no, el bueno tu… el, no claro que no – titubeo, y así obtuve mi respuesta.
-Te gustó – dije más como una afirmación.- No sabes mentir, además te conozco bastante bien.
-_____ enserio que no, él es, tú lo conociste primero y… - alcé mi mano para que dejará de hablar.
-Tranquila, no estoy reclamándote nada – aseguré.- Y por mí no hay problema, Ryan no me interesa en ese aspecto.
-¿De verdad? Pero yo creí, como salías con él, pensé que te gustaba – inquirió aliviada. Sacudí la cabeza.
-No, creí que podía llegar a interesarme en otro modo pero sinceramente no lo veo más allá que un amigo – confesé. Marie soltó un suspiro, sin embargo no pareció estar conforme.