Entre al elevador y no pude dejar de mirar mi reflejo en el espejo que tenía frente a mí. Mis mejillas estaban rosadas y mi cabello era un desastre a pesar de estar recogido, pero no era solo mi físico. Esta noche, había sido totalmente extraña, más allá de extraño fue insólita. Jamás paso por mi mente que Justin iba a comportarse como lo hizo hoy, estaba increíblemente desconcertada y no tenía palabras para expresarlo, pero una cosa si esperaba que ojala no cambiara.
Entre al departamento, dejando mi bolso sobre la mesa, camine distraídamente escaleras arriba topándome con Marie, y su pijama de gatitos que tanto detestaba.
-Hey ¿cómo te fue? – pregunto. La mire un par de segundos antes de contestar.
-Bien – respondí. Frunció el ceño con recelo, sin estar muy convencida por mi respuesta.
-¿Estás bien? Estás algo… rara – inquirió. Asentí, no quería contarle sobre Justin, aun ni siquiera me lo creía yo así que quería digerirlo.
-Estoy bien, aunque bastante cansada, iré a dormir – indique.- Te veo mañana.
Y sin darle tiempo a responderme, me marche con dirección a mi habitación. Una vez ahí, me coloque la pijama y me deje caer sobre la cama, admirando el techo pero viendo más allá. Repasando la noche, la carta de mis padres, la aparición de Justin, su cambio de actitud, el dolor de leer las palabras que la carta contenía. Todo estaba mal, pero de alguna forma se sentía extraño.
…
El día siguiente fue la misma rutina de siempre, levantarme temprano, desayunar, irme a la universidad, regresar a comer y partir al trabajo. Nada diferente, sin embargo no podía dejar de pensar en mis padres, las palabras aun dolían profundamente. No le había contado nada Marie porque si hablaba de ello, sabría que es real que realmente eso había pasado, y por ahora era muy difícil de procesar. Y por otra parte, no había sabido nada de Justin, bueno no es como si debiera saber algo de él.
Regrese a casa temprano, Allison me dejo salir porque casi no había gente y no quería que perdiéramos el tiempo ahí. Tome un taxi y llegué en menos de diez minuto al edificio, pague y entre. Los once niveles pasaron rápido y en lo que menos pensé ya estaba en el departamento, caminando a la cocina donde se encontraba Marie preparándose un sándwich.
-Iré a cambiarme, prepárame uno – le pedí mientras subía a mi habitación. Me puse la pijama y recogí mi cabello. Baje de nuevo, esta vez hacía la sala donde se encontraba Marie con mi sándwich, me senté a su lado.- ¿Qué vemos?
-Un extraño llama – contesto. Empecé a comer mi emparedado, pero tuve que levantarme por algo de tomar, me hice un té helado y cuando regrese la ojiazul le estaba cambiando de canales, dejándolo en E! news, iba a sentarme cuando salió una noticia que me dejo helada.
-Y en noticias recientes, ayer captamos a Justin Bieber por las calles de los ángeles con una joven no identificada – anunció la conductora rubia.- Al parecer, estaban teniendo una conversación algo eufórica según nos informaron, ya que se le vio consolando a la muchacha.
-Wow, eso fue cerca de tu trabajo _____ - comento Marie entretenida. Mordí mi labio inferior nerviosa, rogando al cielo que no me reconociera.
-Unos minutos después Justin la llevo cargando sobre su hombro hasta su camioneta – informó.- ¿Quién será la misteriosa chica? ¿Una nueva conquista de Bieber? Queremos saber de quién se trata.
-Justin no ha comentado nada, y Ryan tampoco me ha dicho nada de nadie – dijo la rubia.- Que extraño.
-Si qué raro – dije intentando sonar indiferente.