¢αpιтυℓσ dιє¢ισ¢нσ

393 17 4
                                    

Y de pronto todo vino a mí como una torrente de frustración y me solté llorando, como una pequeña niña que acababa de ser regañada. La mirada de Justin se suavizo, sorprendido por mi reacción y sin previo aviso me apretó entre sus brazos, recargué mi cabeza sobre su pecho dejándome llorar ahí por un rato.  Cuando logre calmarme, Justin se separó de mí mirándome fijamente.

-Dime que pasa – susurró. Mordí mi labio inferior con la mirada sobre su pecho, ahí donde había dejado una húmeda mancha de lágrimas.

-Mis padres, ellos me dijeron que ya no existía en su vida, me odian – conteste con la voz quebrada. No podía mirarlo a los ojos.

-¿Ellos te dijeron eso? – pregunto incrédulo. Trague grueso y saque la carta de mi bolso, que ahora se encontraba bastante arrugada, y se la extendí. La tomo vacilante y comenzó a leerla, no era larga así que no le tomo más de un minuto.

-Ellos no te odian _____ - aseguró.- Simplemente están resentidos.

-Claro que me odian, prácticamente me dijeron que estaba muerta para ellos – dije.- Si eso no es odio, entonces no sé qué es.

-Jamás podrían odiarte, son tus padres, no unos desconocidos, es claro que si están resentidos contigo, pero es porque los abandonaste no por otra cosa – insistió. Alcé mi mirada, encontrándome con sus ojos miel, que ahora me miraban tiernamente.- Además nadie podría odiarte.

-Lo dice la persona que más mal me ha tratado – conteste sin pensar. Bajo la mirada con el ceño fruncido, aparto sus brazos de mí, y de repente sentí frío.

-Sobre eso, yo venía a disculparme – confesó. Enarque una ceja sorprendida.- Por lo del otro día, realmente me porte como un imbécil, bueno siempre lo hago pero… lo que intento decir es, lo siento.

-¿Dónde están las cámaras? – pregunte, porque esto realmente lucía como una broma. Me miro lamiendo sus labios, intente encontrar en sus ojos cualquier rastro de engaño pero lo único que encontré fue sinceridad, y me sentí inquieta.- -Bueno, ¿podría grabar esto? No creo que pase seguido.

-No me hagas arrepentirme – susurro con una media sonrisa. Entrecerré los ojos, y mordí mi labio inferior.

-Si alguien me hubiera dicho esta mañana que iba a terminar el día consolada por Justin Bieber, me hubiera reído a carcajadas – inquirí. Soltó una ligera risa que me hizo sonreír involuntariamente.

-¿Traes auto? – pregunto. Por un momento había olvidado donde estábamos y el porqué. Negué con la cabeza.

-Buscaré un taxi – conteste incomoda. Entrecerró los ojos y pasó una mano por su cabello.

-Vamos, te llevaré – indicó. Fruncí el ceño,  desconcertada por su propuesta, no me moví.

-Puedo irme en taxi, siempre lo hago – repetí sin moverme. Realmente no me entusiasmaba la idea de ir en un auto con Justin, no sabía en qué momento podría volver a ser el de antes. Cruzó los brazos sobre su pecho.

-Dije que yo te llevo, vamos – insistió. Pero seguí sin moverme y él se dio cuenta de ello, rodó los ojos.- Ok ¿Cuál es el problema? ¿Quieres que te cargue o algo?

-¿Qué? No, pero no tienes que verte obligado a llevarme, puedo irme en taxi – conteste inquieta. Apretó su mandíbula, lo que me hizo alarmarme aún más pero luego la relajo y una sonrisa asomo de sus labios.

-Eres demasiado terca ¿lo sabías? – dijo de pronto, divertido. Me encogí de hombros, porque no sabía que responder a eso.- _____, quiero llevarte, ahora mueve tu pequeño trasero para que podamos irnos, no quiero que la gente me reconozca.

-Pero… ¿acabas de decirle pequeño a mi trasero? No tengo un pequeño trasero – proteste provocando una sonrisa amplia en Justin y sin preámbulos me cogió en sus brazos, mi estómago quedando sobre su hombro y mi vista interferida por su espalda.- ¡Justin bájame ahora mismo!

-Lo haré, cuando estés en el auto – contesto convincente. Empecé a patalear, lo que hizo que llamara la atención de la gente.- Deja de hacer eso a menos de que quieras que me reconozcan y nos empiecen a perseguir.

Me quede quieta, procesando sus palabras, y muy a mi pesar él tenía razón y lo odie por eso.

-Buena chica – dijo. De pronto escuche la alarme de un auto, y se detuvo, me bajo con cuidado de su hombro quedando atrapada entre la puerta abierta de su camioneta y él. Sin mucha alternativa entre en la camioneta, la cerró y cruzó al otro lado para subir. – Relájate, no te secuestrare.

Encendió el motor y arranco. Me sentía bastante desorientada en estos momentos, no es que el hecho de que Justin me hubiera pedido disculpas, me hubiera consolado y ahora me estaba llevando al departamento fue era el motivo, pensé con sarcasmo. No sabía que decir, como reaccionar, como hablar con él, no conocía esta faceta de él y mucho menos sabía si duraría, podía ser un engaño de él para luego vengarse o yo que sé, pero la mirada que medio cuando le conté sobre mis padres fue sincera. Y ahora me preguntaba, ¿qué cambio? ¿Por qué se quiso disculpar conmigo? ¿Por qué ahora me acompañaba a casa?  Todo esto era tan confuso, tan poco real, simplemente me sentía perdida y no tenía idea de que se supone debía hacer.

-Un dólar por tus pensamientos – dijo rompiendo el hielo. Me gire a mirarlo, tenía una nariz recta y delgada al igual que su barbilla que era más bien afilada, tenía unos pómulos delgados y sus labios eran rosados y carnosos, me pregunte como sería besarlo y de inmediato desterré esa idea de mi mente ¿Qué diablos estaba pensando? Fuera como fuera, el chico era guapo, bastante. – Ahora tres dólares por ellos.

-Créeme valen más que eso – dije divertida. Sonrió ampliamente y lo volví a observar, su rostro marcaba pequeñas arrugas en sus pómulos cuando sonreía, además de que sus ojos se hacían pequeños.

-Hmm, déjame adivinar – sugirió. Lo que llamo mi atención, esto se ponía interesante. – Estás pensando que rayos haces aquí.

-Tal vez – confesé. – En realidad estaba pensando como pude desperdiciar mis muffins en ti.

-Bueno, tampoco estaban tan…

-Ni se te ocurra decir lo que estabas a punto de decir, no puedes meterte con mis muffins – lo interrumpí apuntándolo con un dedo amenazadoramente. Alzó ambas cejas sorprendido y luego río.

-De acuerdo, tranquila, no meterme con tus muffins anotado – dijo sin dejar de reír. Me volví a acomodar sobre el asiento avergonzada por mi arrebato.- Tengo una pregunta, ¿A Marie le gusta Ryan?

-No te lo diré – respondí mirando por la ventanilla.

-¿Por qué? – pregunto desconcertado, me gire a mirarlo de nuevo.

-Código de chicas, además eres amigo de Ryan lo que no te hace confiable – inquirí. Mordió su labio inferior. La camioneta se detuvo frente al edificio donde estaba mi departamento, y aquí venía la parte incomoda.- Gracias… por todo.

-No hay de que – respondió. Abrí la puerta e iba a bajar pero su brazo me detuvo.- Tus padres no te odian, debes saberlo.

-Adiós Justin – dije cerrando la puerta.

______________________________________________________________________

Hola guapas :) Vi nuevas lectoras me emocioneee *-* Jajaja

Pero dejen votos porfaas :)

Aww Justin es un bello, hermoso y tierno hombre, por fin se porta bien con rayita! Es un un milagro jaja 

Pd. En multimedia esta la escena de Rayita y Justin <3

Espero les guste el capitulo, dejen su opinion besos :* 

ѕнє dσηт ℓιkє тнє ℓιgнιтѕ {❤} נυѕтιη&тυDonde viven las historias. Descúbrelo ahora