🌨Capítulo 20
Las esperanzas siempre estuvieron enterradas en Eddwingood. Los sueños no tenían futuro. Las aspiraciones se derrumbaban. Todo era frágil. Nuestros cuerpos lo eran. Figuras cansadas de repetir rutinas agotadoras. Personas infelices buscando la felicidad en consumo y falsa compañía. La inestabilidad de los vínculos era evidente. El egoísmo erosionaba amistades. La timidez también. Pero lo que siempre más dañaba todo era ese orgullo de pensar que uno puede con todo solo.
-Déjame ayudarte- Dije mientras intentaba curar el corte que tenía Portland en su ceja.
-No hace falta- Respondió él dolorido.
-A veces hay que admitir que uno necesita ayuda- Contesté y proseguí limpiando la herida.
-Todo está perdido- Cinnamon se agarró la cabeza con sus dos manos.
-No, no te rindas- Hazelnut la retaba.
-Hazelnut mataste a un hombre. Asesinaron a Maralyn. Frederick y Hooligan están en la policía. Greco, Claire Grimm y Mildred fueron secuestrados. Tyler Kindstale, Gareth Hastle, Meredith, Michigan Klee y Andrew Midnight quizás estén siendo perseguidos en este preciso momento. Rebecca Pine desapareció al igual que Courtney Johansen. No hay nada más por hacer- Dijo Cinnamon.
-No. No nos vamos a rendir así de fácil. Demasiado peleamos por ser escuchados como para callarnos ahora- Hablé enojado.
-Estamos muriendo. Eddwingood está desapareciendo. ¿Qué quieren hacer?- Preguntó Gregorio Frontier.
-Poco a poco este pueblo va siendo nuestro. Ya escucharon las noticias - Opinó Tina.
-El índice de muertos subió a 500 víctimas. 1300 personas siguen vivas y de esas 300 infectadas. Les recuerdo que todavía Xia Akro y Eurin Lindt siguen peleando por salvar su vida. Son las únicas que quedan de todos los que estaban internados. Los demás murieron. Eso deja a 31 vivos de Sexto año solamente. De los cuales solo Claire, Atenas, Mildred, Michigan, Andrew y Justin están completamente a salvo porque ya son inmunes al virus- Portland manejaba los números y estadísticas oficiales del hospital gracias a que era empleado.
-¿A dónde vas Minnesota?- Preguntó Fargo al ver que ella se dirigía a la salida de mi casa.
-Vi unos zapatos en una vidriera que me gustaron y voy a ir a buscarlos- Respondió con tranquilidad.
-¿Tenés plata?- Fargo miró desafiantemente.
-No- Minnesota mostró la piedra que sostenía en su mano.
-EEEHHH, yo voy con vos- Hazelnut obviamente se sumó a la destrucción de vidrieras.
-Vamos- Dijo Justin alentando a todos.
-Mi moral me dice que no, pero algo de mi dice que quizás no viva demasiado tiempo, así que voy- Explicó Portland.
Salimos con los mazos, las armas y las piedras a romper vidrieras. Un día de shopping rebelde. A hacer lo que siempre quisimos: comprar sin gastar. El sueño de todos: tener un negocio para uno solo. Entre risas, vidrios rotos, sirenas de policía, jugamos a ser ricos y felices. Recuerdo las carcajadas, las chicas paseando con sus largos tapados, Justin fascinado con con la ropa deportiva y yo probándome todo lo amarillo que encontraba. Hubiera deseado que Frederick y Greco presenciaran ese momento. Los dos más adictos a la ropa, me arriesgaría a decir.
Con nuestras bolsas llenas y las sonrisas radiantes, caminamos por las oscuras y desoladas calles de Eddwingood. Pero el sueño duró poco, las camionetas negras aparecieron y secuestraron a los que pudieron. Entre esos: a mi.
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La teoría de "Los 12"
Ficción GeneralEddwingood: un pequeño industrial donde la vida era monótona, injusta y aburrida. Nada impresionante pasaba, hasta que un día, los jóvenes del colegio Santa Victoria comenzaron a morir sin razón aparente. En la tierra de la injusticia, la pobreza, l...