Pov Lía:
Luego de atender por lo que pareciendo horas la barra y de además estar mirando constantemente entre la gente del lugar para vigilar de que Marcos no siguiera en el lugar, por fin termino mi turno.
La verdad es que eran ya pasadas las 01:00 de la mañana y me había atrasado un poco, pero no las podía dejar solas a las chicas hasta que llegará mi reemplazo.
Luego de sacarme el mandil (delantal) y dejarlo colgado donde correspondía, me puse mi campera e intenté salir del lugar los más rápido que pude, ya que de tantas personas que se encontraban paradas y una que otras bailando, era muy difícil pasar entre ella por lo que las empuje un poco para llegar a la puerta.
Ya en la entrada cuando me estaba dirigiendo a la parada de taxis, alguien me toco el hombro Y sentí como todo el aire salía de mi cuerpo y me congelaba en mi lugar. No podía ser, pensé que se había ido.
-hey Lía, para que lado vas? - me dijo Carla. Por dios sí que me había asustado.
-Me asustaste - dije con una mano en el pecho.
-ohh perdón no fue mi intención, pero quería alcanzarte.
-ah okey ya no importa, voy para el norte de la ciudad ¿por?
-uf que bueno. Yo también voy para ese lado, pero más al fondo - me dijo y yo seguí a sin entender porque estábamos hablando justo de esto en el medio de la calle a las una de la mañana.
- ¿Quieres que te alcance? - agregó
-eh bue.
-Bueno si quieres, como traje el auto y no quería ir sola en el todo el camino yo pensé que quizás querrías ir conmigo - me dijo hablando muy rápido y cortando lo que le iba a decir.
-Carla calma, no me dejaste terminar. ¡Si quiero ir y te agradecería un montón que me acerques! - dije con una sonrisa.
-Está bien, vamos - dijo dando un saltito y yendo hacia un coche estacionado justo al costado de unos basureros municipales... la verdad es que no era un auto último modelo, pero era muy lindo, tenía grafitis con rosas y mándalas y otras cosas que no podía distinguir por la luz.
-Ehh soy un poco hippie, me gusta pintar las cosas y demostrar como soy - me dijo como disculpándose por su auto.
-No te preocupes, es más, me encanta. Yo también dibujo, pero nada tan lindo y detallado como esto - dije pasando mis manos por uno de los mándalas. Tenía un grado de detalles que tenías que mirarlo de cerca para poder distinguir cada minúscula parte, bueno ya me fui del tema.
Luego de eso, subimos al coche y agarro camino hacia el norte, minutos después, prendió la radio y empezamos a cantar.
-dame tu dirección? - dijo apagando un poco la radio y mirándome de reojo.
-Las Heras 352, pero puede dejarme cerca si quieres, no es necesario que me lleves hasta ahí.
-No importa, me queda de paso - dijo, para luego subir la radio y seguir cantando esas hermosas canciones. Por suerte teníamos gustos musicales parecidos.
Al llegar luego de agradecerle miles de veces, me bajé y entre a la casa encendiendo las luces por las dudas. Cuándo las terminé de encender, fui hacia las ventanas para asegurarlas, ya que al parecer Mike o alguien que estuvo en la casa la dejó abierta y después del encuentro que tuve hoy, ya no me sentía segura.
Justo cuando cerraba la última (la que daba a la calle), vi un auto negro estacionado al frente, como el que varias veces había visto, pero que no lo tomaba en cuenta porque pensaba que era sólo mi imaginación porque me seguiría un auto o me vigilaría.
Sólo esperaba que no sea quien pienso que es.Al terminar de cerrar las mismas, me dirigí hacia la cocina para prepararme algún sándwich para cenar antes de ir a dormir.
Luego de terminar de comer la especie de sándwich que hice con un pan negro y diversas cosas que encontré en la heladera, me dirigí hacia mi habitación y luego de cambiarme por fin pude recostarme sobre mi adorada cama y ni bien tocar la almohada y sin saber en qué momento ocurrió, me dormí.
Pov Zed:
Después del desastre que había hecho en la habitación por mi repentino ataque de furia, me puse a hacer unas llamadas para conseguir un avión privado a primera hora del día y además llamé a mis hombres para que me averigüen todo lo referido de ese hombre, cada detalle de su vida, quería saber todo, donde vivía; con quien; que hacía y lo más importante de donde conocía a mi mujer.
Después de tener todo arreglado para volar a casa a primera hora de la mañana, llamé a uno de mis socios con el que estaba haciendo negocios y le dije si me podía mandar el contrato al hotel para firmarlo. Debido a que me había surgido algo importante y tenía que volver lo antes posible y por suerte no puso ninguna traba y me dijo que no había problemas.
Al otro día ya firmado el contrato y una vez pagado todas las cosas que había roto, me retiré del hotel acompañado de algunos hombres que me había dado el jefe de la familia Bianchi para mi seguridad.
Ya en el avión, organice algunas cosas con Ryan y les avise que me pasarán a buscar por el aeropuerto para poder ir así directo a la casa de Lía.
Tenía que hablar muy seriamente con ella, porque lo que dice el informe que acabo de recibir sobre ese tal "Marcos" no me gusta para nada.
Como podía ser que ese tipejo hubiera sido novio de mi mujer y yo aquí pensando que yo era el primero, no lo quería cerca de Lía por nada del mundo. No iba a permitir que ese estúpido la volviera a tener, porque desde el momento en que puse los ojos en ella por primera vez ella fue y es mía ¡Mi Mujer!
Tendría que hacer algo para que esto no ocurra y ponerle punto final a este maldito tema.
¿Qué hará Zed para poner punto final al problema llamado Marcos? ¿Marcos se acercará cada vez más a Lía? ¿Lía volverá a caer en manos de él?
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No es uno de mis mejores capítulos, pero prometo que intentaré arreglarlo😔😔
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Mi Boxeador ©
Novela JuvenilZed Mcleir: boxeador clandestino, mejor conocido como "La Furia", todos le tienen miedo, nadie se anima a mirarlo a los ojos cuando pasa y menos insultarlo, porque saben que él con solo un chasquido de dedos los podría destruir a todos. Un día llega...