Sanando heridas

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Oscar

Qué te sucede Fersen, que te pasa por qué haces eso, eres un idiota?, le grité molesta, empujándolo y jalándole de los cabellos y éste cayó de costado al piso, sin reaccionar, escuché el golpe en el piso, al levantarme para verlo, me di cuenta que mi blusa tenía un poco de sangre.

Lo vi boca abajo, no se movía y no se despertaba a pesar de la caída, esto me preocupó enormemente.

Ohhh mi cabeza me está matando, pero logré levantar a Fersen con mucho esfuerzo y ponerlo en mi cama, fui a buscar un paño húmedo, pero vi que había uno al costado de mi cama, le miré la cabeza y tenía un pequeño corte en la frente que aún sangraba. Al tocar su frente estaba con un poco de fiebre, así que le estaba poniendo una gas húmeda para refrescarlo.

Iba a ponerle una manta, cuando vi que su ropa tenía sangre en el brazo y en el pecho.

Estaba muy sonrojada, tenía que quitarle la camisa para poderle curar sus heridas, oh que vergüenza, nunca había hecho esto, felizmente está dormido, sino hubiera sido imposible hacerlo.

Le quito la camisa, con mucha dificultad, ya que aún así ella estaba un poco adolorida por los golpes, pero decidió cortarla mejor ya que le facilitaba más.

Tenía un horrible golpe en el brazo, muchos cortes en el pecho, pero eran pequeños, y dos cortes regulares en la cabeza, felizmente todos superficiales.

Me puse a curarlo, su piel es muy suave al tacto, es inevitable sentir su calor al pasar el paño por el, además a pesar de no parecer ya que siempre lo veo con camisas, tiene un cuerpo formado sin grasa, es blanco, me quedo mirándolo un buen rato hasta que un quejido me alerta, recién me doy cuenta y estaba presionando demasiado un corte sobre su pecho, haciendo que vuelva a sangrar.

Observo detenidamente su rostro, en verdad en muy atractivo, mi mano se mueve sola y le toco suavemente su mejilla, la deslizo y un dedo toca sus labios, qué suaves, me acerco lentamente hacia él, no me di cuenta en qué momento ya estaba a unos centímetros de ellos, en ese instante, el abre los ojos.

En ese momento salto y lo cubro con una sábana, mi corazón está latiendo tanto que pienso que se puede detener en cualquier momento.

*****

Fersen - Oscar qué ha pasado, y por qué estabas tan cerca, dijo sin pensar.

Se iba a levantar cuando apoyó el brazo lo cual le provocó un fuerte dolor

Oscar - Estee, estaba viendo si la herida de tu cabeza estaba sangrando, pero no te pares, ese brazo está mal, y perdóname (estaba totalmente roja) tuve que curar las heridas de tu pecho.

Fersen – Muchas gracias Oscar, te agradezco por curarme y cuidarme, pero este chinchón en la cabeza no lo recuerdo.

Oscar – Oh no te habrás dado cuenta, dijo esto dándole la espalda y sonriendo.

Después de bañarse y vestirse, almorzaron, puesto que se levantaron más del medio día. Fersen estaba con el brazo izquierdo inmovilizado con un vendaje y un pañuelo amarrado al cuello.

Fersen – Oscar me sorprendiste, sabes pelear excelente a puño limpio y tienes buena resistencia al alcohol.

Oscar - Ni creas, no recuerdo desde que terminó la pelea, y amanecí en mi cama, contigo enci..., (se ruborizó y miró a otro lado) bueno me desperté y te vi en el suelo, me asusté y pensé que te había pasado algo. Pero, si te ví pelear muy bien también.

Fersen – Si, me ayudó cuando estaba en América había momentos que teníamos que pelear a puño limpio, pero yo salí más herido que tú, dijo esto levantando su brazo vendado.

Oscar a su vez, estaba con una venda en la cabeza y un gran morado en su pómulo, él, tenía también una venda en la cabeza, la nariz un poco hinchada, junto con un corte en la ceja, lo demás estaba debajo de su camisa.

Seguían conversando de la pelea que tuvieron en el bar y tocaron la puerta.

Cuando vieron quien era solo se miraron.

Vaya, vaya, qué pasó por aquí, qué les ha pasado parece que se hubieran peleado con todo el pueblo.

Fersen – No seas así Girodell, tuvimos una pelea en un bar, y bueno terminamos así.

Girodell – Pero no me hubiera imaginado que Oscar hubiera participado en eso, además uno de mis batallones, cuando hubo revisión, aparecieron todos así como esta ustedes ahora, cuando les había consultado me dijeron que se pelearon con unos revoltosos que eran 10, contra 7 que eran ellos. Y acabo de comprobar que eran ustedes, porque me dijeron muchas cosas más que a pesar de ser mentiras tienen verdades en el fondo.

Se acercó a ella y le dijo, Oscar, yo nunca permitiría que una bella dama como tú, se mezcle en peleas de ese tipo, ni que tome a esos extremos, yo te cuidaría como un jarrón precioso y así evitar que se quiebre o se arañe.

Este comentario molestó mucho a Fersen, ya que, al verla Girodell así, sacaría ventaja de su condición.

Oscar – Girodell, gracias por tus halagos, pero a mí me gusta ir a las cantinas, a beber, y si hay alguna pelea es normal que eso suceda.

Girodell – Pero no es normal que se aprovechen de ti mientras estabas desmayada, uno de mis soldados me comentó que vio a un hombre besando a otro mientras lo apoyaba a la pared, no le hice caso pero me dijo que eran los que habían peleado con ellos.

Al decir eso Oscar y Girodell miraron a Fersen con cara de enojo.

Continuará....

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Qué pasará?

Muchas gracias a todas por comentar y dar sugerencias sobre la historia.

Un gran abrazo a mis compañeras de Wattpat que me apoyan mucho y a Dorian Dantes, por sus comentarios para mejorar en la lectura.

Las quiero mucho, al igual a mi Ángel, que me cuida.

 


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