Rescate

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Se prepararon, Fersen volvió a su puesto original con la simulación de que sus manos estaban atadas, junto a la puerta, Oscar a la cama.

Pero quedaron en simular un pelea, pero debían empezar en este instante.

Oscar – Fersen eres un estúpido por arriesgarte en venir.

Fersen – Pero Oscar, no te das cuenta de que todo lo hice por ti, además debes tratarme mejor ya que hice lo posible por liberarte.

Oscar – Eres un idiotaaa !!!!!!

En ese momento por el ruido y porque sonaba cosas golpear entraron René y dos personas más.

René – Qué sucede aquí, basta de peleas, parecen casados.

Cuando entraron, los tres estaban mirando a Oscar ya que ella gritaba y seguía tirando todo lo que estaba a su alcance y repetía lo mismo.

Justo después de decir eso, salió Fersen con un cuchillo en mano y atacó a la persona que estaba junto a él, le clavó en el pecho, e inmediatamente atacó al que estaba delante de él.

Oscar, fue directamente a René, y le apuntó al cuello.

Fersen – En donde está el miserable de Saint-Just y si deseas salir vivo, nos vas a ayudar a salir.

René – Mi jefe salió va a demorar y están locos si creen que los voy a ayudar.

Oscar – Entonces nos arreglaremos, gracias por tu ayuda.

Fersen le dio una patada en el estómago que lo dejó inconsciente. Con mucho cuidado abrieron la puerta, ya que los dos desconocían como era la el lugar en donde estaban atrapados.

Miraron hacia los alrededores, habían varias puertas, solo había una persona sentada en un banco en el pasillo, la cual fue neutralizada rápidamente por Oscar, siguieron caminando en ese momento aparecieron como 3 personas, pero estaban desarmadas, los cuales los derrotaron gracias a los cuchillos que tenían, después llegaron 5 más, pero ahora sí con unos sables.

Gracias a las destreza de los dos lograron abatir a los enemigos, pero en el trayecto fue herida Oscar en un brazo, algo leve pero le molestaba, cosa que preocupó a Fersen, en ese momento no saben de cuál de los cuartos apareció René con un fusil militar, apuntando a Oscar, y disparó no la alcanzó a ella, pero si a Fersen, que se había puesto frente a ella, dándole en el hombro, Oscar se asustó y lanzó su cuchillo, el cual cayó justo en el cuello de René, el cual retrocedió y al caer de frente se incrustó más el cuchillo quedando muerto en un gran charco de sangre.

Por el ruido del disparo aparecieron unos 10 más, en ese momento los dos se vieron perdidos. Fersen estaba sentado en el piso y Oscar solo lo abrazaba, pero aún así se levantó y había agarrado el fusil y estuvo disparando hasta que quedaron 5, y se le acabaron las balas.

De pronto al frente de ellos se escuchaban choque de espadas, y disparos y entre el tumulto de personas vieron a Girodell y un grupo de soldados, entre ellos el papá de Oscar, que mataba a todo el que se le ponía de frente.

Coronel Jarjayes – ¡Oscar!

Los cinco que quedaron fueron eliminados tanto por el Coronel Jarjayes, como por Girodell, Oscar se asombró y fue a abrazar a su padre.

Oscar – Padre !!!

Lo abrazó con mucha fuerza y emoción.

Coronel Jarjayes – Gracias a Dios que estás viva, oh estás herida, vamos a sacarte

Oscar – Por favor ayuden a Fersen me protegió de un balazo.

Coronel Jarjayes –Vamos Girodell, ayudemos a levantarlo y llevarlo a la casa.

Fersen – Gracias Coronel, y supo algo de Saint-Just?

Coronel Jarjayes – No hijo, debe haber sido avisado, te estoy muy agradecido por salvar y proteger a mi hija.

Fersen – Se lo dije Coronel, iba a protegerla con mi vida.

Girodell – Vamos y salgamos de aquí ahora. – Estaba molesto por lo que estaba escuchando.

Salieron de allí, Oscar en brazos de su padre, y Fersen apoyado por Girodell, los soldados habían atrapado a la mayoría de personas que estaban en esa casa, los demás estaban muertos.

Tomaron un carruaje directo a la casa de Fersen, ya que era la más cercana. Vino el doctor de la familia y los curó, Oscar tenía un corte superficial pero sangró regular, Fersen era el de mayor cuidado, la bala había atravesado de lado a lado el hombro pero no tocó nada importante, sólo no tenía que mover el brazo derecho por un mes y su sanación será muy satisfactoria.

Después de curarlos, el Coronel Jarjayes, dejó unos guardias en la puerta de la casa.

Coronel Jarjayes – Fersen, en verdad cumpliste con tu promesa, eres un caballero, y te mereces todo lo mejor, me refiero a mi hija.

Fersen – (sonrojándose) Bueno Coronel, ella tiene que decidir eso.

Coronel Jarjayes – No se diga más eres mi yerno.

Fersen – Espere Coronel, déjeme conversarlo con Oscar, que se despierte ya que ha pasado por mucho sacrificio y penuria al estar encerrada por un largo tiempo. Por favor no la presione.

Coronel Jarjayes – Está bien, te daré un tiempo.

Fersen – Muchas gracias Coronel.

Oscar cuando llegó después de curarse, se dio un gran y relajante baño, se quedó en la tina un buen rato, pensando todo lo que había sucedido.

Pensó, que era bueno volver a su casa, ¿Hogar?, y que si, se sentía muy bien en este lugar junto con Fersen, ya que él la había tratado muy bien, no se había sobrepasado con ella, ni mucho menos besarla a la fuerza, además le había salvado la vida, poniendo su cuerpo frente a ella para detener la bala del enemigo.

Estaba muy cansada, no había dormido bien desde que la raptaron y ahora está echada en su cama, con ropa cómoda y una cama muy cómoda.

Continuará ....

Ya toda la tormenta ha pasado, en sus capítulos finales, me dicen si les ha gustado

Muchas gracias por su apoyo.

Cuídense mucho y espero sus sugerencias.

Una Nueva EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora