Acecho

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Fersen estaba muy preocupado, él es que menos podía hacer algo ya que su cara es la más conocida de la de los tres, no sabía que hacer. De pronto se le ocurrió, disfrazarse e ir de noche y pasar por el lugar para dar una mirada y saber si en verdad Oscar estaría allí dentro.

Se preparó, se puso una barba, lentes, una peluca, un saco medio viejo y roto, para hacerse pasar por un ciudadano pobre, cosa común en las calles de París, además guardó su pistola, y un cuchillo, para cualquier inconveniente que pudiera suceder.

Salió de su casa, para mejorar su disfraz, llevó una bolsa de papel y en ella una botella de vino, le dio largo trago, para que sea un poco más real y de paso darse fuerza.

Caminó hacia el lugar no podía llegar en carruaje, después de unos 20 minutos llegó a la cuadra del sitio indicado por los espías, se hizo el borracho, se apoyó en la pared se puso a tomar un poco y se sentó muy cerca. Estuvo como una hora, al fin salió alguien de allí, era una mujer con una niña, ya con valor por haberse tomado más de la mitad de la botella le dijo,

Fersen - Señora una consulta estoy buscando habitación, hay allí alguna disponible?

Señora – Los siento se ha equivocado esta es mi casa, yo vivo sola con mi hijo y hermano.

Fersen – Disculpe por la imprudencia y al costado en esa casa grande allí si viven muchas personas?

Señora – Si, allí si hacen mucho ruido, salen y entran a cada rato, me parece que es un lugar de mal vivir.

Fersen – Por qué lo dice?

Señora – Entra muchos hombres y pocas mujeres, en todo momento, llevan cosas, traen cosas, pero en hoy día ha estado tranquilo, no ha habido mucho ruido. Pero yo creo que trafican con algo, hace unos días trajeron un gran bulto, pero no pude ver ya que habían tantas personas que no me dejaban mirar que era, así que tenían una apariencia de miedo, creo que hasta estaban tapados o con máscaras.

Fersen – Conoce alguno de ellos?

Señora – No los conozco.

Fersen – Muchas gracias por su ayuda, espero le vaya muy bien

Le dio unas monedas a la señora, que al principio se negó, pero a la insistencia de él, los aceptó.

Mientras conversaba con la señora, no vio salir a nadie, pensaba quizá la casa tenía fondo y daría una salida al otro lado de la calle, así que se dio la vuelta, caminando lentamente, claro ya se le había pasado la embriaguez, todo con lo que había averiguado.

Pero fue en vano, no se podía distinguir cual era el final de la otra, y no había nadie, ya era tarde y también estaba arriesgando su vida, estaba por regresar, pero al tomar el último trago de la botella, no se dio cuenta y chocó con dos personas, que lo tiraron por estar en desventaja.

Persona 01 – Fuera borracho, mira bien a dónde vas

Persona 02 – Apártate inmundo, ten cuidado a la próxima no seremos benevolentes contigo.

Levantó su cabeza y se sorprendió que uno de los que le había hablado era el mismo Saint-Just.

Fersen – Perdone no los vi, lo lamento.

Saint-Just – Tu eres nuevo por aquí, qué haces por aquí?

Fersen – Ah! Estaba buscando un licor más barato, pensé que por aquí vendían. Pero también un trabajo para poder comprar más, tienen alguno, hago lo que sea.

Persona 01 – No y si no te largas, te saco a patadas.

Saint Just – No creo pero si me dices tu nombre y vienes mañana a esta hora te aviso si hay.

Fersen – Mi nombre es Francis Peltier, entonces, vendré mañana a ver si hay trabajo y un buen vino.

Saint Just – Si, mañana te espero aquí mismo.

Fersen salió de allí, estaba asustado, el rostro de Saint-Just, le daba un poco de temor, además ahora trataba de recordar qué nombre le había dado, ya que por ese nerviosismo lo había olvidado. Fue a su casa, se dio un baño, pidió a un sirviente ir a buscar inmediatamente a Girodell, y al papá de Oscar.

Se reunieron y Fersen les explicó lo que sucedió, todos se sorprendieron de qué tan rápido él había encontrado muchas pista y lo más seguro que allí sea en donde esté Oscar.

Fersen – Yo iré mañana a ver qué sucede, quizá me acepte, pero tendré que hacer méritos para que me lleven donde está Oscar.

Coronel Jarjayes – Es cierto eso, pero mandaré a dos personas que estén cerca para cuidarte, pero igual seguiré con mis espías para que de paso sea una carnada a ver que sucede.

Bernard – Bueno, mis compañeros no consiguieron casi nada de datos ya que ellos son bien sigilosos con sus cosas.

Girodel – Si hay que tener protección para mañana, ahora hay que ver también tu vestimenta y apariencia.

Coronel Jarjayes – Si, mira Fersen, cuida tu lenguaje y tienes que ver tu acento, o dices que vienes de otro país, pero no menciones Suecia.

Fersen – Si está bien.

Al otro día, por la mañana Oscar recibió su desayuno después de varios días ya se estaba acostumbrando a la rutina, ya que no había pasado nada raro en los últimos días.

Dentro de media hora, entró Saint-Just donde estaba ella.

Saint-Just – Oscar, parece que tienes un ángel guardián que te quiere mucho, él piensa que no lo he reconocido pero desde la primera vez supe quién era, lo traeré junto a ti pero antes sabrá de mi odio, pensaba que yo era un tonto que no me iba a dar cuenta.

Se le acercó a ella, le tomó el mentón y ella con la otra mano le rechazó pero recibió una cachetada, y él se fue inmediatamente ya que Oscar salió a atacarlo pero la longitud de la cadena le impidió alcanzarlo.

Saint-Just – A ver si te pones tan valiente cuando veas a tu ángel casi muerto a tus pies.

Oscar – Quien es? Dímelo Saint-Just

Saint-Just – No, ya muy pronto estarás junto a él. Así que espera sentada. Nos vemos.

Se fue dejando Oscar con una incertidumbre, mucha duda y gran preocupación.

Oscar – Oh no, quien será?

En la noche todo quedó listo para la reunión de Fersen con Sain-Just.

Continuara.....

¿Qué pasará? 

Muchas gracias por sus comentarios, espero sus sugerencias e ideas.

Se me cuidan mucho y no se olviden de poner su estrella.

Una Nueva EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora