Capítulo 5

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Los días pasaban y con ellos mis nervios. Me tomé unos días para ir a ver a mi familia y amigos a Málaga, pues desde que me había instalado en Madrid apenas los había visto. Todos me recibieron con los brazos abiertos, y felices de la propuesta de Alejandro de cantar con él en su concierto. Organizamos una comida todos juntos, y como había imaginado, me hicieron millones de preguntas acerca del concierto, de las cuales solo tenía respuesta a dos de ellas. Cantaríamos "Y si fuera ella", la canción que canté en las audiciones y la que me lleva acompañando toda mi vida, y además, Alba seria la que me acompañase ese día. No había mejor persona que ella, además de conocerme mejor que nadie, era la única que podía tranquilizarme.
Ese mismo dia me volvía a Madrid, pues esa noche había quedado con Alba y Rocío para irnos de marcha por alguna discoteca de Madrid y al día siguiente tenía el concierto. Opté por un pantalón de cuero negro, un top del mismo color y una americana roja. La noche no pudo ser mejor, Rocío y Alba se fueron un poco de copas, yo intenté controlarme, tenia presentes las palabras del maestro "Cuídate mucho estos días, para que puedas dar el 100% de ti" no podía echar a perder todo por una noche. Rocío empezó a darse cuenta de todo cuando estábamos en la barra, y pasó una chica morena, alta y muy atractiva por delante nuestra y Alba gritó "Está buena, ¿verdad, Carla?"
Ella nos contó que hacia un año que lo había dejado con su novio, pues ambos dejaron de sentir, y antes de alargar algo que no iba a llegar a ningún lado, mejor hacerlo bien y cortarlo a tiempo. Fue una noche increíble, bailamos todas las canciones que ponía el DJ y nos lo pasamos muy bien, pero no podía quedarme hasta muy tarde, ya que aunque Alejandro me recomendó que saliese un día antes para despejarme, no podía defraudarle, tenía demasiada responsabilidad. Alba también se fue a la misma hora que yo, al fin de al cabo ella me iba a acompañar al día siguiente, y tampoco era plan de aparecer con resaca y con cara de muerta.
Como era de esperar, esa noche no dormí nada, hablando con Alba por whatsaap, por lo tanto ese día me lo pasé a base de café, bebida energética y mucho maquillaje. Las horas iban pasando y mi inseguridad aumentaba... Me sentía pequeña, sentía que no podia... Necesitaba llamarlo y decirle que no, que yo no iba a ser suficiente para ese concierto.
-Alejandro, buenos días... -le dije según me cogió la llamada
-¡Ey, buenos dias Carla! -me respondió  -¿Qué pasa?
-Lo siento por llamarte, se que debes estar ocupadísimo, pero es que no, no puedo Alejandro -al final no me pude contener y terminé llorando -Esto es demasiado para mí, no quiero defraudart...
-¡Ey! Tranquila, no me vas a defraudar -no me dejó terminar la frase -Eres una pedazo de artista Carla y hoy lo vas a demostrar, además, también va Mark, otro del equipo, así que tranquila...
-Está bien, gracias por todo Alejandro, gracias por tu paciencia. Nos vemos en unas horas, un beso.
Colgué la llamada, y decidí meterme en la bañera, para así, acabar y secarme y plancharme el pelo, de esa manera tendría un poco la mente ocupada. Alba me ayudó a decidir la ropa, al final opté por una falda corta y negra de volante, un top rojo y mis botines negros. Ella iba a ir preciosa también. Metí lo necesario en la mochila y salimos pitando al taxi que ya nos esperaba en frente de mi puerta.
Antes de entrar al recinto, nos paramos a comer algo en un restaurante cerca de ahí, ya que ninguna de las dos había ingerido nada mas que café y red bull en todo el día.
Nada más entrar nos recibieron varios artistas, que no paraban de decirme "Qué mona", lo que tiene ser la más pequeña. Aprovechaba para sacarme fotos con ellos, Alba igual. No todos los días estamos al lado de Pablo Alborán o Pastora Soler.
El ensayo con Alejandro fue perfecto, poco a poco los nervios iban desapareciendo, aunque como él dice, no es lo mismo el Estadio vacio que totalmente lleno, que es como estaría en una hora. También me presentó a Mark, era un chico muy majo, y me tranquilazaba saber que él tambien estaba igual de nervioso que yo. Me contó un poco acerca de sus canciones ya que él era compositor también, y nos prometimos que si alguno de los dos ganaba el programa o sacaba un disco en un futuro, haríamos una colaboración juntos.
Nos presentaron mi camerino y el de Alba y flipamos aún mas, era igual de grande que mi casa. Había una mesa con comida y vino, y fue lo primero que atacamos. Por lo menos a mi me iba a venir muy bien. No parábamos de sacarle fotos a todo lo que había en el camerino, y mandarlas a nuestra gente para que fliparan con nosotras. Y como no, la fotito de postureo en el twitter que no falte.
Empezamos a vestirnos con la ropa que habíamos elegido a priori en casa, nos maquillamos y salimos al fotocol. Y es que, cuando pensaba que lo peor ya había pasado, me encuentro delante de cientos de fotógrafos sin saber que hacer, me dedicaba a poner la mano en la cintura y sonreír, todo el rato. Me sentía ridicula, y más aún cuando los periodistas se acercaban a mí para preguntarme cosas, las cuales no sabía ni que responder. De vez en cuando miraba de reojo a Alba, que estaba en una esquina riéndose y bajando la cabeza para disimularlo...
-¡Serás zorra! -le di un puñetazo en el brazo empujándola para salir de ese fotocol, una vez que terminé  -Cómo esto sea así todo el dia...
-Te veías super natural nena -ironizó
-Ya ya...
Salimos de allí lo antes posible, y seguimos explorando todo el recinto. Cuando me quise dar cuenta, Alba desapareció de mi lado y se fue a perseguir a algún famoso para pedirle un autógrafo o una foto. Se le veía tan feliz, tan cómoda...
-¡Oh! -oí una voz detras de mí, me giré y ahí estaba ella, tan guapa como siempre.
-¡Malú! -me acerqué y le di dos besos. Su inconfundible perfume, tan suyo, me transportaba a ese primer día en las audiciones.
-Qué mona estuviste en el fotocol -añadió con ironía - Si te hace sentir mejor, te diré que yo a día de hoy también me siento incómoda cuando tengo que posar
-¡Calla, casi muero de vergüenza! -ambas nos reimos
-Oye, voy a fuera a fumar,¿te vienes, y así seguimos hablando?
Le contesté con un "Claro" y la seguí hasta llegar a la zona exterior reservada para nosotros. En ese momento solo habían unos pocos famosos sacándose fotos. Nos sentamos en uno de los bancos, y sacó de su clutch un cigarro. Acto seguido lo atrapó con sus labios, y con un mechero lo encendió.
-Y bueno, cuéntame sobre ti, creo que como que ex coach me lo merezco  -le dio una calada al cigarro, y giró su cabeza en sentido contrario a donde estaba yo para expulsar el humo
-Pues no se... Como dije en las audiciones soy de Málaga aunque actualmente vivo aquí en Madrid, ya que estoy estudiando educación infantil y por las tardes trabajo en una guardería -hice una pausa -Bueno, ahora mismo no estoy haciendo ninguna de las dos cosas, hasta dentro de unos meses no las retomo ya que quiero dedicarme cien por cien al programa
-Mmmm... Te gustan los niños entonces -asentí con una sonrisa tímida -Y tu familia,¿vive aquí contigo?
-No, que va, mis padres se vienen muy a menudo, y más ahora, pero no, la única que vive en Madrid soy yo
-Y,¿la chica que vino contigo, tu hermana, prima, novi...?
-Es mi amiga, mi mejor amiga, se llama Alba -la interrumpí antes de que dijera la palabra "novia" -La conocí en la Uni, hasta hoy, que se ha convertido en mi mano derecha en todo
-¡Qué bien! Estoy segura que si en un futuro te adentras en este mundo, será tu manager -me guiñó un ojo
-Ojalá...
Un hombre alto y moreno, del Staff, nos interrumpió la conversación, para indicarle a Malú que salía en unos minutos. Apagó el cigarro en uno de los ceniceros, se levantó y se despidió de mi con un "Nos vemos luego peque", a lo que yo le respondí "Suerte". Me quedé unos minutos mas allí, y me levanté en busca de Alba, que no paró de preguntarme todo el rato dónde había estado y con quién, aunque finalmente termino dándose cuenta por mi sonrisa. Ambas nos quedamos a un lado viendo la actuación de Malú junto a Alejandro. Se le veía disfrutar muchísimo, maestro y aprendiz juntos... Estaba disfrutando tanto de la actuación que no me acordaba que en breve me tocaba salir a mí, y así fue. Cuando me quise dar cuenta estaba yo subida en ese escenario junto al maestro. Llegó el momento en el que los nervios desaparecieron por completo, y me dediqué a disfrutar de Alejandro y del público. Baje corriendo las escaleras, y abracé a Alba gritando "¡He podido!", ella estaba muy orgullosa de mi, y yo, feliz de haber disfrutado tanto.
No paraban de ofrecernos copas... Una, dos, tres, cuatro, y así hasta que sin darme cuenta estaba más feliz de lo normal, totalmente integrada en el grupo dentro de los camerinos con todos los artistas, y perdiendo a Alba cada dos por tres de vista. Entré al camerino para recoger nuestras cosas, para seguir la fiesta ella y yo en otro sitio...
-Carla -tiré la mochila al suelo del susto cuando oí mi nombre, me giré, y era ella, apoyada en el marco de la puerta, me atrevería a decir que estaba incluso peor que yo
-Malú, qué sorpresa -le dediqué una sonrisa mientras me agachaba para recoger la mochila del suelo
-Perdón por el susto -se adentró totalmente en el camerino con una sonrisa tímida -Quería invitarte a ti y a tu amiga a cenar con algunos de nosotros en un restaurante cerca de aquí
-Vale... Pero...
-Tranquila, te explico donde es...
Empezó a explicarme la ubicación del restaurante, al principio si la escuchaba con claridad, veía como las palabras salían torpes por su boca por culpa del alcohol... De repente, dejé de escucharla totalmente, me encontraba en una burbuja. Solo podía centrarme en sus labios, como rozaba su lengua en ellos cada cierto tiempo cuando se le secaba la boca, no podía dejar de mirarlos, de sus labios pasaba al lunar que tiene debajo de ellos, y así sucesivamente, hasta que su boca en mi oído me hizo volver a la realidad...

-Si solo te dedicas a mirar mis labios en vez de escuchar las indicaciones, no sabrás como llegar peque...-me susurró

Y,¿Si fuera ella? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora