Capítulo 27

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Penúltimo capítulo!!!!!!💜💜💜💜

Todo estaba fluyendo de maravilla. Las canciones iban pasando, y yo cada vez me sentía más a gusto, en casa, y más teniendo a parte de mi familia en primera fila, y a cientos de personas que confiaron en mí para comprar esa entrada. Realmente los veía disfrutar, algunos cantaban, otros lloraban con algunas canciones, y otros gritaban mi nombre, mientras yo cantaba canciones que estaban en el disco, que había cantado en el programa e incluso canciones escritas por mí que no pude meter en él.
De vez en cuando miraba de reojo, y veía a Malú, apoyada en las escaleras y bailando algunas de las canciones. Y como no, yo me derretía. El hecho de que estuviese ahí, en un día tan importante para mí, me hacia muy feliz y sobretodo, lo valoraba muchísimo. Sabía que no había sido idea suya, pues la conozco, y se que ella para esas cosas es muy orgullosa, y más después de el tiempo que había pasado, pero lo importante era que estaba ahí.
El concierto términó, y antes de salir del escenario, agradecí a todo el público, dedicándole miradas y sonrisas especiales a mi familia, y por último saliendo por el lado contrario en el que estaba Malú. Tenia la adrenalina por los aires, y necesitaba relajarme y beber un poco de agua antes de ver a nadie.
Después de un rato, me dispuse a buscarla, pero no la encontré por ningún lado. Llegué hasta a entrar en mi camerino a ver si estaba allí, pero nada.
Escuché unas voces al fondo, y dirigiéndome al final del pasillo, la encontré. Para mi sorpresa, no estaba sola, estaba con mis padres hablando, y sentí un escalofrío por todo mi cuerpo.

-Hola -dije sonriendo
-Mi vida -mi madre me abrazó y pude notar la emoción en su voz -Qué bien lo hiciste corazón
-Me alegro de que te haya gustado mamá -le di un beso en el moflete, aún sorprendida por ver a Malu allí con mis padres. Mi padre se acercó también a mi y me dio un abrazó.

Me quedé unos segundos mirando a Malú, sin saber que hacer. Hasta que fue ella la que se acercó y se fundió en mis brazos. Había echado de menos sus abrazos, su perfume, su manera tan peculiar de susurrarme cosas al oído, en este caso "Estoy muy orgullosa de ti", a lo que yo sonreí en su cuello.

-Oye, ¿y los demás? -les pregunté a mis padres cuando me separé de Malú
-De eso estábamos hablando -intervino mi madre -Estábamos pensando ir a cenar todos, con la banda también, a un restaurante cerca de aquí, que Alba dice que está muy bien, y será uno de los pocos que está abierto a esta hora.
-Pero mamá, Malú no puede salir así como si nada de aquí... -dije preocupada
-Tranquila -me dijo Malú, acariciándome el brazo -Está todo hablado. Ahora salimos tú y yo por la puerta trasera, y ellos nos vienen a buscar allí con el coche. Los demás ya están de camino al restaurante.

Antes de irnos, fuimos a mi camerino a recoger mis cosas. Ambas estábamos calladas, yo no sabía que decir, y por lo que vi ella tampoco, así que preferí seguir callada.

Llegamos al restaurante, y me sorprendí de lo bonito y moderno que era. Habían a penas cuatro personas, pero aún así, escogieron una mesa al fondo para poder estar más tranquilos. Me hizo mucha ilusión ver a mi familia allí reunida, junto a la banda y a mi Alba. Los fui saludando a todos, y dándoles las gracias por esa noche tan especial.

Acto seguido nos sentamos para pedir la comida. Malú y yo estábamos al lado, y Alba al al lado de ella, por lo que pude ver como se cuchicheaban cosas al oído, y yo sonreía de verlas así sin saber que se estaban diciendo.

Vino el camarero para traernos la carta, y para que pidiéramos la comida, y Malú y yo decidimos compartir un menú ya que ella tenía no tenía mucha hambre, y yo tenía el estómago algo cerrado de la emoción.

Después de media hora, el camarero trajo la comida, y mientras comíamos les conté un poco a mi familia mis sensaciones y experiencia en mi primer concierto. Malú también intervino en la conversación, ya que ella podía explicar mejor lo que se sentía al estar subida en un escenario ante tanta gente.

-Oye Malú, ¿y eso de que estás aquí hoy? -Mi tía cambió radicalmemente de tema, y le preguntó a ella, acto que hizo que se pusiera nerviosa. Mientras, mi prima dormía plácidamente en sus brazos.
-Porque bueno... Tenía ganas de estar hoy en su primer concierto -Le respondió nerviosa
-Pero, ¿habéis vuelto? -volvió a preguntar. Me quedé de piedra al oír eso, y Malú más. Puse mi mano encima de la suya, para que se tranquilizara. En ese momento solo quería matar a mi madre por contarle toda nuestra historia a mi tía.

Ni Malú y yo supimos que decir en ese momento, ya que técnicamente nunca habíamos empezado una relación, así que le respondí con un humor quitándole importancia al asunto.

-¡Ay tita por dios! -las tres nos reímos, y mi tía dejó el tema ya que veía que nos incomodaba a las dos.

Estaba deseando estar a solas con Malú y poder terminar la conversación que habíamos empezado en el camerino. Y por lo que vi, mi madre también lo deseaba, ya que cuando terminamos de comer, nos ''obligó'' a irnos con la excusa de que yo estaría muy cansada. Tampoco quise insistirle mucho, y después de despedirnos de todos y yo darles mil besos, salimos del restaurante. Mi familia al día siguiente se volvía a Málaga y Malú y yo a Madrid, por lo que nuestros hoteles estaban en sitios diferentes.

-Bueno, pues me voy ya... -me dijo Malú una vez fuera, con la intención de despedirse de mi.
-Oye, si quieres, te puedes quedar esta noche en mi hotel, y mañana antes de irnos pasamos por el tuyo para que cojas tus cosas -le propuse -en un taxi, en cinco minutos nos ponemos ahí, que está aquí cerca.

Ella aceptó, supongo que tenía las mismas ganas que yo de hablar y de solucionar las cosas.

Llegamos al hotel, y lo primero que hice fue dejarle una camiseta ancha que le llagaba por las rodillas. Cuando salió del baño, nos quedamos unos segundos mirándonos, calladas. Esta vez fui yo la que di el paso y me atreví a decirle lo que llevaba toda la noche deseando.

-Gracias...
-¿Por qué?
-Por estar aquí hoy, y por haberte venido a la cena. Se que en ese sentido eres cortada, y que te cuesta bastante -se acercó a mi, y se sentó a mi lado en la cama
-No me tienes que dar las gracias por nada Carla -yo asentí -Las gracias te las tengo quedar yo a ti por seguir aquí, y por no haberme mandado a la mierda después todo
-Malú... Yo, yo te quiero, y quiero intentarlo contigo de una vez por todas -le dije, mirándola a los ojos
-Yo también quiero. Creo que llevamos ya mucho tiempo conociéndonos y es hora de dejarnos, o bueno, de dejarme yo de tantas idas y venidas... -entrelazó su mano con la mia
-Si, ya es hora -sonreí, y acaricié su cara con la otra mano
-Se que al menos al principio no va a ser fácil, solo te pido que tengas un poco de paciencia conmigo -me dio mucha ternura que dijera eso, y sonreí inconscientemente
-La tendré
-Te quiero muchísimo -lo dijo en susurro, haciendo que se me erizara todo el pelo de mi cuerpo
-Yo más -ella quito su mano de la mía, que aún estaban juntas, y pasó la suya a mi cuello.

No pude aguantar más y la besé. Llevaba toda la noche deseando hacerlo, y había echado mucho de menos sus labios. Aún tenía puesto la ropa del concierto, y el maquillaje, pero me dio igual.

-Qué bien te queda este conjunto -me susurró al oído -Me vuelve loca
-A mi me vuelves loca tú, y como te queda mi camisa -le respondí entre sus labios

Sin dejar de besarnos, me fue acostando en la cama, mientras mi ropa desaparecía por completo, y acto seguido la suya también. Se sentó encima de mí, y empezó a moverse, haciendo que nuestros sexos se juntaran. Yo no podía parar de gemir, y antes de llegar al orgasmo, paró, y bajó con su boca a mi sexo, combinando su lengua con sus dedos, haciéndome llegar completamente.

Tomé las riendas de la situación, tumbándola esta vez yo, quedándome encima de ella, y besando todo su cuerpo, desde su cuello, a sus pechos, hasta su barriga. Masajee su entrada, y sin dejar de mirarla a los ojos, introduje un dedo, después otro, y por último otro más. Ella arqueaba su espalda, mientras con sus manos buscaba mi cuerpo para arañarlo con sus uñas. Lo único que se escuchaba eran nuestras respiraciones de fondo, y mientras, mi boca en su zona, haciéndola llegar a lo más alto. Y así fue como nos demostramos todo el amor que nos teníamos, y todo lo que nos habíamos echado de menos ese tiempo.

Malú se quedó dormida encima de mi pecho, mientras yo acariciaba su pelo suavemente. Y así, en esa misma postura, lo único que se me pasaba por la mente era "¿Y, si fuera ella?" Y si, cada vez tenía más claro que si lo era. Ella es esa persona que me complementa, y que ojalá no deje de hacerlo nunca. No sabía que iba a pasar con nosotras, si lo nuestro iba a salir bien, o por el contrario, saldría mal y nos haríamos daño. Pero por una vez, no tenía miedo. Todas las cartas estaban sobre la mesa, y como no arriesgarme con ella, si ella es todo lo que que quiero y necesito en mi vida.

Y,¿Si fuera ella? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora