Y,¿Si fuera ella?

Capítulo 13

-No se que decir... -dije nerviosa
-No digas nada, solo confía en mí, por favor. Me gustas Carla -me quedé paralizada cuando dijo eso
-Al final, el papel de enfadada que quería tener, se va a tomar por saco -me reí al decir eso
-Ya... -Ella parecía no estar prestando atención a nada de lo que decía, estaba embobada mirándome
-Malú, tengo que irme ya -miré el reloj que llevaba en la muñeca- Tengo que coger un taxi
-¿Un taxi? -preguntó extrañada -¿No trajiste tu coche?
-Hoy no estaba en condiciones de conducir
-Yo te llevo -dijo segura
-Ni de broma, tu tendrás cosas que hacer -añadí
-No tengo planes ahora mismo. Ya firmé a las fans, y hoy no tengo que quedarme más tiempo -me sonrió
-Bueno pues... -volví a decir nerviosa
-Vamos anda -me cogió la mano -Tu me vas guiando hasta tu casa.

En el camino hasta llegar a su coche ella iba delante de mí. Pude apreciar lo preciosa que iba. Llevaba un pantalón de cuero negro, una camiseta ancha y unas sandalias con poco tacón.

-No me mires el culo- se giró y me dijo con voz de niña pequeña
-No te lo estoy mirando -añadí yo tímidamente

Nos subimos en su coche, y mientras ella me contaba cómo le habia ido el primer ensayo de la final con Rocío, yo le iba dando las indicaciones para llegar a mi casa.

-Hiciste buena amistad con Rocio ¿no? -quitó un momento la vista de la carretera y me miró
-Si, la verdad es que es una chica estupenda -dije yo
-Me ha hablado muy bien de ti -añadió ella, a lo que yo sonreí tímidamente
-Hemos salido varias veces junto a Alba, mi amiga, de fiesta, y hemos congeniado muy bien las tres
-Me alegro muchísimo. Te lo mereces -volvió a apartar la mirada de la carretera, a lo que yo agradecí con una sonrisa
-¡Gira a la derecha! -di un pequeño grito cuando vi que iba a seguir recto

Cuando llegamos, aparcó justo en frente de mi puerta y miró, como respuesta de que hiciese algo, no sabía exactamente si quería un beso, un abrazo... Pero me atreví, y fui más allá.

-¿Qui.. quieres subir? -le pregunté nerviosa
-¿Estás sola? -preguntó ella
-Si, ya te he dicho que vivo sola, solo que a veces Alba viene de visita, pero ahora mismo está en la uni -me sonrió y ambas bajamos del coche.

Antes de meter la llave, le pedí perdón por adelanto por el posible desorden que se iba a encontrar cuando abriera la puerta, ya que llevaba unos días de locura y apenas habia tenido tiempo de dicarme a la casa. Ella solo se rió y me respondió con un "Tranquila, mi casa está igual, solo que yo sé donde esconder la mierda", acto seguido me guiñó un ojo.
Le enseñé un poco la casa por encima, y le pregunté si quería que pidiera para comer pizza, a lo que ella aceptó felizmente. Mientras llegaba nuestro pedido, le invité a sentarse en el sofá, mientras hablábamos de sus futuros proyectos.

-¿Sabes? -dijo ella, a lo que yo negué con la cabeza -Dos días después de la final me voy a Argentina, tengo varios conciertos allí y firmas de discos
-¡Qué bien! -exclamé -Y,¿cuánto tiempo estarás alli?
-Un mes

Tragué saliva y fingí una sonrisa. De repente el miedo volvió a apoderarse de mi. Y, ¿si cuándo vuelva todo es diferente?, ¿Si quizá cambia de opinión respecto a "lo nuestro"?
El timbre interrumpió mis pensamientos. Abrí, y me encontré al repartidor con nuestra pizza en la mano, le pagué y acto seguido cerré la puerta.

-Aquí está -dije llevando la pizza a la mesa -¿Qué quieres de beber?
-Un refrezco va bien -Malú estaba deseperada por comer, se le notaba en la cara que tenía desde que vio la pizza
-Oye guapa, que la pizza es para las dos -añadí yo llevando los dos refrezcos a la mesa y sentándome a su lado
-Cómo no te des prisa... -dijo ella soltando una risilla malvada

Me causaba tanta ternura verla comer. Su manera de devorar la pizza, como si se le fuese la vida en ello, y como se manchaba la boca, y no se preocupaba en absoluto en limpiarse.

-Ya veo que te gusta la pizza -dije limpiándole con mi dedo un trozo que tenia en el labio
-Me encanta -ambas nos reímos
-¿Traigo servilletas? -pregunté -Te estás poniendo bonita
-No -cogió mi dedo y lo volvió a poner su labio -No hace falta.

Es tan bonita. Esa parte de niña pequeña que tiene y que me gusta tanto. Me siento tan bien con ella, tan tranquila. Como si cuando estuviera con ella, no existiera nada más. Sin embargo, en mi cabeza seguía rulando el tema de Argentina, de qué iba a pasar cuando volviera. Si todo sería igual o, por si por lo contrario se olvidaría de mí.

-¿En qué piensas? -preguntó, haciendo que volviera a la realidad
-N...Nada -mentí
-Ya... Claro. Cuéntame anda -Me colocó un mechón de pelo detrás de la oreja
-Malú, quizás pienses que estoy loca por decirte esto, pero estoy confusa
-¿Confusa con qué? -hizo una mueca con la boca
-Es que no sé exactamente a dónde va a llegar esto, no sé si me ves con los mismos ojos que yo a ti, o solo me miras con cariño y dulzura al ser mucho más pequeña que tú. Necesito que me expliques qué hay exactamente entre nosotras -bajé la cabeza
-¡Ey! -hizo que la mirara - Carla, no puedo ofrecerte mucho. Siempre que intento meterme en una relación la acabo cagando, y, o me hago daño a mí misma, o hago daño a la otra persona. Y no quiero que eso pase contigo. Por eso te digo que quiero que me conozcas tal y como soy en realidad, y no la versión ¨bonita¨ y ¨perfecta¨ que ves en la televisión. Eres una chica super especial, y lo supe desde el primer momento que te vi, y poco a poco te estás convirtiendo en una persona importante para mí. Solo te pido que te quedes, que confíes en mi. Cuando vuelva de Argentina seguiremos igual que ahora, conociéndonos, hablando... Dejémonos llevar y que todo fluya.
-Joder, siempre me dejas sin palabras -sonreí y la besé.

Nunca me hubiese imaginado que la vida me pondría en mi camino a una persona como ella. Que me diga las cosas con sinceridad, que apueste por mi desde el primer momento, que con una simple mirada sea capaz de decirme tanto. Nuestros labios unidos, la ropa esparcida por el suelo, nuestros cuerpos desnudos pidiéndose más. Ella, yo, en mi cama, dándonos amor y disfrutándonos al máximo. Nunca me cansaría de oírla gemir y ver como sonríe cuando llega a lo más alto. Como me mira fijamente a los ojos cuando me está dando placer, y sus "Eres preciosa" que hace que la adore aún más.