Capítulo 24

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Y así fue, no me lo pensé y me quedé a dormir con ella de nuevo después de salir de la reunión.
Esa noche volvimos a entregarnos la una a la otra, demostrándonos una vez más que lo nuestro iba en serio cada día más, expresándole lo que con palabras a veces no podía hacer. Quería que supiera que la iba a esperar, y que mucho menos me iba a interponer en sus viajes, menos si eran por trabajo. Al fin de al cabo era algo a lo que me tenía que acostumbrar, cada una tenía su vida. Y que pronto eso pasaría a ocurrirme a mi también, y teníamos que acostumbrarnos y saber llevarlo de la mejor manera posible.

Me fui despertando poco a poco, mientras la luz de la mañana que entraba por la ventaba, me cegaba. Vi como Malú daba vueltas por toda la habitación, entrando y saliendo sin parar, terminando de colocar la maleta que se llevaría al viaje. Cuando se dio cuenta de que me había despertado, dejó lo que estaba haciendo y me miró sonriente.

-Buenos días -me dijo
-Buenos dias, madrugadora -le respondí -¿Qué haces?
-Terminando de hacer la maleta, ¿me ayudas? -hizo pucheros -Lo dejé todo para el último momento, y esto es lo que pasa
-Venga va -me iba a levantar de ma cama cuando me di cuenta que estaba en ropa interior, ambas sonreímos
-Toma -se acercó a uno de los armarios de su habitación y me lanzó una camiseta ancha de las suyas.

La ayudé a terminar con la maleta, con risas y besos de por medio. Acto seguido bajamos a desayunar ya que después de la noche que habíamos pasado, nos moríamos de hambre.
Se me hacía raro no ver a su zoo por su casa, solo a Chanelo, ya que su madre se había llevado a sus perras para esas dos semanas que Malú iba a estar fuera.

-Malú, si no tienes otros planes, ¿quieres que llame a Alba y te lleve al aeropuerto? -le pregunté, una vez terminamos de comer -No creo que tenga ningún problema en hacerlo
-Bueno, si. Si no tiene ningún inconveniente -negué -Mientras vengas tu también con nosotras, perfecto.

Se levantó de la mesa y se acercó a mí, agarrándome de las manos para que me levantara. Después de un rato mirándome y sonriendo sin parar, salió de la cocina, dejándome ahí de pie, sin saber que iba a hacer. Después de unos minutos volvió a mí, con una pequeña caja roja en sus manos.

-¿Recuerdas que anoche te dije que tenía una sorpresa para ti? -preguntó -Pues aquí está.

Sacó un colgante del interior de la caja, y se colocó detrás de mi, apartando con sus dedos mi pelo, haciendo que me estremeciera por el contacto de sus manos frías en mi piel, y me lo puso.
Era un colgante de plata precioso, bastante sencillito, en el cual ponía "Serendipia" acompañado de un corazón.

-¿Que significa? -pregunté
-Serendipia, dicho así un poco formal, quiere decir, hallazgo valioso que se produce de manera casual, sin esperarlo. Se refiere a la habilidad de una persona para reconocer que ha hecho un descubrimiento importante. Algo así -explicó
-Joder, me dejas sin palabras -la abracé emocionada
-¿Te gusta?
-Me encanta -me separé de ella, y la agarré de la cintura para atraerla más a mi, y así poder besar sus labios con más comodidad, posando mis manos en su cuello y las suyas en mi pelo.
Lo que me había regalado era precioso. Y sobretodo, el significado de la palabra era aún mejor, y nos definía a la perfección.

Lo bueno llegaba a su fin, y después de dedicarnos un millón de besos y de terminar de prepararnos, llegaba el momento de irnos. Recibí un mensaje de Alba diciéndonos que ya estaba fuera esperando. Cogió su maleta, yo mis cosas, y nos dirigimos al coche. Abracé a Alba, dándole las gracias por estar ahí siempre, y soportar cada una de mis locuras.

-Bueno pues ya estamos aquí -dijo mi amiga, aparcando en una zona un tanto desierta
-Si, aquí estamos -me miró
-Se que es un poco tonto decirlo, ya que no es la primera vez, pero te voy a echar de menos -le dije
-Y yo a ti, mi niña -me besó. Era un beso distinto a todos los que nos habíamos dado esa mañana, era un beso de despedida, pero a la vez demostrándome que nos íbamos a esperar una vez más, y que esta vez, esta distancia iba suponer un antes y un después en nuestra relación.

-Venga pesadas, que se le hace tarde -intervino Alba, interrumpiendo nuestro beso y acto seguido le saqué la lengua, haciéndole burla.

Le ayudé a bajar la maleta, y volvimos a despedirnos con un abrazo. Malú se despidió de Alba también, dándole las gracias por todo.
Poco a poco se iba alejando del coche, en dirección a la puerta del aeropuerto, mientras yo, no podía dejar de mirarla ni un segundo.

-Hogar dulce hogar -dije una vez dentro de casa. Me tocaba volver a poner mi vida un poco en orden. Tenía varias entrevistas pendientes por la salida de mi single y de mi disco, y miles de cosas atrasadas de la universidad y del trabajo.

-Amiga, cada dia te veo más enamorada -me dijo Alba, acariciando mi hombro
-Enamorada no se, pero enganchada si, y cada vez más. Tengo muchísimas cosas que contarte -pedimos algo para comer y mientras, ambas nos poníamos al día de todo.

Terminé la semana poniendo al día mis cosas. Volví a reunirme con la discográfica para seguir con la promo, y sacar por fin a la luz mi disco, que ya habíamos terminado. Estaba muy feliz ya que era el primero, y le había puesto mucho empeño y dedicación. También, vimos futuras fechas y sitios para empezar mi gira.
Por otra parte, iba de programa en programa presentando mi single. Me emocionaba tanto ver las caras de emoción del público, y los cientos de mensajes que tenía en redes sociales una vez que terminaba las entrevistas.
Malú y yo buscábamos cualquier hueco para hablar por teléfono o hacer video llamada. Ambas estábamos muy liadas, pero sabía que se alegraba mucho de todo lo que me estaba pasando.

Me desperté después de una noche de mucho insomnio. No me quedé mucho más tiempo en la cama y decidí hacerme un café para empezar el dia haciendo trabajos que tenía atrasados en el ordenador, y haciendo un poco de limpieza general en mi casa.
El sonido del timbre me sorprendió, no sabía quién podría ser a esas horas de la mañana. Cuando abrí me encontré a Alba, con cara de preocupada, y con una revista en la mano.

-Dime que ya has visto esto -me pasó la revista y me quedé perpleja mirando esa foto que se encontraba en ella. Era una foto mía y de Malú, en el coche de Alba, dándonos un beso, cuyo titular decía "Coach y talent despidiéndose en el coche de una manera MUY especial. ¿Relación a la vista?"

-Joder -tiré la revista al suelo, y en ese momento sentí una sensación extraña, y sobretodo volví a sentir miedo. Sabia que por mucho que se llenara la boca de cosas bonitas, Malú no iba a aceptar eso, y estaría echando humo después de ver esa foto. No sabía de que manera iba a reaccionar.
Sin esperar mucho más, cogí mi móvil y llamé corriendo a Malú.

-Carla -me dijo cuando descolgó la llamada
-Malú... -contesté -¿Viste ya la foto?




GRACIAS POR LEER!!! Quería comentaros que como mucho haré 3 o 4 capítulos más y daré la historia por completa. No quiero que se haga pesada ni repetitiva si la alargo mucho más. Y sobretodo al tardar en actualizar pierdo bastante el hilo de la historia... Peeero, cuando acabe esta, empezaré una nueva, en la que intentaré hacer los capítulos más cortos para actualizar con más frecuencia, y me gustatia que me dijeráis en los comentarios si queréis que sea de temática Valú, o de Malú/Vanesa con personas ajenas. Os leo👀❤❤❤❤❤














Y,¿Si fuera ella? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora