Capítulo 18

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La miré una última vez antes de bajarme de la tarima. Le pregunté a uno de los seguritas dónde se encontraba la salida trasera, y acto seguido me dirigí hacía allí. Desde esa salida veía como la cola aumentaba por minuto y cada vez llegaba más gente.
Iba a guardar el disco en el bolso, cuando me topé con el texto que me había escrito en él. ''El destino pone a muchas personas en tu vida, pero solo las mejores permanecen en ella. Gracias Carla. Malú''. Me mordí el labio y sonreí, la gente pasaba por delante y me miraba, pero verdaderamente me daba igual ya que ese texto me había dado un vuelco en el corazón. Y si, ojala que pudiese permanecer en su vida para siempre, sea de la manera que sea, porque lo poco que había conocido de ella me encantaba y sacaba de mí la mejor versión. Pero no era solo depende mí, y a veces el miedo puede salir ganando.
Apoyada en una de las columnas, los ojos se me cerraban solos. Pensaba que en cualquier momento me dormiría. Sin embargo, su voz hizo que abriera los ojos de golpe y me despertara. Los abrí, y la vi al fondo, caminado hacia mí, mientras hablaba por teléfono. Me coloqué bien y la esperé, mientras disimuladamente la miraba de arriba a abajo.

-Siento la espera. No sabía que se iba a alargar tanto -me dijo cuando llegó a mi
-No pasa nada. Se me pasó rapido -le dije
-De echo, no pudimos firmar a todos y me siento bastante mal, pero el recinto va a cerrar en breve y no me permiten estar más tiempo -suspiró
-Ellos lo entenderán, no es culpa tuya -la consolé
-Ya...

Nos quedamos calladas, mirándonos sin saber que decir. Supongo que aún estaba asimilando que yo estuviese ahí.

-Oye -rompió el silenció -Lo siento si estoy así, pero no sé... No te esperaba aquí y no se aún como reaccionar...
-Tranquila, sinceramente pensé que reaccionarías peor -solté una carcajada
-Pero,¿Cómo...? -me preguntó, refiriéndose a cómo era posible que estuviese allí
-Es una historia muy larga -dije alargando la 'u' -pero no te dije nada porque quería darte una sopresa
-Pues si, me he sorprendido -esta vez fue ella la que se rió. En ese momento recibió un mensaje en el móvil, que al parecer era de alguno de los organizadores del evento -Tengo que salir de aquí ya, que van a cerrar. Te vienes conmigo, ¿no?
-Si, claro -le respondí

Fue a buscar su bolso, y cuando iba por la mitad del camino, paró en seco y se giró.

-Espera -me miró extrañada- ¿Cuánto tiempo vas a estar aquí y dónde te vas a alojar?
-Una semana, y me quedaré en un hotel que por lo visto está muy cerca del tuyo
-Ya -sonrió y se acercó a mi -Osea que, estás aquí en Argentina, que por lo que veo vienes para estar conmigo, y me estás diciendo que te vas a quedar en otro hotel que no es el mío
-Si -encogí los hombros
-Ajá -se acercó aún mas -No es por nada, pero mi habitación es una suite, con jacuzzi, mini bar, terraza con vistas....
-¿Estás intentando convencerme? -me reí
-No, no -miró para los lados. Pero al final lo hizo, y terminó convenciéndome para quedarme con ella. Cuando tenía su bolso nos dirigimos a un coche para ir a buscar mis cosas a mi hotel.

-Se me hace raro verte conducir después de una firma o un concierto. Siempre sueles ir en una furgoneta negra -intervine, una vez dentro del coche
-Es que en realidad esto es más bien un viaje para descansar, ya que en España se me hace imposible. Solo que ya que vinimos aquí, aprovechamos para hacer algunas firmas y un concierto en el Teatro Ópera dentro de unos días -asentí

Cuando llegamos a mi hotel, subí a buscar mis cosas mientras ella me esperaba abajo. Me daba bastante pena por Alba, ya que lo había elegido con mucha ilusión, pero sabía que lo iba a entender.
Bajé de nuevo con mis cosas, y vi a Malú apoyada en el capó del coche fumando. No pude evitar quedarme embobada al verla.

-¡Madre mía que malota eres! -le dije, pasando por su lado

Me dio paso a su hotel, y aluciné con lo grande que era. La cama era gigante. Tal y como ella me había dicho había un pequeño jacuzzi en el fondo de la habitación, y por último, pasé a la terraza, y aluciné aún más con las preciosas vistas que tenía.

Y,¿Si fuera ella? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora