Capítulo 20

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Hello!!! Algunas me habéis comentado que el wattpad no os notifica, por si acaso, miraros el capítulo anterior😘

Mis días en Argentina llegaron a su fin. Había pasado una semana maravillosa a su lado, y todo gracias a Alba, pero ya era hora de volver a la realidad.
El viaje de vuelta no se me hizo tan largo como el de ida, pero si igual de pesado. Esta vez conseguí dormir durante casi todo el vuelo.

Cuando bajé del avión, me encontré a Alba, con una sonrisa, y esperándome con los brazos abiertos. Automáticamente solté las maletas y me dirigí hacia ella para achucharla.

-¡Mi amooooor! -me dijo mientras nos abrazábamos
-¡Capulla, cómo te he echado de menos! -le respondí
-Cualquiera que nos ve, pensará que llevamos meses sin vernos -se rió
-No, pero igual, estar una semana sin ti ya es un infierno -me separé de ella
-Cuéntame, cuéntame todo -dijo eufórica
-Vamos para el coche anda -añadí yo. Me ayudó con las maletas, y nos dirigimos a su coche para ir a casa. En mi cabeza no dejaba de rondar lo que había pasado estos días, pero también en lo que estaba por venir. En apenas unos días ya volvía a la rutina de Universidad y trabajo, y además, a ella aún le quedaba varias semanas en Argentina, y no sabía como iba a seguir todo. Si esa distancia nos uniría más, o si por el contrario, nos separaría.

-Y bien, ¿me vas a contar? -me preguntó, sacándome de mis pensamientos, una vez acomodadas en el coche
-No sé que decirte tía. Fue todo muy bien. Lo más triste fue la despedida -me reí
-¿Con qué todo muy bien, eh? -me miró con cara pícara
-¡Ay! -le di un pequeño empujón -Si no pasó nada más allá
-Pues el chupetón de tu clavícula no dice lo mismo -me dijo, bajándome el cuello de mi camisa y señalando el chupetón. Noté como mis mejillas se sonrojaban a más no poder. La mire picaresca, y quise picarla aún más
-Pues eso no es todo -me bajé un poco el pantalón y le enseñé el otro chupetón que tenía debajo del ombligo. Alba abrió la boca, y seguidamente empezó a reírse mientras daba palmadas
-No perdéis ni una 
-Pues no -volví a colocarme bien el pantalón
-Y, ¿Qué tal el hotel? -preguntó
-¿El hotel? -ella asintió -Si yo te contara
-Cuenta, cuenta -me miró asombrada
-El primer día, Malú me invitó a quedarme con ella en su hotel, y puuuues -alargué la u
-Aaaaamigo -se rio -Con razón me estás diciendo que lo pasaste tan bien, y con razón tienes dos chupetones
-No solo por eso tonta, conocí muchos sitios de Argentina y fue una semana magnífica
-¡Qué bonico! -simuló que estaba llorando
-Y todo gracias a ti -le toque la nariz con mi dedo índice

Llegamos a mi casa, y ella subió conmigo. Lo primero que hice, fue abrir todas las ventanas para airear un poco la casa, y quitarme la ropa que llevaba puesta, ya que por muy cómoda que fuese, estar con ellas 11 seguidas empezaba a incomodar. Estaba muy cansada del viaje, y Alba lo notó, por lo que decidió irse.

-Descansa mucho guapa -me dijo, acompañándome a mi habitación -Que se de una que en un par de días empieza la Universidad y el trabajo de nuevo
-¡Cállate! -le tiré una almohada
-Nos vemos en la Uni nena -recogió la almohada del suelo, y acto seguido me dio un beso en la frente para luego irse por la puerta

Los días pasaban y todo parecía volver a la normalidad. Me hizo muy feliz volver a ver a mis amigas después de tantos meses, y retomar la carrera. Por otra parte, también estaba muy contenta de volver al trabajo, y volver a ver a mis pequeñines. Cuánto había echado de menos la guardería, esa que además de hacerme feliz, permitía que pudiera pagarme la Universidad y ser independiente teniendo mi casa, mi coche y mis caprichos.

Esa misma tarde me reunía con el dueño de la discográfica que Alejandro me había presentado, y no podía estar más nerviosa. Como digo, estaba pasando un momento muy bonito, pero como siempre, había algo que faltaba... Pasaban las semanas, y yo no sabía nada de Malú. El último mensaje que tenía de ella era ¨Buen viaje pequeña¨, minutos antes de embarcar. Desde entonces no habíamos vuelto a hablar. Por momentos pensaba en hablarle yo, pero mi corazón no me dejaba. No entendía el porque de todo esto, pero desde luego que si pensaba que lo haría yo, estaba muy equivocada. 

Y,¿Si fuera ella? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora