Y,¿Si fuera ella?

Capítulo 28

Último capítulo!!!!!

Ocho meses habían pasado desde ese día. Todo iba viento en popa entre nosotras, y cada día mejor. Había semanas que nos veíamos más, y otras menos, ya que las dos estábamos en una época en la que teníamos mucho trabajo, y yo, además, seguía con la gira. Aún así, desde que teníamos un hueco libre lo pasábamos juntas. No vivíamos juntas, pero casi, pues si no era en mi casa, estábamos en la suya con sus bichillos.

Mis padres, al principio estaban un poco en alerta, por si volvía a pasarlo mal por Malú, pero poco a poco vieron como todo iba bien con ella, y la conexión y amor que había entre ambas. Y hasta yo misma estaba sorprendida del gran cambio que había dado lo nuestro, creo que se debía a que ella se había dado cuenta de que mis sentimientos eran reales, y no había nada de interés por medio, ni nada parecido. Ella por parte, no exponía nuestra relación, pero tampoco la escondía, cosa que hacía que nuestra relación fluyera mucho mejor, sin problemas.

Una tarde, decidimos hacer una barbacoa en casa de Malú, con nuestros amigos, aprovechando que era uno de los pocos findes que ambas teníamos libres. Los amigos de Malú poco a poco se iban convirtiendo en los míos también, ya que nos llevamos muy bien, y Alba y ella cada vez tenían más afinidad. A parte de ella, estaría también Rocío, y de los amigos de Malú, estarían Vero, con su hija, Pastora, con Estrella también, Sol, y Chia, la prima de Malú.

-¿Ya está todo listo? -me gritaba Malú desde la cocina
-Si mi amor, ya está todo en la mesa del jardín -me acerqué a ella, agarrándola de la cintura y la pegué a mí
-Cómo echaba de menos un finde así -dijo, y acto seguido me besó -A ver si pronto volvemos a tener otro libre, y nos vamos por ahí las dos.
-Si, la verdad es que ya nos hacía falta -Noté como la mano de Malú se colaba en el interior de mi camiseta. Sus dedos acariciaban mi espalda, y lento, iban bajando por toda la columna, hasta llegar al filo de mis pantalones, donde sin más vergüenza, siguió el recorrido con sus dedos.

-Reina -me separé lo justo para mirarla a los ojos -En nada llegan las chicas y Melen
-Qué quejica eres -la miré durante unos segundos, con una sonrisa de lado, y volví a acercarme a ellas peligrosamente, olvidándome de la barbacoa, la comida, y de todos -¡Esa es, fiera mía!

La besé con pasión, con lujuria, nuestras lenguas se enredaban a la perfección, mientras, Malú me llevaba hasta el sofá, y me subió en el cabezal, de un salto. Mis piernas se entrelazaron en si cintura, y una vez arriba, ataqué su cuello, mordiéndolo a mi antojo. Me quitó la blusa de un tirón y atacó con su boca mis pechos, por encima del sujetador.

El timbre sonó, y me bajé del sillón, sofocada. Nos miramos y no pudimos evitar reírnos, por el corte inesperado que nos había dado el sonido del timbre. Mientras me ponía la camisa a toda velocidad, y nos arreglábamos el pelo y el maquillaje en el espejo, nos mirábamos tímidas, como dos adolescentes que acaban de ser pilladas por sus padres.

Abrí la puerta, y me encontré a Alba, con una botella de vino en la mano.

-¡Ey! -se lanzó sobre mí y me abrazó. Yo, aún sofocada, le correspondí el abrazo.
-Que sepas que nos acabas de interrumpir -le dije al oído, y me reí.
-Culpa vuestra maja, por poneros a hacer cositas minutos antes de que lleguen vuestros invitados -me susurró ella.

Le di paso a la casa, le dio un abrazo a Malú, y acto seguido la acompañó hasta el jardín para dejar el vino en la mesa. Después de un rato, llegó Pastora con Estrella, y así sucesivamente, hasta estar todos sentados, comiendo y disfrutando de la barbacoa.

Malú y yo teníamos las manos entrelazadas, y ella su cabeza apoyada en mi hombro. La comida estaba siendo muy agradable, y el vino empezaba a desaparecer poco a poco.

-Venga, vamos a cantar algo -gritó Melendi, repentinamente
-Como se nota que el vino nos está subiendo, ¡eh! -dijo Malú y se dirigió a mí -Nena trae la guitarra de mi habitación, por fi

Y eso hice. Le di la guitarra a Malú, y ella se encargó de todo. Decidimos que todos íbamos a cantar un trozo de alguna canción, a poder ser con ritmo mejor, y los demás acompañábamos con las palmas. Hasta Alba y Vero que no tenían ni idea de música se unieron, y no pudimos pasarlo mejor.

En uno de los momentos, Malú tenía cogida a su ahijada en brazos y jugaba con Estrella, y no pude evitar mirarlas con ternura. Sabía que aún era muy pronto para que fuésemos madres, ya que no llevábamos ni un año juntas, pero aún así, ver a esa cría en los brazos de Malú, hacía que se me erizara todo el cuerpo.

-La baba -Rocío me hizo volver a la realidad, y es que era verdad, tenía la boca entreabierta mientras las miraba con los ojos brillosos -Pronto llegará el momento
-Pues si... Se ven muy bonitas -la miré y sonreí -pero aún es muy pronto

Si es cierto que notaba a Malú más nerviosa de lo normal, y eso me inquietaba bastante. No era capaz de sostenerme la mirada más de dos segundos y notaba como le temblaba la mano cuando rozaba con la mía.

-Dale Malú, díselo -dijo Pastora, cuando vio que estaba algo preocupada por su nerviosismo
-¿Decirme, el qué? -miré a Pastora y seguidamente a Malú, sin saber que estaba pasando
-Nada nada, no le hagas caso -Miró a su prima y Alba, cosa que me preocupó. Mi cuerpo empezó a temblar, y más aún cuando noté que Alba también sabía de que se trataba todo. Mi preocupación duró poco, pues vi que todos se estaban riendo, y Malú, no pudo aguantarse más la risa nerviosa.
-¿Qué pasó, amor? -le cogí del mentón para que me mirara y me dijera por fin
-Da igual gorda, déjalo -se tapó la cara con sus manos, y yo se las aparté para que volviera a mirarme -Está bien...

Se levantó, y rebuscó en el bolsillo trasero de su pantalón algo. Estaba super nerviosa, ya que no tenía ni idea de que quería decirme.

Después de unos segundos, sacó una llave y volvió a sentarse en la silla para estar a mi altura.

-¿Quieres venirte a vivir conmigo? -me dijo sujetando su mirada fijamente, mientras agarraba mi mano -Se que a lo mejor es muy pronto, pero no sé... Creo que ya nos conocemos lo necesario y tenemos el feeling y la confianza suficiente como para vivir juntas, y en realidad estos meses aunque no lo hayamos hecho oficial, si no era en tu casa siempre estábamos en la mía. Me apetece dar este paso contigo Carla. En un principio tenía pensado comprarnos una casa, pero creo que esta es bastante grande y que para las dos está muy bien, además, ya los bichillos están hechos a vivir aquí, y mudarme yo, sería un poco locura, pero aún así, me encantaría que te vinieras, y que pasara de ser mi casa, a ser nuestra.
-Amor, cla... claro que me apetece -estaba sorprendida, no sabía que decir, y además nos estaban mirando todos, y estaba algo cortada. La besé, sentándome encima suya, y abrazándola con fuerza. Melendi empezó a gritar ''Vivan las novias'' y las chicas se pusieron en fila, una detrás de otra, y agarrándose de la cintura, empezaron a dar vueltas sobre nosotras, cantando y gritando cosas que no logré escuchar.

Dos semanas más tarde...

-Bueno, pues, ya está todo -dije, colocando lo último en su habitación, que desde ese momento pasaba a ser de las dos. Malú había organizado toda su casa para que yo estuviese cómoda también. Por mi parte, aún me quedaba por arreglar algunas cosas, sobre todo papeles de mi anterior casa, pero me lo tomaría con paciencia.
-Pues ya es oficial -se acercó y acariciando mi cuello, me besó
-Ya es oficial -repetí su frase, cuando nos separamos
-¿Estás contenta? -me preguntó, algo preocupada
-Mucho mi amor -la subí en mis brazos y di vueltas sobre mi misma, hasta terminar las dos en su cama, ella encima de mí.
-Yo también estoy muuuuy feliz -quitó mi pelo de mi cara -Me alegro de haberte conocido, y me alegro de que lo nuestro saliese bien. La verdad es que hubo un momento en el que pensé que te perdía, y te juro que no me lo hubiese perdonado jamás.
-Pasado pisado amor. Ahora mismo lo que importa es que estamos aquí, más juntas que nunca, y que hoy empieza una nueva etapa en nuestra vida.

Y era verdad. Me importaba muy poco el pasado, lo único que quería era un futuro con ella. No sabía cómo iba a salir todo, pero tampoco me preocupaba mucho, ya que tenía casi seguro que a su lado nada podía salir mal. Y ahí estábamos, ella, yo, nuestra casa, su zoo correteando por la habitación, y toda una vida para vivirla y disfrutarla, juntas.

Y, colorín colorado, hasta aquí ha llegado. Muchas gracias por leer siempre. Deciros, que en nadita tendréis nueva historia Valú, avisaré por aquí, así que atentooos💜❤💚💛💙