Capítulo 11

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Esa frase fue la que le hizo falta a Malú para continuar lo que ya había empezado. De un momento a otro la chaqueta de cuero y mi camiseta estaban en el suelo, y yo intentando luchar contra la suya. Cuando por fin logré quitársela, mis manos se movieron libremente por todo su cuerpo, desde su barriga, hasta su espalda, y por último sus pechos. Sin pensarlo le desabroché el sujetador, lo que hizo que se estremeciera, y a los pocos segundos ella hizo lo mismo con el mio.
Ahí nos encontrábamos, en medio de su salón, ella encima de mí, besándome el cuello apasionadamente, y yo totalmente rendida a sus pies. Tan solo con la mirada, sin decirnos nada, ambas nos dimos cuenta de que aún nos sobraba mucha ropa y además, el sofá se nos empezaba a ser pequeño, así que se levantó y tiró de mí. Entre besos y tumbos llegamos a su habitación, suerte que no estaba en la otra punta de la casa. Me tiró en la cama y me quitó los zapatos, el pantalón y por último, mi ropa interior.
Verme así, totalmente desnuda para ella, hizo que la vergüenza se apoderara de mí, y ella pareció darse cuenta.

-Eres hermosa, mi vida -pasó su mano por mi barriga, despacio, jugando con el pearcing que tenía en el ombligo.

Volvió a mirarme por última vez, y acto seguido se tiró encima de mi, besando cada parte de mi cuerpo, sin dejar ningún espacio sin besar. Se sentó en mis caderas, y empezó a moverse sensualmente, haciendo que la poca cordura que me quedaba la perdiera en ese mismo momento.
De un movimiento leve me puse encima de ella, y repetí sus pasos. Le quite la ropa que faltaba, y cuando las dos estábamos en las mismas condiciones, aprecié lo bonita que era.
Nuestras manos se buscaban ansiosas, y sin hacerlas esperar más, nos dimos lo que cada una necesitábamos en ese momento. Entre besos, caricias y nuestros nombres susurrados, nos hicimos una esa noche, como si nuestros cuerpos se conociesen desde siempre, o como si llevásemos toda la vida haciendo el amor.
Los primeros rayos de sol entraban por la ventana, no sabía que hora era, lo que sí sabía es que había dormido como un bebé. Malú estaba a mi lado, aún dormida, de espaldas a mí y con un sábana fina por encima. Tenía un moño puesto y su torso desnudo, que dejaba ver su tatuaje. Sonreí al verla así, y por inercia pasé mi mano por él.

-Buenos días peque -se giró, restregándose los ojos
-Lo siento si te desperté -dije tímidamente
-Uy la niña, que ahora es tímida -sonreí, y se acercó aún mas a mí para darme un beso

Al oír su voz, Danka entró ladrando a la habitación, y se subió en la cama.

-¿Siempre te viene a dar los buenos días? -pregunté
-Siempre -afirmo -Normalmente suele dormir conmigo, pero sabía que anoche yo tenía otros planes
-Menos mal que es lista y no nos siguió -ambas nos reímos

Nos quedamos un rato más hablando en la cama, y acto seguido nos levantamos, las dos envueltas en una sábana, y fuimos hasta el salón. Nos miramos y soltamos una risilla cuando vimos el panorama, el shushi y el vino aún en la mesa, y la ropa desparramada por el suelo. Me agaché y recogí la mia, devolviéndole de paso su chaqueta a Malú.

-Vamos anda, que te ayudo a recoger todo esto -le dije cogiendo una de las bandejas vacía de shushi
-No hace falta boba, ya lo hago yo -se acercó a mi y me cogió la bandeja de las manos
-Está bien, pues voy a vestirme -me fui a su cuarto y me vestí con la misma ropa de el día anterior

Salí de la habitación, ya vestida y con una coleta para ocultar los pelos de loca que tenía en ese momento y me senté en el sofá, cogiendo mi móvil que estaba justo donde lo había dejado esa misma noche noche junto a mi bolso. Mientras ella terminaba de recoger, aproveché y miré el whatsaap. Entre tantos mensajes, mis padres estaban preocupados y preguntándome dónde había pasado la noche, pues no se imaginarían para nada que hubiese sido con Malú. Alba también estaba algo preocupada, pero por el contrario ella sí se imaginaba la situación.

-Oye,¿te apetece desayunar? -me preguntó, sentándose a mi lado después de recogerlo todo
-Te lo agradezco, pero creo que debería irme ya, deben estar todos super preocupados -nos levantamos y nos dirigimos hacia la puerta

En ese momento me quedé helada, no sabía que hacer ni como despedirme de ella, así que opté por darle un abrazo y decirle al oído "Muchas gracias por todo". Iba a abrir la puerta, cuando su mano encima de la mia me frenó, atrayéndome hacia ella.

-De mí te despides bien -me sonrió y nos fundimos en un beso. No hacía ni una hora que nos habíamos vuelto a besar y ya echaba de menos sus labios.

El camino de vuelta se me pasó aún más ameno que el de ida, mi felicidad inundaba todo el coche. Le mandé un mensaje a Alba avisándole de que iría a su casa, y así fue

-¡Carla! -se tiró a mis brazos según abrió la puerta y me vio -Joder, nos tenías preocupados tia
-Lo siento, es que no pude avisar -me separé de ella y entré en la casa
-Ya estás tardando en contarme -fuimos a la cocina, que estaba justo en la entrada
-Hola, qué tal, pues yo bastante bien, ¿y tú? -me hice la tonta
-Si si, pero venga, cuéntame -nos sentamos en las sillas que tenía en la barra de la cocina
-¿Qué te cuento Alba? Si ya te lo imaginas todo -nos reímos
-Que locura, ¿no? -me preguntó
-Y tanto... -Bajé mi cabeza
-Oye, ¿y no te dijo nada de que eso quedara entre ustedes dos o algo parecido? -volvió a preguntar
-No -levanté la cabeza y la miré -Y me pareció bastante raro la verdad, ya que pensé que antes de irme me diría algo de eso, pero... No
-Eso es que confía en ti -añadió -O que le da exactamente igual todo, mas que tú
-O que sabrá que no soy tan tonta para ir contándolo por ahí a nadie -le corté

Me invitó a desayunar y acepté. Me estaba muriendo de hambre, y sobretodo necesitaba un buen café bien cargado para despertarme y poder seguir con el día.
Noté una vibración en móvil y fui a ponerlo en silencio, ya que hasta que no llegara a mi casa no me apetecía responder mensajes. Pero un nombre me frenó, dejándome totalmente sorprendida. Le enseñe el móvil a Alba y ella se encargó de abrir el mensaje. No me esperaba que me escribiera tan rápido, ni siquiera pensé que me iba a escribir, ya que alomejor estaba arrepentida o confusa.

"Ya tengo ganas de volver a verte. Gracias por lo de esta noche, nos vemos en la final pequeña❤"




Y,¿Si fuera ella? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora