Los rayos del sol iluminaban el rostro algo moreno de la pelirroja, la cuál tenía los ojos abiertos desde muy entrada la madrugada.
No pudo pegar un ojo en toda la noche, la ansiedad por saber en qué grupo estaría la calcomia por dentro y no podía evitar sentirse nerviosa.
—Será un buen día.- Murmuró intentando convencerse que no tenía sueño, pero esas ojeras que tenía debajo de sus preciosos ojos decían otra cosa muy distinta.
No pasó mucho tiempo para que estuviera fuera de su departamento, caminando a paso acelerado hacia la academia. Su largo cabello anaranjado caía con gracia en su delgada espalda, la cuál era cubierto por un modesto kimono blanco que tenía en la parte trasera una gran insignia del clan al cuál pertenecía su madre, su banda era portada con orgullo en su frente aunque tapada levemente por el fleco que portaba la de luceros azules.
Sin duda era una pre-adolecente preciosa, una que con uno o dos años llegaría a tener una belleza que le haría honor al clan de su padre, dónde todas las personas tenían una belleza sin igual casi tan similar como su peligrosidad.
Sus pasos se aceleraron cuándo vio de reojo a dos chicas que conocía de la academia, una de ellas era una chica perteneciente al clan Yamanaka y la otra era Sakura Haruno; ambas no le agradaban, pero tampoco las odiaba, era algo bastante neutral lo que sentía por esas dos kunoichis, pero no quería detenerse a siquiera saludarlas.
La academia estaba tan cerca que sólo tuvo que comenzar a correr para llegar ántes que esas dos, y sin ser vista por ellas, era algo de lo que estar bastante orgullosa.
Aunque su sangre hirvió al ver que alguien le había quitado el lugar junto a Hinata, la cuál la saludo con una pequeña sonrisa algo avergonzada por haber dejado que Kiba tomase el lugar que siempre fue de la pelirroja.
Intentó contar hasta diez, no era momento para hacer una de sus famosas rabietas cuándo la alejaban de Hinata, simplemente se tragó la rabia y tomó asiento junto a su presunto familiar, Sasuke Uchiha.
Debía madurar, y debía acostumbrarse a no estar todo el tiempo con la heredera del clan Hyuga, la dependencia a una persona no le agradaba para nada y menos esa horrible dependencia que sentía hacia Hinata.
Sentía que todas las féminas de la clase, menos la de ojos perlas, tenían unas miradas de odio puro hacia ella, pero poco le importó, no es que fuera gran fan de Sasuke, pero nadie la intimidaria para marcharse de ese lugar.
—¿No eres como esas locas, verdad?. - Peguntó la voz profunda de su posible familiar logrando que ella soltase uno de sus famosos suspiros.
—Tranquilo, me gustan más maduros, Uchiha, pero me agradas.-Respondió con tranquilidad, viendo como una sonrisa se dibujaba en los finos labios de Sasuke.
—Tu no me desagradas, Uzumaki.
—¡¿Me nombraste, estúpido?!.-Gritó el único Uzumaki que trataba de esa manera a Sasuke, y no era nadie menos que ese rubio de ojos azules que por poco no estaba en ese lugar.
A Saki le sorprendió que Naruto finalmente haya pasado el exámen, y de una extraña manera le alegró que ese hiperactivo chico pudiera conseguir eso con su fuerza de voluntad y entusiasmo.
—¡Le dijo estúpido a Sasuke!¡¿Quién se cree para hablarle así?!.-Eran algunas de las frases que soltaban las fans del Uchiha, esas que le eran tan irritantes al mismo y a todos los demás.
Por lo que podía ver Saki, habían llegado la pelirrosa y la rubia, las dos fans de Sasuke que menos le desagradaban.
—No eres el único Uzumaki, imbécil.-contestó el más popular de la academia ninja, logrando que todas esas miradas de odio que iban hacia Naruto se colocarán sobre la nombrada.
—¿Pueden irse todos a sus lugares y dejar de ser tan infantiles?, chicos, sepan que esas peleas quedaron atrás, ahora son ninjas.
La voz de la razón hizo su aparición, siendo esta de Iruka, el profesor que los acompañó durante tanto tiempo y en ese momento los enviaría con otros instructores, debía ser duro para él de alguna manera.
Luego que el mayor hiciera su aparición todas esas niñas se fueron a sentar dónde debían, así también como Naruto las imitó, quedándose junto a la pelirroja.
—Bueno, jóvenes Genins de la hoja, ustedes serán divididos en equipos de tres y se les asignará un número de equipo, luego un Jounin vendrá para ser su instructor.
—¡Profesor Iruka, somos impares!.-exclamó un carismático chico llamado Kiba, recibiendo un ladrido de su pequeño perro como afirmación.
—Así es, habrá un equipo de cuatro Geminis, cualquier queja pueden ir a pedir una charla con el Hokage.
Todos estaban por decir algo sobre ese equipo de cuatro, pero al escuchar la presencia del ninja más importante de la aldea declinaron en la idea.
—Bueno, empecemos.
Uno por uno los equipos de ninjas eran armados, Iruka había llegado al número seis y todavía no se presentaba el equipo de cuatro que todos estaban tan ansiosos de saber. Y Saki no era la excepción.
—Equipo siete, Naruto Uzumaki, Saki Uzumaki.
Quienes compartían apellido giraron a verse ántes de chocar los cinco con entusiasmo, se agradaban mutuamente y sería divertido estar en el mismo equipo.
—Si me dejan terminar... Sasuke Uchiha.-Dijo el profesor mirando fulminante a los Uzumaki, que se encontraban festejando hasta que Naruto escuchó el nombre de ese chico.
—"Que suerte la mía."-Pensó la única mujer de ese grupo mordiendose el labio, esos dos juntos eran una bomba de tiempo.
—Y por último, Sakura Haruno, felicitaciones, ustedes son el grupo de cuatro integrantes.
Un pequeño y agudo grito salió de los labios de la nombrada, aturdiendo levemente a Saki, pero sonrió igualmente, no le molestaba tanto la efusividad de esa chica.
Aunque estaba algo triste por no pertenecer al mismo equipo que Hinata intentó mantenerse alegre. Por lo menos podría conocer más a Sasuke y Naruto.
Estaba realmente entusiasmada.
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Sky eyes; Neji Hyūga. [1]
FanfictionEsa chica de brillante mirada cielo podía conquistar a cualquiera con sólo un pestañeo, y Neji Hyuga no era una excepción, ese chico de mirada aperlada era un genio, sin dudar, pero no lo suficiente como para saber como enamorarla y a Saki Uchiha Uz...