Sky eyes; Neji Hyūga. [1]

15.

Saki creía en el karma. Ella sabía que no era todo casualidad, sabía que las cosas pasaban por alguna razón y creía que aquello iba ligado con la buena o mala suerte de las personas, como se habían comportado en anteriores vidas o hasta en esta misma.

Pensando en sus creencias se preguntó "¿Tan mala persona fui en mi anterior vida?", porque considerando todos los eventos que estaban ocurriendo uno detrás de otro podría afirmar que ella podría haber sido la mismísima creadora de la tercer cuarta ninja.

Si no era así no podría haber una explicación de porqué Sasuke Uchiha estaba sentado a su derecha por puro azar.

Se mordió el labio mirando el perfil de su familiar, desde hace unos minutos que le habían dado ese lugar para empezar con el primer examen, pero él no le devolvió ni una vez la mirada, eso la hacía sentir bastante ansiosa e insegura. No sabía que esperar de Sasuke después de encontrarla en otro equipo.

Sin duda se había acostumbrado a su presencia. Pasó de ser un simple chico con el que compartía apellido y familia a ser realmente un amigo que apreciaba. Todavía podía recodar como él se comportaba con ella cuando eran pequeños, no era malo, como muchos niños del clan que la hacían de lado solo por no ser completamente Uchiha, pero era indiferente hacia su persona.

Su padre era primo de la madre de Sasuke, se había enterado hace unas semanas por un diario íntimo de su padre, pero ese parentesco nunca se hizo notar, todo era gracias a que toda su familia le había dado la espalda al casarse con una Uzumaki y eso incluía a su prima mayor que era la mujer de nadie más que el líder del clan, eso era algo grande.

Creció viendo a Sasuke desde lejos, sin entender como todas las chicas de su generación babeaban por su primo lejano, pero sin importarle mucho todo aquello. Hasta que ocurrió eso y su casi nula relación se deshizo completamente.

Un escalofríos conquistó su cuerpo recordando ese horrible día donde perdió a sus padres. Donde ese joven le perdonó la vida solo porque no estaba en el recinto Uchiha cuando todo ocurrió, pero su papá no había tenido tanta suerte.

Su cabeza había ido a un lugar donde no debería, menos en un momento y fue consciente de ello cuando vio la hoja del examen siendo puesta sobre su mesa, negó varias veces, quitándose todo pensamiento que no era sobre los exámenes Chunin. Giró rápidamente su mirada hacia Sasuke que no había quitado la mirada del frente desde que se sentó en su lugar.

El Uchiha tenía el ceño fruncido y se notaba el enojo brotando de sus oscuros ojos, algo que intimidaba un poco a la pelirroja que no deseaba que se enteraran de su cambio de grupo de esa manera. Ella se arrepintió de no avisarles con anterioridad al instante, pero en su defensa ellos tampoco le habían comentado que estarían en el examen, fue Kakashi quién le informó esto.

Tomó aire y asintió levemente, ella no tenía toda la culpa y no le harían sentir como si fuera así. Debía dejar de pensar en el equipo siete y concentrarse en aprobar para que Kiba y Hinata no se decepcionen de ella.

—¡Pueden empezar!.-Declaró el encargado del examen, provocando que todos los Genins obedecieran al instante.

La pequeña pelirroja no fue la excepción, simplemente dio vuelta la hoja rogando saber las respuestas, después de todo era bastante regular en la academia y eso podría irle en contra. No era totalmente mala en los exámenes escritos, pero sin duda Sakura era mucho más inteligente que ella.

—Mierda.-Murmuró al ver que los ejercicios eran demasiado complicados para ella, era una genin con promedio regular, ni en mil años podría resolver aquello, no sin ayuda de la otra chica de su grupo.

Pensó en el plan b que habían ideado con Kiba y Hinata. No estaban muy cómodos con la idea de copiarse, pero si esa era su única salida la tomaría, debía pasar, debían pasar los tres y demostrar que tenían madera para ser chunin.

Con ese pensamiento en mente hizo los sellos necesarios y activó su sharingan con cuidado de no ser descubierta. Intentó ver quién estaba contestando las preguntas y cuando visualizó a un chico comenzó a imitar sus acciones con ayuda de su línea sucesoria.

—También lo notaste.-Susurró Sasuke haciéndola girar sin dejar de escribir, él tenía su sharingan activado a la par que escribía.

Estaba haciendo trampa, justo como ella.

—El fin de esto es que nos copiemos sin ser descubiertos.-Terminó por decir, haciendo que todo encajara en la cabeza de la pelirroja.

—Lo sé.-Ella en realidad no lo sabía, pero no le iba a dar la dicha de tratarla de tonta, no después que todo se había congelado entre ellos dos.

—Que bueno, así podremos enfrentarnos en algún momento.-Fue lo último que salió de los labios del más alto antes de seguir escribiendo en la hoja del examen.

Asintió rápidamente, sin hablarle, no quería que la atención de los vigilantes se pusiera en ella, pero estaba algo descolocada con lo que Sasuke le había dicho. No pensaba que todo esto le hubiera afectado tanto a su autoestima.

Suspiró una vez más, intentando quitarse de la cabeza todo pensamiento sobre su equipo regular, en ese momento solo importaban Kiba y Hinata, ellos eran su equipo ahora, ellos eran quienes le habían depositado toda su confianza y por ellos debía aprobar.

Lanzó un carraspeo débil, pero audible para alguien como el can de su grupo, indicándole con esa señal a Kiba que ya tenía las respuestas necesarias. El Inuzuka, quién estaba unos asientos detrás de la pelirroja estornudó, devolviendo la señal.

Una sonrisa jugó en sus labios al recibir la señal que Akamaru estaba viendo las respuestas que ella había escrito. Esa había sido la única preocupación del equipo ocho, que Kiba no pudiera tener las respuestas, ya que Hinata y Saki tenían ojos que las ayudarían, pero Kiba necesitaba ayuda del pequeño can que le silbaba todas las respuestas.

Realmente eran un gran equipo.