Saki estaba harta de la presencia de Kankuro.
No lo soportaba, mucho menos soportaba sus burlas por su altura o su edad. Admitía que era mucho más pequeña que las chicas de su generación, pero aún siendo tan bajita y pequeña había derrotado al estúpido marionetista en su propio juego.
Estaba apunto de gritarle que se callara, que estaban en una misión seria donde no solo peligraba su propia vida, si no también la de sus compañeros, que debía tomarse en serio todo esto en vez de burlarse por su metro cuarenta de altura.
Pero justo cuando estaba apunto de lanzar a Kankuro del árbol donde estaban, uno de sus cuervos llegó a su lado. Había invocado a la pequeña ave para que buscara los miembros del equipo y al parecer había encontrado a alguien.
—¡Mi cuervo ha encontrado a alguien!.-Exclamó la pelirroja llamando rápidamente la atención de los tres hermanos.
—Kankuro y tú irán, Temari y yo nos adelantaremos.-Sentenció el menor de los tres hermanos, Saki estuvo apunto de negarse, no quería tener al idiota de Kankuro revoloteando a su alrededor, pero para ese entonces Gaara ya había desaparecido junto con su hermana mayor.
Se mordió el labio para no bufar e intentó pensar por las razones que estaba haciendo esto, así no se centraría tanto en el mal rato que pasaba junto al marionetista.
Al tranquilizarse simplemente comenzó a saltar de árbol en árbol, siguiendo a uno de sus amados cuervos que servían como rastreadores perfectos, no por nada eran los favoritos de su padre, aparte de Riko, por supuesto.
—Estamos por llegar.-Le avisó al chico que tenía a su lado, escuchó una pequeña afirmación por parte del mayor, agradeciendo internamente que siguiese con sus estúpidas bromas.
El cuervo graznó con fuerza, indicando que justo debajo de ellos estaba la persona que buscaban. El animalito recibió una caricia de su ama antes de desaparecer en una bola de humo. Compartió unas cuantas señales con el marionetista y no tardaron en bajar de los árboles.
La situación que estaban viendo era algo preocupante. Un extraño hombre con la chaqueta de Kiba estaba amenazandolo con un kunai y al parecer el castaño no podía moverse mucho. Eso generó una enorme angustia en la pelirroja.
Justo en el instante que ese hombre estaba apunto de asesinar al castaño fue Kankuro quién reaccionó primero, colocando a una de sus marionetas frente al cuerpo del Inuzuka. Un suspiro de alivio brotó de los labios de la Uzumaki y rápidamente fue corriendo hasta el cuerpo de su mejor amigo.
No le importó lastimarse, cayó junto a él de manera torpe y precipitada. Tomó el rostro de su mejor amigo entre sus manos y comenzó a inspeccionar si realmente estaba bien o debía actuar de otra manera.
—Maldita seas, Saki esperaba que mi nariz estuviese atrofiada, ¿Por qué estás aquí?.-Preguntó el mayor de ambos, Saki no lo escuchó y siguió buscando heridas en su cuerpo, hasta que llegó a su estómago y pudo ver el hueco que un kunai había generado.
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Sky eyes; Neji Hyūga. [1]
FanfictionEsa chica de brillante mirada cielo podía conquistar a cualquiera con sólo un pestañeo, y Neji Hyuga no era una excepción, ese chico de mirada aperlada era un genio, sin dudar, pero no lo suficiente como para saber como enamorarla y a Saki Uchiha Uz...