30.

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Saki no supo cuanto tiempo estuvo ahí dentro con Neji

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Saki no supo cuanto tiempo estuvo ahí dentro con Neji. No habían hablado del asunto del beso, pero se entretuvieron conversando sobre su entrenamiento, aunque la pelirroja no podía dejar de pensar ni un solo segundo en lo que había ocurrido entre ambos.

No sabía como reaccionar exactamente ante los sentimientos implícitos del Hyuga. Ella no era tonta, sabía muy bien que significaba un beso, pero no lograba comprender sus propios sentimientos, por esa razón no quería hablar sobre aquello.

—¡Sakiboba!¡¿Donde estás?!.-Gritó una voz desde el pasillo que se encontraba después de la puerta. La pelirroja sonrió de oreja a oreja al escuchar la voz de quién se había convertido en su mejor amigo.

—¡Pulgoso, aquí estoy!.-Contestó ansiosa, sentía como si Kiba la hubiera salvado de hablar sobre el beso y cosas que ni ella misma comprendía del todo.

El castaño abrió la puerta de rápido movimiento, encontrándose con la imagen de su amiga sentada en una camilla junto al castaño que había causado el estado casi mortal de su compañera. Casi sonrió por la ternura que le generaban los pies de la pelirroja que no llegaban al suelo, pero el pequeño Akamaru lanzó un gruñido de advertencia siendo calmado por los gentiles dedos de su dueño.

El perrito parecía odiar con todo su corazón al de ojos perla y Kiba no lograba comprenderlo del todo, si, a él no le agradaba mucho precisamente, es más, podía decir que le generaba rechazo, pero Akamaru solo podía gruñir en su presencia.

—Hey, tonta, me habías preocupado, no te había visto entre los chicos y pensé que te había ocurrido algo, ya empezó el encuentro entre Sasuke y el pelirrojo de Sunagakure, pensé que querrías verlo, es tu primo después de todo, ¿No?.-Preguntó el Inuzuka acercándose al par.

Un silencio tenso se apoderó del lugar cuando las miradas del Inuzuka y el Hyuga se encontraron, el ego de ambos chicos era tan gigantesco que ocupaba toda la habitación, intentando disputar quién se quedaría con la compañía de la Uzumaki que parecía en su propio mundo.

—Si, vamos, Neji necesita descansar un poco más, Naruto le dió una paliza como a ti.-Terminó por decir la pequeña burlándose de su amigo que no tardó en bufar, divertido.

—¡Oh, vamos, lo subestime!.-Se defendió el más alto de ambos amigos extendiendole una de sus manos a Saki, que no tardó en aceptarla y bajar de la camilla de un saltito que provocó una calidez inexplicable en los corazones de los chicos presentes.

—Al parecer los Uzumaki siempre logran ponerlos en aprietos.-Soltó la de ojos azules con una enorme sonrisa.

Y vaya que era verdad, ninguno podría negarlo aunque quisieran.

Ambos compañeros salieron de la habitación casi a la par y la más bajita no olvidó cerrar bien la puerta para que el Hyuga descanse bien. Lanzó un pequeño suspiro cuando comenzaron a caminar hacia la arena de batalla.

Sky eyes; Neji Hyūga. [1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora