21.

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Hinata significaba mucho para Saki.

No era un secreto para nadie que ambas kunoichis eran las mejores amigas, pero Saki en especial parecía tener una debilidad por la sonrisa de la heredera Hyuga. Habían crecido juntas, codo a codo gracias a la cercanía de sus padres, pero no sólo eso.

No eran simples amigas que llegaron a serlo gracias a la amistad de sus padres. No, ambas se complementaban perfectamente. Mientras que Saki era impulsiva y extrovertida, Hinata era más rescatada y bastante calmada algo que logró que su relación avanzará desde que se conocieron.

Hinata podía haber crecido odiando a Saki, después de todo la pelirroja era la protegida de su padre, era quién después de perder a progenitor se metió a la fuerza en su hogar y logró demostrar ser mejor ninja que ella. Pero la de cabellos oscuros no podía odiar, tenía un corazón demasiado puro para hacerlo.

Ambas se amaban con todo el corazón.

Por eso Saki no entendía como Hinata no la escuchaba cuando le decía una y otra vez que no debía luchar con Neji. No es que no confiara en la menor, el problema era que no confiaba en su primo, estaba segura que algo malo saldría de ese enfrentamiento.

—Hinata...-Murmuró mordisqueando su labio, estaba muy nerviosa, quizá más de lo que había vivido cuando ella misma fue la que tuvo que luchar.

—Confía en mí, Saki.-Fue lo último que le dijo Hinata, quizá había sido un murmullo suave, pero la pelirroja la había entendido muy bien al leer sus labios, y eso la llenó de ansiedad.

No podía escuchar muy bien después del ataque del ninja del sonido, pero podía visualizar que Neji le estaba hablando a Hinata. También sabía que esas palabras eran bastante crueles, después de todo el genio Hyuga era perfecto en lastimar con palabras y lo podía visualizar por la mirada horrorizada en el rostro de su querida amiga.

—¡Hinata, no escuches al pequeño, no dejes que te diga lo que él quiera!¡Confío en ti!.-Gritó con toda la fuerza que pudo, esas simples palabras removieron todos los sentimientos de la Hyuga menor que le devolvió una pequeña sonrisa.

Aquélla postura y actitud miedosa cambiaron al instante gracias a las palabras que le dedicó su mejor amiga. Al instante adoptó la postura de ataque tan distintiva de su clan y comenzó a atacar a su primo con todo lo que tenía.

Neji no se quedó atrás y la verdadera batalla entre los Hyuga comenzó.

Saki tenía miedo, no podía negarlo, tenía miedo al ver los intercambios de golpes que se barajaban entre los primos Hyuga. Ella sabía muy bien las habilidades de ambos, había luchado con Hinata desde que comenzó a entrenarse para los exámenes y Neji había sido su mentor un tiempo.

Solo había derrotado a Neji cinco veces. Cinco veces de las tres semanas que duró su entrenamiento. Él era un hueso duro de roer y tenía la pequeña corazonada que había sido un poco indulgente con ella.

Mientras tanto Hinata no la derrotó ni una vez. No importaba las veces que se enfrentarán, nunca logró superarla, si, últimamente terminaba mucho más cansada en sus pequeñas batallas informales, pero la heredera siempre perdía.

Si bien entendía que Hinata había avanzado mucho, después de todo nunca vió esa mirada llena de ferocidad, no podía dejar de pensar en que todo iba a salir mal. Solo rogaba, mientras veía como un golpe de Hinata casi rozó a Neji, que su mejor amiga terminara de la mejor manera posible.

Un pequeño grito ahogado se escapó de sus labios cuando vió que los golpes del mayor de los primos habían bloqueado los puntos de chacra de la más joven.

—Si no lo frenan la va a matar.-Exclamó intentando que Hinata no la escuchara.

Pero su Sensei hizo oídos sordos y negó ante los ruegos que su alumna temporal le hacía. Y tal como ella dijo, fue muy tarde cuando todos vieron como Neji le asestó un golpe en la zona que estaba muy cerca del corazón.

—¡Hinata!.

La nombrada volvió a levantarse, tambaleante y con sangre brotando de su boca, pero volvió a levantarse y le murmuró unas palabras a su primo que Saki no llegó a escuchar, pero pareció que le habían dado profundo al genio, puesto que se enfureció tanto que estaba dispuesto a matarla.

Pero justo en ese momento sus pedidos habían sido cumplidos y tres Jounin intervinieron en la pelea. Aunque aquello no fue suficiente, puesto que su amada amiga se desplomó en el suelo poco después.

En ese momento no le importó haber salido de la enfermería hace solo unos minutos. En ese instante lo único que importaba era Hinata y por esa razón bajó a la arena de un salto cundo la vió colapsar. Se sintió algo mareada por hacer eso, pero no le importó cuando fue corriendo hasta el cuerpo de Hinata.

—Hina... Hina... Hina...

No podía dejar de murmurar su nombre, desesperada, mientras se desplomaba a su lado. Le quitó el cabello de la frente y como pudo limpió el delicado hilo de sangre que bajaba por la comisura de sus labios.

—Saki...

—Shhh, pequeña, acá estoy.-Murmuró cuando vió que quería hablarle, le dió una pequeña sonrisa, más para animarla que por sentirla, después de todo estaba muy angustiada y preocupada.

—Saki... ¿Te hice sentir orgullosa?.-Fue lo último que salió de sus labios antes de caer inconsciente después de tanto daño.

—Por supuesto que si, mi niña, estoy muy orgullosa de ti.-Le contestó, aún si sabía que ella no la estaba escuchando.

—Saki, salte de en medio, necesito revisarla.-Le pidió Kurenai, a lo que ella simplemente pudo asentir un poco, pero se sentía con el corazón tan pesado que dolía.

Se levantó del suelo y subió la mirada, encontrándose a unos cuantos metros a quién ella consideraba un amigo cercano. Neji la miraba algo enojado, como decepcionado por toda la atención que estaba recibiendo su prima.

—¿Sigues teniendo preferencia por la rama principal?.-Escupió Neji con desdén y esas simples palabras provocaron el quiebre en la Uzumaki.

—¡Eres un desquiciado!¡Un simple idiota con complejo de inferioridad!.-Su voz salía bastante inestable, algo que nunca había pasado, o bueno, que sólo había ocurrido cuando se enteró de la verdad tras la muerte de su madre.

Pero Neji nunca había visto ese fuego en la mirada de Saki.

—¡Casi la matas!¡La atacaste para matarla!¡Casi me quitas a mi niña!.-Señaló mientras se acercaba al mayor, sus ojos estaban a nada de desbordarse, pero no se permitiría llorar, no frente a Neji.

—Ella tenía que estar a la altura.

Intentó tranquilizarse, ella jura que lo intentó, pero se le estaba haciendo muy difícil por la actitud del Hyuga. Suspiró y se acercó aún más al más alto, sin dejar de mirarlo a los ojos.

—No vuelvas a hablarme, no vuelvas a mirarme, si es posible no pienses nunca en mi, nunca más, desde ahora eres mi enemigo.

No dijo nada más, tampoco fue necesario, solo siguió a los doctores que se llevaban a su mejor amiga. Ya para ese momento no le importaban los exámenes, Neji, o su equipo, todos se podían ir al diablo si querían.

Y ahí supo que Hinata siempre sería su prioridad.

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Quería hacer una pequeña aclaración antes de seguir. Primero, como ven estoy siguiendo Naruto casi al pie de la letra y me disculpo si se les hace tedioso. Y segundo, Hinata NO está enamorada de Naruto en este universo, lo admira un poco, pero nada más.

Sky eyes; Neji Hyūga. [1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora