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*Narra Ticiano*

Eran las 7:10 de la mañana cuando desperte.
Me levante y fui directamente a ducharme mientras escucho The Weeknd -I feel It coming.
Termino de bañarme y salgo con una bata. Busco unos jeans negro; rotos en la rodilla, una remera azul y mi Nike negras.
Cuando me dirijo a la habitación de mi tío para ver si ya estaba en casa, veo como las cortinas de la ventana dejan pasar el sol y tambien la vista de mi vecino al cual quedo observando por unos instantes. Estaba sin remera y parecía que recién se levantaba. Parecía que ese momento pasaba en camara lenta. Y miraba detalladamente su cuerpo. Su abdomen no estaba tan tonificado, pero se notaba que era rígida. En cuanto a su espalda, era ancha y daban ganas de tocarla.
En un momento se da cuenta que lo estoy observando y corre sus cortinas. Y por alguna extraña razón hizo que me sonrojara.
Bajo rapidamente a hacerme el desayuno y me encuentro con mi tío.

- Pensé que todavía no habías llegado -le digo y tomo un sorbo de jugo de maranja recién exprimido.

- Casi que no vuelvo -me dice -Mucho trabajo.

- Entiendo -le contesto -Tengo que irme que llegaré tarde. Nos vemos a la noche.

- Okey, nos vemos.

Me quedé 2 minutos delante de la puerta, viendo por una de las ventanitas que tenía a los costados para ver si salía Aaron. Pero no hizo falta porque escuche un portazo de su casa. Salí y me hice el distraído.
Al parecer se puso nervioso al verme por lo que aceleró su caminar, pero mala suerte para él. Había quedado a la misma distancia en la que yo iba.

- Hey -le digo -¿Como estás?

- ¿Me hablas a mí? -preguntó con un tono irónico

- El único Aaron que conozco, es al que esta a mi lado -le digo, haciendole entender que si, hablaba de él y con él. Mientras lo miro veo como se sonroja y me río apenas

- ¿De qué te ríes? -lo escucho preguntar y paso mi brazo por su hombro y en su cara se nota cuan confundido está, al igual que yo por lo que acabo de hacer, pero no saque mi brazo. Me sentía cómodo. -¿Qué haces? -pregunta por el acto reciente.

- ¿Te molesta? -pregunto.

- No es eso. Sino que..

- Sino que ayer te trataba mal y ahora es como si los dos fueramos amigos -le digo contestando su oración. Y él asiente.

Estabamos a una cuadra del colegio a lo que saque mi brazo de su hombro y me dirigí al grupito de Ian.

- ¿Qué hacías con el marica? -pregunta -¿No me digas que se volvieron novios? -dice burlon, haciendo que todos se rieran.

- ¿Qué dices? Solo lo venía molestando -mentí

Toca el timbre y todos nos dirigimos a nuestros respectivos cursos. Cuando quiero entrar al que me había tocado, veo a la directora

- Dosso, ¿puede venir un momento? -la escucho decir, a lo que asiento a su pregunta y me acerco hacia ella

- ¿Si? -pregunto

- Lamento lo sucedido, me temo que nos hemos equivocado de división. Usted pertenece a la división A, ya que es la orientacion con menos estudiante. Lo acompaño por acá -dice mientra me guía hacia la otra división. -Nuevo estudiante, profesor Falcone - dice -Dosso, por favor, pase - la escucho decir y paso. Y cuando miro a mi izquierda lo veo a él riendo con una morocha, de ojos verdes.

-Bienvenido, Dosso. Yo soy profesor de Matemáticas -dijo presentándose - Puede pasar y sentarse en el banco que está al lado de Arzaute -cuando el profesor pronuncio ese apellido, Aaron se da vuelta y me ve. No tardó nada en ponerse nervioso y tornarse de un color rojo vivo. Lo miro y me dirijo al lugar donde me indicó en profesor.

Faltaban 5 minutos para que el timbre tocara e irnos. Fue bastante aburrida la mañana, tuvimos materias que la verdad son un asco. De todos modos no tiene caso quejarme ya que lo que menos hacía era prestar atención porque tenía a mi lado a Aaron, con esos rulos castaños, esos ojos celestes y ese tono de piel de verano, que de a poco se le iba. A veces lo veía de reojo, pero más fueron las veces que me quede fijamente mirandolo; como si en esa habitación de cuatro paredes estuvieramos él y yo. Tenía ganas de probar esos labios tan definidos, que me agarrara en sus brazos y me abrazara.
Si algún día entiendo que me pasa con este chico, en serio dejo de molestar y reírme de los demás.

*****

Cuando iba caminando a casa veo una sombra detrás de mí. A lo que por instinto me saco de inmediato los auriculares y miro hacia atrás, era él; Aaron. Lo quedo mirando fijo, sin poder sacar mi mirada de la suya. De pronto siento como los dos nos íbamos acercando de a poco. Nuestros cuerpos se tensaban de los nervios, pero se sentía esa electricidad recorrer cada rincón de nuestra piel cuando sentímos contacto directo con la mano del otro. Siento cada vez más cerca su respiración de la mía. Mientras me agarra el cuello con ambas manos para poder acercarse más, yo lo agarro de la cintura para poder apegarme más a él, aún así ya estuvieramos lo suficientemente cerca el uno del otro. Sentí el sutil roce de su nariz. Sus labios y mis labios quisieron desarmarse en un profundo beso, lo que impidió que pasara porque sentía que pronunciaban repetidas veces mi nombre. Cuando desperté veo a mi tío en frente mio

- Al fin -dice mirando al techo en forma de alivio, si se quiere. - Nunca vi que durmieras tan profundo -dice.

- ¿Qué pasó? ¿Por qué tantos gritos? -le pregunto confundido

- Era para avisarte que esta noche no volveré de nuevo. Sigo con una pila de trabajo. Arriba de la mesa te dejo dinero para que te compres algo. De todos modos, si quieres, puedes hacerte algo. Hice las compras esta tarde y hay comida de sobra. Pero por si las dudas te dejo algo de dinero.

-Está bien -le contesto y me levanto de la cama dirigiéndome hacia mi placard a sacar unos jeans.

-Nos vemos Tano -dice mi tío

-Chau -le grito desde el baño mientras me sacaba la ropa para ducharme.

Cuando salgo, me visto y me pongo un poco de perfume que encontre encima del estante donde se encuentran las fotos de mis padres.
A todo esto, no sabía por qué me había vestido de tal manera ya que no iba a salir a ningún lado. Hasta que recordé el sueño que tuve mientras dormía. ¿Y si quizás si quiero probar esos labios?
ALGUIEN AYUDA, POR FAVOR. ME ESTOY VOLVIENDO LOCO.

DEL ODIO AL AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora