*Narra Ticiano*
Ya pasó una semana, por lo que significa que se acabaron las vacaciones.
Cuando iba saliendo de mi casa, sale Aaron de la suya y nos vamos juntos camino al colegio. Las cosas con él estaban mejor de lo que pensaba. Parecíamos novios, pero obvio no lo eramos porque le dije que lo mantuvieramos en secreto por un tiempo. No por verguenza a él, sino más bien por mí, por mi inestabilidad y mi inseguridad que comenzó a aparecer después de mirarlo con otros ojos a él.
Camino al colegio nos encontramos con Amanda, nos saludo con un beso en la mejilla y seguimos hasta llegar a la entrada. El timbre todavía no había tocado, así que nos quedamos sentados un rato en la banca que estaba debajo de un árbol.
- ¿Que tal sus vacaciones? -preguntó la chica de ojos verdes
Con Aaron nos miramos -Yo estuve en casa -dijo él
-Yo igual, la primer semana fui a visitar a mis abuelos. Ya después volví y eso. ¿Tú?
- Estuve conociendo a alguien
- ¿QUE QUÉ? -preguntó exaltado Aaron
- Prometo contarte todo -dijo mientras reía
Tocó el timbre para entrar y nos dirigimos a nuestro salón cuando escucho murmurar algo al pasar por al lado del grupito de Ian
- ¿Que dijiste? -pregunté mientras fruncí el seño
- Marica y machito. No es buena combinación para una dama -dijo mientras sonreía
- ¿Quién crees que eres para insultar a la gente?
- Un marica seguro que no -no lo dejé ni reírse que mi puño ya estaba en su rostro, no me importaba tener que romper todos los huesos de su cara, si eso hacía que dejara de molestar de una vez por todas, lo haría
- ¡YA BASTA! -escuché el grito de un profesor - ¿Qué es todo esto? A dirección, ambos -decía mientras nos agarraba a cada uno un brazo. -Directora, acá están los dos alumnos que se estaban matando a golpes
- Puede retirarse. Muchas gracias -dijo la directora y se sentó. - ¿Quién va a empezar a explicarme que acaba de suceder y por qué optaron por la opción de desfigurarse la cara?
- Me empezó a insultar diciendo que era un marica -dije para evitar que Ian hable
- ¿Por qué lo hizo? -le preguntó la directora a Ian
- Simple; por gay -dijo mientras sonreía
- ¿Y eso te molesta? -le pregunté furioso
- Digamos que sí.
- No voy a tolerar este tipo de comportamiento en esta escuela. Ni los golpes ni la homofobia -nos dijo seria -Los dos tienen sanción disciplinaria. Y no quiero que se vuelva a repetir. Pueden retirarse -la escuche decir mientras se ponía a firmar unos papeles que tenía sobre su escritorio.
Cuando salimos de dirección, vi que me estaba esperando Aaron y Amanda
- ¿Que pasó?
- Sanción disciplinaria
- Quiero agarrarlo y matarlo
- No te preocupes. Sabía que esto iba a pasar, pero en unos días vuelvo. Por ser la primera sanción creo que son tres días
- Claro. Aca está tu mochila -dijo él y me la entregó rozando sus manos con las mías, a lo que se me escapó una sonrisa tonta
- Bueno me voy, adiós
- Adiós -dijeron los dos al unísono
*****
Cuando llegué a casa, como de costumbre, no había nadie. Subí a mi habitación e hice lo de siempre. Me tiré en la cama a mirar el techo mientras escuchaba música a todo volúmen. Cuando estaba cerrando los ojos, se me ocurrió una idea. Me puse a buscar hojas de color y recortarlas en cuadrados medianos. Y empecé a escribir en cada cuadrado por qué razón quería a Aaron. Sabía que todo esto era mucho, aun que él se merecía todo lo más hermoso del mundo, pero en las vacaciones pasábamos todos los días juntos y creo que los sentimientos cada vez crecían de una manera muy inmensa.
Ya iba por la mitad de los cuadrados que había recortado, cuando escucho gritos de la casa de Aaron. Salí a toda prisa de casa y fui a la suya, la puerta estaba abierta así que entré. Los gritos venían de la cocina. Me acerque sigilosamente para que, quién fuera que estuviera en la casa haciendole algo a la madre de Aaron, no me escuchara. Cuando llego, asomo mi cabeza por la puerta y vi que Dana estaba tirada en el piso con sangre en su rostro. También vi a un hombre todo desarreglado, pelo mas o menos largo rizado y bastante alto.
La mamá de Aaron me vio y me dijo, moviendo sus labios, que llamara a la policía a lo que asentí y comencé a marcar el número cuando escucho un grito, me doy vuelta con la intención de ir a ver que pasaba y tenía al hombre delante de mí. Me agarra del cuello y me lleva a la cocina con Dana que aún se encontraba tirada en el piso. Intenté ayudarla para que se levantara, pero al parecer su tobillo se había salido de lugar.
Cuando el abusador se da vuelta para atender su llamada, veo mi celular que estaba llamando a la policía todavía. Acerco mi celular a mi oído y digo en voz baja la calle y dirección, corto y guardo mi celular tan rápido como puedo. Agarré la mano de Dana y la miré a los ojos. Los tenía hinchados, rojos y aún tenía lagrimas en ellos. Le sonreí en forma de que todo iba a estar bien cuando empezamos a escuchar la sirena de la policía. Ella comenzó a llorar nuevamente y me abrazóAmbos vimos como la policia entraba y decía que pusiera las manos arriba.
- Gracias -la escuche decirme con sinceridad. Y nos volvimos a abrazar - ¿Me harías un favor? -preguntó -¿Podrías llamar a Aaron y decirle que verga? -asentí y empece a marcar el numero cuando escuché que alguien gritaba
- ¡MAMÁ! -dijo él con los ojos llenos de lágrimas corriendo a abrazarla -¿Que hacía en casa ese tipo? -lo escuché gritar con desprecio
- No lo sé. Cuando fui a abrir la puerta él entró sin haberlo invitado a pasar
Vimos entrar a un enfermero con un maletín en su mano para limpiarle la cara y ver como estaba su tobillo. Cuando vio al mismo, se levantó y le pidió ayuda a uno de sus compañeros que venía detrás de él para llevarla a la ambulancia.
- En estos momentos agradezco que te hayan sancionado -me dijo él mientras me abrazaba como si yo fuera su única contención, y quizás así lo era en estos momentos -Gracias por haber estado aquí con mamá
- No hay nada que agradecer -lo abrace aún más fuerte para que sepa que haría lo que sea por él. Y que no pensaba dejarlo
- Te quiero -me dijo mientras se separaba de mí y me miraba a los ojos. A lo que yo quede algo sorprendido
- Yo tambien -le contesté aún sorprendido. Volvió a abrazarme, le correspondí el abrazos y comencé a acariciar su espalda en forma de que todo iba a estar bien. Y pose un beso en su mejilla
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DEL ODIO AL AMOR.
RomanceDos chicos sumamente de polos opuestos, se enamoran. ¿Tendrá futuro? ¿Pueden llegar a ser lo que tanto desean? ¿O es solo un pasa tiempo de uno de los dos? ¿Se puede pasar del odio al amor?