*Narra Aaron*
Escuché que abrían la puerta lo que hizo que me despertara, era mamá.
- ¿Que haces durmiendo? ¿No habías ido al colegio?
- Lo que pasa es que salimos temprano y nos sentíamos muy cansados, así que aprovechamos para dormir
- Hola, señora -dijo Tano, tratando de abrir sus ojos con dificultad.
- Hola, ¿como estás?
- Bien, cuidando a su hijo
- ¿Cuidando?
- No es nada mamá -dije para no preocuparla
- Pero toda la mañana estuviste con nauseas y no creo que haya sido una simple torta Aaron -dijo él
- Si, pero está todo bien. Ya me siento mejor
- ¿Seguro que estás bien? -dijo mamá y apenas terminó de preguntar volví a correr al baño por las horrible nauseas. En serio, ¿tan mal iba a hacerme una torta?
- Hijo, ¿estás bien?
- Si, no... no -y de un momento a otro estaba en ¿un hospital?
- Vomitó más de dos veces en el transcurso de la mañana y además tiene como unas úlceras detrás del cuello. No sé que puede ser, Dani -escuchaba a mi mamá decirselo a su amiga quizás.
- Tranquila, Dana. Le vamos a hacer algunos estudios y todo se va a solucionar.
- Mamá, ¿qué pasó? -pregunté confundido
- Al salir del baño te desmayaste, así que te traje al hospital para que te hagan algunos estudios.
- Pero son solo vómitos, mamá. No es para tanto.
- Si es para tanto. No es normal que te salgan úlceras y que lo acompañe nauseas o vómitos. Déjate hacer esas evaluaciones y después nos iremos a casa, ¿si? -asentí y entraba una enfermera a sacarme una muestra de sangre
- Que hijo mas guapo tienes Dana -dijo la rubía de ojos verdes y yo solo le sonreí. -Bueno, ahora quiero ver tu lengua -la saqué y notó que tenía como si fueran ampollas - ¿Te duele en esa zona si aprieto? -decía mientras apretaba mi abdomen y yo soltaba uno que otro quejido porque en serio dolía. - ¿Te has sentido cansado ultimamente? -asenti. - Bueno, voy a llevar esto al laboratorio y Dana, ¿puedo hablar contigo unos minutos?
- Claro -dijo mamá y salieron fuera de la habitación en la que estaba
- Va a estar todo bien, hermoso -escucho decir al pelirubio mientras me agarra la mano y con la otra que le queda libre me acariciaba la mejilla. - Tengo que decirte algo y necesito que hasta que no termine de hablar, no hables, ¿si?
- Está bien -dije
- Bueno. Sé que hace poco que nos conocemos pero en ese poco tiempo me enseñaste muchas cosas, aprendí muchas cosas de ti. Y sé que gracias a ti estoy siendo mejor persona, así sea con los demás o conmigo mismo. En este poquito tiempo que estás conmigo me siento otro, siento que estoy creciendo como nunca nadie me hizo crecer. Y sé, con exactitud, que te quiero como nunca quise a nadie. Que te quiero para mí, para un futuro. Te quiero para que estés conmigo de la mejor manera. Para hacerte feliz y devolverte toda esa alegría que me das cada vez que te veo sonreír o reír. Me gustas. Tú, tu personalidad, el corazón enorme que tienes. Desde tus perfecciones hasta tus defectos. Sos hermoso y me siento hermoso por estar con alguien tan grande y lleno de luz como tú. Me siento hermoso en cuanto a sentimientos, al tema de sentir cosas. Sé que más de una ocasión hice sentirte la peor persona del mundo y te lastime con mis idas y vueltas. Te confundía, pero quiero remediar eso porque me estás enseñando a quererte y a quererme a mí mismo, a aceptarme por quién soy. No me importa lo que los demás digan, mientras tenga al chico más hermoso del mundo.
Quizás este no sea el mejor momento y tampoco como planee hacerlo, pero es que no aguanto más. Y no quiero perder la oportunidad -dejo de hablar por unos segundos, se seco sus manos ya que estaban todas sudadas por los nervios - Quería preguntarte si ¿quieres ser mi novio y hacerme el chico más feliz del mundo? -dijo al mismo tiempo que una sonrisa que se asomó en su rostro para que quede en evidencia la felicidad que tenía al preguntarmelo, pero algo tímida.
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DEL ODIO AL AMOR.
RomanceDos chicos sumamente de polos opuestos, se enamoran. ¿Tendrá futuro? ¿Pueden llegar a ser lo que tanto desean? ¿O es solo un pasa tiempo de uno de los dos? ¿Se puede pasar del odio al amor?