DEL ODIO AL AMOR.

#20

*Narra Ticiano*

Ya pasó dos años y medio de lo sucedido con Aaron.
Los primeros meses que me fui me costó adaptarme al extranjero. Aún me sigue costando sacarme de la cabeza las palabras torturadoras de Aaron y de mi tío. Sé que pasó mucho, pero para mí es como si las cosas que dijeron las dijeron hace dos días. Todavía estan latente y fuertes, tanto como aquel día. Mucho más las palabras de Aaron, sé que tengo que olvidar o quizas superar todo aquellos. Pero me es imposible ya que fue la primer persona a la que logré amar y tenerla de prioridad cuando antes de conocerlo a él mi prioridad era yo mismo y después el resto.
Después de cinco meses de estar en Londres, entre en una severa depresión seguido de un desorden alimeticio. Aún no me recupero, pero esta bastante "controlado", si así se puede decir. Era infeliz. Soy, actualmente, infeliz. Aun que estaba estudiando lo que me gustaba, no tenía todo lo que quería. Siendo así hice mi vida en este lugar.
Luego de haber casi muerto de depresión, conocí a una chica llamada Pilar. Era hermosa, no podía negarlo; rubia, ojos celestes y llena de pecas, con una sonrisa radiante. Se convirtió en mi novia, llevamos 6 o 7 meses creo. Sé que es estúpido estar con una chica ya que me gustaban los hombres, me gustan todavía supongo. Pero quería olvidar a Aaron; suena horrible lo que estoy diciendo, lo sé. Pero un corazón roto hace cualquier cosa.
Y hablando de novia, en este momento nos encontrábamos en su casa, cenando con su familia ya que era su cumpleaños.

Al terminar la cena, le entregue el regalo que le había echo. Eran dos boletos, uno para ella y uno para mí. Quería conocer la ciudad en donde vivía antes de haberme ido a vivir a Londres. Así que lo compré y no era tanto para ella, sino más bien para mí. La estaba usando de escusa y aun que me hiciera sentir la peor persona, me hacía bien saber que después de casi tres años volvía al mismo lugar que conocí a Aaron.
Aaron, ese nombre me torturaba cada vez que mis ojos se cerraban. No había un día que no recordara su sonrisa o ese sonido estridente de su risa. Y sus ojos, por favor. ¿Por qué me pasaba todo lo malo a mí? La vida me odiaba, literalmente. Hiciera los intentos que hiciera para olvidarlo, sabía que no iba a poder ser. Él iba a estar tan latente en mí como sus palabras en mi cabeza. Así pasaran mil años el amor que llegué a tenerle un día, nunca va a morir. Y eso dolía, quemaba y me rompía cada vez que recordaba algo de él o algo nuestro.

- ¿En que piensas tanto, cariño? -dijo ella con una sonrisa delicada sacandome de mis pensamientos

- No es nada -fingi una sonrisa

- ¿Seguro? Si quieres, vamos a dar una vuelta o volvemos a tu casa.

- Estoy bien, no te preocupes.

En parte me sentía mal de estar con ella, de vivir un engaño tan grande que sabía que a cualquier persona podría lastimar, pero necesitaba volver a ver al único amor que tuve en toda mi vida. Y ya que tenía novia y supuestamente era heterosexual, se la presentaría a mi tío personalmente. Él la conocía pero vía Skype. Ya sé que está mal usar a la gente, mil veces me replantee decirle la verdad y terminar de una buena vez con esto. Pero no podía desaprovechar esta oportunidad.

Ya era las dos a.m, así que saludé a los familiares de Pilar para poder irme a casa.

- Okey, vamos amor -dijo ella

- Creo que es mejor que te quedes con ellos -hizo una cara de desentendimiento -Lo digo porque tus primas vinieron desde lejos y quizás quieran pasar tiempo contigo.

- ¿Estás seguro de que te encuentras bien? En toda la noche te vi algo distraído y con el rostro apagado.

- Si, sólo que me duele un poco la cabeza. No he estado durmiendo bien

- ¿Has cambiado las pastillas que te dio la psiquiatra? -enarque mis ceja en forma de enojo. Odiaba hablar sobre los terapeutas y ella lo sabía, sin embargo no le importaba mucho.

- No quiero hablar de ellos. Me voy, hasta luego. -me fui sin saludarla y sin mirarla. Se me hacía muy fácil enojarme con ella. Y sabía perfectamente la razón; yo no la quería.

Al salir de su casa me dirigí al auto, subí y me puse en marcha. En la radio estaban pasando Coldplay - Fix You

"And the tears come streaming down you face

When you lose something you can't replace

When you love someone, but it goes to waste"

De la nada senti mis ojos arder al igual que mis mejillas cada vez que una nueva lágrima caía. Sentí como seguía rompiéndome, si es que eso fuera posible, después de tanto.
Lo extrañaba cada día que pasaba más que el anterior. Y me mataba pensar en que podía seguir con aquel chico con el cual, supuestamente, me había engañado.

Al llegar al edificio en el que vivía, dude en entrar, pero me sentía muy cansado y no quería cometer ninguna tontería. Así que decidí entrar y dormir, no quería seguir tan mal y dolido.
Generalmente pensaba casi nada en él, no sé por qué justamente hoy no hubo un solo segundo que saliera de mi cabeza.

Entré al departamento, me tire en la cama y no tardé en quedarme dormido.