#12

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*Narra Ticiano*

Sentía los rayos de sol que entraban por la ventana. Como los brazos de Aaron me arropaban. Como su respiración chocaba con mi cuello. Y como su cabeza subía y bajaba en mi pecho al mismo tiempo que yo inhalaba y exhalaba.
A veces me costaba admitirlo, pero que feliz era estando a su lado, teniendo su compañía y su cariño que era todo lo que en algún momento; muy en el fondo de mí, desee. Lo quiero como nunca antes logré querer a alguien. Me hace feliz y sé que me está cambiando para bien, porque desde que estamos juntos veo las cosas de otra manera y es hermoso aprender de él. Es hermoso saber que de lo más mínimo de mis logros él va a estar orgulloso y feliz por mí.

Le doy un beso en su frente lo que hace que se despierte.

- Buen día rulitos -dije y vi su enorme sonrisa

- Buen día, ¿hace mucho estas despierto?

- Lo suficiente como para ver tu cara de bebé cuando duermes -dije y terminó sonrojado - Eres hermoso

- Tú eres hermoso; con esos ojos más celeste que un cielo en verano; con esa sonrisa tan brillante como una estrella y esos hoyuelos mas profundos como los 'te quiero' que puedo llegar a decirte a diario. -dijo y no pude evitar sonreír como un tonto. No podía creer tener a semejante persona a mí lado.

- Como ya dije, eres hermoso y no solo por fuera sino que por dentro. Tienes tanto que mostrarle al mundo de ti.

- Me encanta que seas así

- ¿Así cómo? -pregunté

- Así; que vayas por la vida haciendo de chico malo y por dentro seas la persona con más amor en el mundo. Tan lleno de sentimientos.

- Eres la única persona que puede sacar todo lo que guardo en mi interior.

- Te quiero desde el primer beso

- Te quiero desde el primer golpe -dije y me dio un beso en la mejilla

-Voy a bañarme. Y después bajamos a desayunar algo

- Voy haciendo el desayuno entonces -le hice saber y asintió

Baje y vi que Dana estaba en unos de los sillones, con una taza mirando algun programa de televisión.

- Buen día

- Buen día, ¿cómo durmieron?

- Muy bien -le hice saber mientras le sonreí - Voy a hacer el desayuno

- Lo hago yo, no te preocupes -dijo mientras se levantaba de su lugar

- Está bien, quiero hacerlo yo. Algo especial para Aaron -dije avergonzado

- Okey -decía con una sonrisa amplia en su boca

Entre a la cocina y empecé a abrir todas las puertas y cajones que había para poder hacer un desayuno decente y lindo.
Hice un café, exprimí una naranja y en un vaso aparte coloqué uvas, cerezas, durazno cortado en trozos y frutilla como si fuera una ensalada. Y aparte dos tostadas con queso y mermelada.
Lo puse todo en una bandeja y lo subí a la habitación. Él no había salido del baño así que aproveche para sacar de mi mochila dos bombones de chocolate en forma de corazon, uno negro y otra blanco con relleno de dulce de leche y los coloqué en la bandeja al lado del vaso con frutas.
Cuando salió quedo sorprendido al igual que yo. Él por el desayuno y yo por su cuerpo tan espléndido. Quería besarlo, besarlo hasta que mis labios se hincharan y queden rojos. Su tono de piel, su abdomen, su rostro, su pelo. De verdad era hermoso, no sabía si pararme, dirigirme hacia él y deborarlo o quedarme donde estaba, estupefacto con mi mirada puesta en todo su cuerpo, viendo cada detalle que lo formaban de una forma mágica.

DEL ODIO AL AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora