DEL ODIO AL AMOR.

#22

*Narra Aaron*

- Hijo, ¿qué pasó? -decía mamá mientras revisaba algunas partes de mi cuerpo para ver si me habían pasado algo - Aaron; por favor, contestame

- Lo vi, mamá -dije mirandola directo a los ojos y la abrazaba de inmediato. Su cara se congeló al igual que mi corazón al ver cuán feliz se veía al lado de aquella chica.
No había echo falta decir a quién especificamente había visto porque sabía de quién se trataba.
Aun que yo estuviera con Lucas los sentimientos que tenía hacia Ticiano, nunca se fueron del todo. Por más que tratara de reprimirlo, sabía que aún estaban ahí. Quizás no tan intenso como lo era hace años, pero persistían en ese lugar como si fuera un tesoro bajo llave.

*****

Pasaron varias semanas desde que lo vi con aquella chica. Cada día sentía que me moría aún más rápido que el día anterior. 

Cada día que pasaba me sentía más cansado, comía mucho menos de lo que solía comer. En cualquier momento sería un esqueleto. Todo se desmoronaba a mi alrededor; mi relación con Lucas ya no era la misma. Amanda, mamá, Amber. Nada era igual, mi mundo se rompía como si fuese una copa de cristal .

- ¿Por qué lo hiciste? -decía una voz familiar - ¿Tantos te amo no te sirvió que te fuiste con el primero que se te cruzó?

- ¿Ticiano?

- Por suerte encontré a alguien que vale más que tú y cualquier otra persona. Ella me ama como tú no supiste hacerlo -vi como un cuerpo iba apareciendo al mismo tiempo que se acercaba hacia mí.

- Pero yo te amo, y lo que hice fue para que pudieras ser feliz en el extranjero -dije con lagrimas en los ojos

- Te importó una mierda si lo que dijiste podía llegar a afectarme

- ¡LO SIENTO! -grité - ¡¡LO SIENTO!!

- Ahora soy feliz con ella -decía -con ella... ella -escuchaba el eco

- Aaron, levantate -sentía que me movían - ¡Aaron! abrí los ojos y tenía a mamá encima de mí

- ¿Qué pasa?

- ¿Que qué pasa? Los medicamentos, es la una p.m, cariño.

- ¿MEDIO DÍA? Dios, mamá. ¿Por qué no me despertaste antes?

- Son tus medicamentos, tu responsabilidad. -al intentar levantarme sentí un fuerte dolor en la parte de mi rodilla izquierda, tanto que me hizo gritar de dolor. - ¿Que paso?

- N-nada, es solo un tirón -dije al mismo tiempo que intentaba pararme nuevamente e ir a tomar las pastillas. 

- ¿Un tirón? Mira cuan hinchado está tu rodilla Ari, vamos al hospital

- Mama, no es nada. Seguro me golpee anoche al levantarme.

Rengueando llegué y me sostuve de la bacha . Me miré al espejo y en mi cabeza estaban esas dolorosas y ardientes palabras "Ahora soy feliz con ella". Las lágrimas comenzaron a caer sin darme cuenta. Sentía que el pecho me quemaba, los labios me temblaban al igual que las manos y las piernas. 

Olvide lo de la rodilla, pise con fuerza al estirarme para alcanzar el botiquín donde tenía todos los remedios y sentí como mi pierna se zafaba haciendo que mi cuerpo se desplome cual bolsa de papa sobre el rígido y frío piso de una manera brusca haciéndome perder el conocimiento ya que mi cabeza pegó con fuerza al caerse.

Al abrir los ojos vi que me encontraba en una ambulancia.

-¡¡AAAAAAA!!- grite al despertarme del dolor que tenía, era insoportable; quemaba y dolía como si me estuvieran arrancando la pierna.