DEL ODIO AL AMOR.

#8

Y me salve de que se siguiera acercando a mí al escuchar sonar el timbre, en realidad quería que siguiera caminando hasta donde yo estaba y sentirlo cerca como la primera vez. A pesar de que me haya golpeado unas cuantas veces por lo ocurrido, me seguía gustando y quería volver a sentir sus labios, quería que nuestras respiraciones se unieran y fueran una sola. Deseaba tanto tocarlo, sentir el roce de su piel con la mía.
Salí de mis pensamientos y me dirigí hacia la puerta. Era mamá que se había olvidado las llaves

- Hola -dijo mamá a Ticiano - ¿No me lo presentas Ari?

- Ah sí. Ticiano, Dana. Dana, Ticiano

- Un gusto Ticiano

- Lo mismo digo señora

- Nada de señora, por favor que me haces sentir mas vieja -le dijo mientras se reía

- De acuerdo

- Me parece haberte visto, ¿de dónde puede ser?

- Vivo al lado

- Oh, claro. Ari, ¿por qué nunca lo invitaste a casa?

- En este preciso momento, si no me equivoco, está en casa -dije esbozando una mueca

- Tranquilo, bebé. No es para que te alteres

- No me digas así, ¡por favor! -y vi de reojo como Ticiano se reía en silencio y mamá le lanzó una sorisa

- Ya tengo las llaves, así que me voy. Suerte. Te quiero bebé -rode los ojos

Cuando mamá cierra la puerta me llega un mensaje de Amanda;

Mensaje de amanda

"No voy a poder ir, pasó algo y se me hace imposible pasar aun que sea un rato. Perdón. Si quieren pueden ir adelantando. Nos vemos mañana, Ari. Luego hablamos. Perdon, de nuevo."

-Genial -dije en mis adentros

-Bueno, parece que Amanda no vie.. -cuando me estaba dando vuelta para mirarlo, vi que no estaba. Me dirigí a la cocina y tenía un vaso de agua en su mano

- Me entró un poco de sed

- Podías haberme dicho y te servía.

- ¿Vas a seguir enojado toda tu vida conmigo?

- ¿Toda mi vida? No, demasiada importancia te tendría que dar.

- Asi que te importo

- No dije eso

- Lo insinuaste -dijo y se empezo a acercar de nuevo.

¿saben? A veces, siempre, no logro descifrar qué quiere, por qué hace lo que hace y qué pretende hacer. Me confunde

- Mejor empecemos con el trabajo -le dije algo nervioso mientras lo apartaba de mí y me dirigía en busca de mi mochila. Pero me agarró del brazo tirándome hacia él

- ¿Por que huyes de mí?

- ¿Y por qué no?

- ¿Y por qué sí?

- No contestes con otra pregunta -le dije

- Empezaste primero

- Bien, te la contesto. Te acercas como si quisieras besarme. Y no voy a dejar que pase para que después me vuelvas a pegar por haber echo lo que hiciste sintiendo culpa y descargandote conmigo como si yo fuera una bolsa de boxeo.

- ¿Y si prometo nunca más levantarte la mano?

- Me alejaría igual de ti - dije y pego su frente a la mía. Sentí como recorría una electricidad por mi cuerpo. Sentía como mi cuerpo quería que me rodeara en sus brazos y sentir sus labios una vez más.

- Que lindo eres cuando te pones nervioso y se te ruborizan las mejillas -dijo, lo cuál hizo que me ponga más colorado -Tengo ganas de besarte y tenerte para mí. ¿Qué me hiciste? Yo era normal antes de conocerte

- Claro -dije mientras largue una risita - Eres la típica persona que cree que ser homosexual es ser anormal. ¿Qué le ves de malo que dos personas de su mismo sexo se amen? Es lo mismo que ver una mujer y un hombre. No seas tan patético y abre esa cabeza tan diminuta.

- Claramente no es lo mismo. Una mujer no es lo mismo que un hombre y viceversa

- No tiene nada que ver que sean o no iguales en cuanto a genero. A lo que me refiero es qu.. -hice una pausa y me di cuenta que no importaba - ¿Sabes qué? Puedes pensar lo que quieras. No tengo ganas de discutir con alguien tan cerrado y repugnante como vos. ¿Hacemos el trabajo o no? Porque me estás haciendo perder el tiempo cuando podría estar haciendo otras cosas mejores antes de discutir contigo -le dije un poco enojado

- Mejor me voy a casa y lo hacemos otro día. Nos vemos -lo vi irse con la cabeza gacha. Quizás se arrepintió de haber dicho lo que dijo. O quizás sabe dar lástima. En realidad, después de esto, me di cuenta que no lo vale. Mientras más lejos lo tenga, mejor

Subí a mi habitación a escuchar un poco de musica para despejarme. Me tiré a la cama y seleccione cualquier tema del reproductor. Comenzó a sonar "Runaway de AURORA". Mientras miraba el techo azul con unas estrellas doradas esparcidas por todos lados, comencé a cerrar los ojos.
De un momento a otro estaba en cuarto grado de primaria, las clases recién comenzaba y no conocía a nadie. El día estaba nublado y de seguro estaba por empezar a llover. Estaba con mamá y papá, cuando se acerca un chico; un año más grande que yo quizás, y me saluda. Yo no sabía quién era pero para no ser mal educado lo salude también. De repente volví a estar en la playa, justo en el momento que conocí a aquel niño que me golpeo con su barrilete. Y en el sueño todo encajaba. El que me había saludado en la escuela era el mismo de la playa, pero en ese recuerdo de estar en la escuela, ese día seguía sin saber quién era. Esta vez, lo gris de sus ojos ya no estaban. Ahora habitaba un color verde avellana y su pelo lo tenía un poco más arriba de sus hombros. Y estaba más alto.
Después aparecí en mitad de año chocandome con el mismo chico.

- Pe..perdon -dije

- Parece que siempre vamos a hablar gracias a algún golpe -dijo y sonreí - Me llamo Tano, y ¿tú? -preguntó y sonó el timbre así que me dirigí a mi salón que estaba en la otra punta del pasillo por lo que tuve que irme corriendo para no entrar tarde.

Y desperté, a las 2 a.m. ¿Tanto había dormido? Y seguía sin entender por qué soñaba recuerdos. Y ¿ por qué soñaba solamente con ese tal Tano?