Is It Love? Ryan Carter (Finalizada)

Confrontación

Terminó la llamada. Inhalo y exhalo con pesadez. Pensaba que vendría el jueves, pero él ya está aquí y espera por mi.
Tengo la sensación de vomitar, y no es un vomito normal sino uno verbal, uno de esos en los que quieres decir todo pero no sabes como comenzar.

Inhalo y exhalo fuertemente. Tomo un poco de agua. Me maquillo, no quiero lucir mal, quiero hacerle saber que ahora estoy mejor.
Me reviso el cabello y acomodo mi vestido.
Tomo mi celular para llamar a Mark, quiero decirle que la hora ha llegado.
Los tonos pasan y pasan y él no contesta, creo que está muy ocupado. Decido dejarle un mensaje de voz para que lo escuche pronto.

•Yo: Mark. Si escuchas esto, quiero decirte que posiblemente esté despedida o tal vez no. Ryan ha llegado antes de lo previsto, pero al fin y al cabo eran rumores. Hoy voy a decirle todo lo que debí haber dicho antes. Deséame suerte-.

Un poco nostálgica cuelgo el teléfono.
Inhalo y exhalo una vez más. Camino y abro la puerta. Trato de caminar con paso firme y seguro aunque lo único que quiero es terminar con esto. El dolor de cabeza regresa a mí, pero decido ignorarle, no puedo dejarme caer en esta situación. Siento un terrible nudo en la garganta así como en mi estomago al saber que estoy cada vez más cerca de su oficina y mis piernas tiemblan cada vez más. Siento muy raro mi cuerpo y ya ni siquiera se si es por esto o por otras cosas.

Siento como mi corazón se acelera al ver lo cerca que estoy de la puerta, mis manos comienzan a sudar y a temblar. Me siento mal, siento como mi cabeza me da vueltas pero continúo.
Me detengo y trato de recuperarme, no quiero mostrarme débil. Instaló y exhalo para sentirme mejor. Toco, y escucho que me piden entrar. Tomo la parrilla de la puerta un poco atolondrada y la abro lentamente. Veo que está ahí, leyendo unas hojas. Me adentro y camino hacia él, cada vez más insegura. Para buena suerte, aún no ha posado su mirada en mi y es bueno, porque de lo contrario tal vez mis piernas me hubieran hecho caer.

Camina hasta el, siento tantas emociones a la vez que no se cómo describirlas.
Me detengo frente a él, mientras aprieto firmemente mi bloc de notas. Le observo y sube la mirada.
•Ryan: Tome asiento por favor.-dice con voz indiferente, regresando su mirada a las hojas-.

Obedezco y me siento frente a él, cruzando las piernas.
Suspiro fuertemente. Acicala su garganta y mueve las hojas. Se acomoda en su asiento y revisa su teléfono para luego dejarlo y poner las manos sobre el escritorio
•Ryan: ¿Cómo ha estado Señorita?.-frunce el ceño, pero su mirada es demasiado seria como su rostro y voz-.
•Yo: Muy bien señor y usted?.-respondo de la misma manera-.
•Ryan: Excelente!-.
•Yo: Me alegro!.-le miro-.
•Ryan: ¿Podría decirme que ha pasado durante mi ausencia?.-parece interesado-.
•Yo; Bueno, se han renovado varios contratos con accionistas españoles e increíblemente checos. Además que la bolsa aumentó un poco pero todo normal-.

•Ryan: Me alegra saber eso. Y qué tal el trabajo?-.
•Yo: Bien; un poco ocupado al estar traduciendo dossiers pero es parte del trabajo.
•Ryan: Me alegro. Ahora se que la empresa queda en buenas manos-.

Le sonrío por este "cumplido" aunque no me sorprendo mucho.
•Yo: Y qué tal en Africa?,¿todo bien?.-trató de parecer interesada-.
•Ryan: ¡Excelente!. Todos recibieron atención médica gratuita, ropa nueva, útiles escolares y más cosas para el uso personal de las personas. Es increíble saber que puedo cambiar la vida de otros.-digo orgulloso-.
•Yo; Así es y mucho!.-sonrió-.

No decimos nada, solo nos vemos y analizamos. Observamos cada detalle de lo que hace el otro. No hay necesidad de hablar cuando las miradas dicen todo, ellas son las que hablan.
Me siento cada vez más tensa y aún no hemos llegado a la parte en donde le digo que renuncio a ser su asistente, en donde le digo todas sus verdad les pero ya no resisto el decirle y si no lo hago ya, explotaré.