Marcela García es una joven de 26 años de origen Mexicano, la cual decide trasladarse a la ciudad de París, para cumplir un sueño y una meta que siempre ha tenido, estudiar en una prestigiosa escuela de diseño de modas.
La vida le pondrá...
Yuju! Mi primera semana de trabajo termina. Hoy, me levante con más ánimos que nunca. Tomo la ducha y me pongo el outfit del día, un bonito vestido blanco. Ya que hoy es cumpleaños de Bartolomeo e iremos a festejar, cuando salga del trabajo. Ya que gracias al cielo, varios del grupo encontraron trabajo!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dejo mi caballo suelto, sosteniéndola con una diadema. Me maquillo un poco, pongo rímel, labial y perfume. Lista para irme a clases. ******** La clase termino temprano, a las 12, debido a que varios estudiantes se harán presentes en la Fashion Week organizada por la casa de modas Chanel, y muchos maestros están enfocados en ellos. ******** Me dirijo a Carter Corporation, con calma, ya que tengo prisa. Llego al edificio y me dirijo con Lisa. •Lisa: Señorita, tendré que retenerla!, usted está violando la ley de la moda usando tenis con ese magnífico vestido-finge indignación, causándome risa.
Le explicó el motivo del porque vengo así hoy. Me dice que luzco bien, le correspondo ese cumplido. Me arreglo un poco y me ayuda. Me pongo labial y perfume. Me despido de ella con un fuerte abrazo.
Camino hacia el ascensor vacío, me adentro y presionó el botón. Trato de sacar mi teléfono cuando las puertas que se estaban cerrando se abren.
Y de verdad? Dios, que he echo para merecer esto? ...
Es Ryan, quien se ve tan apuesto con su traje. Nos miramos y entra. Sigue mirándome, pero prefiero bajar mi vista. •Ryan: Buenas Tardes, Señorita García, que gusto verla-. Siento que lo dice con dificultad. •Yo: Buenas tardes Señor. El gusto es mío- lo miró y digo fríamente, bajando nuevamente mi mirada. Escucho cómo se acicala la garganta. •Ryan: Yo... yo quería disculparme si la ofendí la otra vez. Había tenido un mal día. Estaba furioso cuando me encontré con usted y... se detiene. Lo miro con detalle y me trasladó a sus ojos, esos bellos ojos que me gustaron desde la primera vez que los vi... -que carajos acabo de decir?-. •Yo: Mire señor, con todo respeto que se merece, yo a usted no le conozco, y usted no me conoce a mi. No se cuales fueron sus motivos y no me interesa saberlo, pero-. Pienso antes de decir algo una tontería- si le hice algo malo o le falte el respeto alguna vez, dígame.- notó como me mira, parece que quiere hablar, pero hablo con rapidez-Y si tuvo problemas antes no es asunto mío. Lo que no me gusto es la manera en que me habló y lo peor, esa horrible manera de verme.- suspiro pesadamente. Rayos! Dije algo que no debí decir. •Ryan: No, no señorita.Usted nunca se ha portado mal conmigo, al contrario fui yo. Espero pueda disculparme. De verdad lo siento, perdóname. Me porté mal, y cómo todo un hombre lo acepto, perdóname-.Veo como su mirada intensa pasa a ser vulnerable. •Yo: pensé que nos llevábamos bien. Creí que el café era símbolo de amistad. •Ryan: y nos llevamos bien-. Me dice mientras me mira con detalle.
Se acerca a mi, más y más. Siento su delicioso olor masculino, mezclado con su crema de afeitar y su loción carísima. Siento que pierdo todas las fuerzas y mis piernas se doblaban. Me toma entre sus brazo. Mi cara se apoya contra su pecho. Sus músculos se tensan y su latidos aumentan. Siento de cerca y con detalle este delicioso aroma que me encanta. Cierro los ojos por un minuto y respiro profundamente para sentir esto. Siento su aliento en mi cabello. Es como si se hubiera detenido él tiempo. Nada importa, sólo él y yo...
