Is It Love? Ryan Carter (Finalizada)

!La mejor propuesta!

Han pasado siete meses desde que Ryan y yo estamos mejor, desde que resolvimos ciertas cosas. Tuvimos un problema pero supimos salir adelántate, decidiendo no pelear más y tenernos mucha confianza. Como regalo de aniversario, Ryan me dio las claves a todas sus cuentas de banco, y al decir todas son todas. E incluso la contraseña de su teléfono, computadora y una que otra red social. Yo me sentí un poco avergonzada porque me bastaba con saber que nos diríamos todo pero Ryan deseaba que volviera a confiar en él.
Le agradecí por la absoluta confianza sin defraudarle. El hecho de que me haya dado acceso a sus cosas, no significaba que iba a estar como una loca maniaca registrando hasta encontrar algo. Confío y confiaré en él, porque me ha demostrado que ha cambiado.

Al día siguiente de haberme dado el anillo de promesa, decidió hacer oficial nuestra relación. Para Ryan era importante porque significaba que ya nadie iba a estar inventando rumores cada vez que se le viera con una mujer y que eso nos provocará alguna "discusión". Aunque claro, las malas lenguas dirían que me estaría engañando, sin embargo, desde aquel día me ha prometido que yo sería la única en su vida...

Recuerdo que aquel lunes reunió a la prensa pero no les había dicho para que, incluso yo no sabía lo que iba a hacer. Aprovechó la re inauguración de un museo para hacer oficial nuestro noviazgo. La presa se volvió loca, nadie podía creerlo, nadie sabía cómo es que pasamos desapercibidos por tanto tiempo y sin ser descubiertos. Muchos estaban felices porqué al fin había sentando cabeza, al fin el hombre más controversial comenzaba a creer en el amor, aunque otros se sentían enojados por saber que el hombre más deseado y rico se había "comprometido" de cierta manera y no con la mujer correcta.

Por supuesto las revistas no dudaron en investigarme, en encontrar información acerca de mi. Las buenas noticias abundaban así como las malas. Mientras las buenas me alababan y me amaban por haber sido yo quien conquistó al Niño de Oro Parisino, mientras las malas me destrozaban con sus palabras, diciendo si le había dado algo para que se "enamorara" de mi. Diciendo que no era mujer para él. En pocos palabras creían que le había embrujado, pero solo Dios sabe que no, y nunca haría eso.

Las buenas noticias hablaban sobre quién era y qué hacía, de dónde venía y qué había estudiado, entre otras cosas. Sacando bonitos títulos como "El romance del siglo", "Una historia cliché llevada a la vida real", "El jefe y la secretaria", "Amor a la mexicana" entre otros bonitos títulos. Nadie podía creer cómo es que una simple mujer, que no pertenecía al mundo de Ryan, le había conquistado. Las preguntas que todo mundo le hacían era "¿Por qué yo?, ¿Qué tenía yo a diferencia de otras mujeres" o ¿Cómo sucedió?".

La cereza del plato y que fue tendencia o furor, fue que un fotógrafo muy atento fotografió mi mano izquierda, sacando como noticia "¿La boda del siglo?", "El Niño de Oro se casa" y una infinidad de títulos. Las preguntas se habían cambiado para ser ¿Cuándo se cansan?, ¿Dónde? y muchas otras. Fue extraño porque ambos estábamos bajo la mira de los paparazzi y repentinamente muchas marcas se habían interesado en mi. Muchas de ellas ofreciéndome sus servicios para el vestido y el traje del novio.
Pero por supuesto, ambos negamos eso, diciendo que solo había sido un pequeño regalo sin significado alguno y que el único concepto que representaba era el de quererme y respetarme.

En cambio las malas noticias no hablaban más que puras mierdas de mi. Hablando de mi supuesto interés en el dinero de Ryan, su apellido, en crearme fama o de no amarle verdaderamente. Diciendo que soy una cualquiera, "una aprovechada arribista", interesada en el dinero y cuentas bancarios de mi "marido" y muchas más cosas de ese tipo. Sus títulos eran exagerados como "No es más que un cuento de hadas" o "¿Amor o dinero". Inventaban cosas, difamándome de una manera cruel y sin escrúpulos. Por supuesto Ryan no se quedó con los brazos cruzados y les demandó por difamación.