Marcela García es una joven de 26 años de origen Mexicano, la cual decide trasladarse a la ciudad de París, para cumplir un sueño y una meta que siempre ha tenido, estudiar en una prestigiosa escuela de diseño de modas.
La vida le pondrá...
Han pasado varios meses, estoy a tres semanas de reventar. Ya cada vez falta poco para tener a mis pequeños en brazos.
Varios meses en los que al fin nadie se ha entrometido entre nosotros ni nada nos ha alejado. Pese a los chismes y rumores creados, nos hemos mantenido unidos, muy estables. Ya no queremos volver a cometer los mismos errores del pasado. Hemos decidido ser todo aquello soñado y prometido meses atrás, en especial ahora al ser cuatro en la familia. Que tendríamos una versión pequeña de nosotros.
En este tiempo han pasado muchas cosas buena como por ejemplo, saber el sexo de los bebes. No podíamos creer que tendríamos el par. Ryan decidió acompañarme a consulta y al saber el sexo, casi se desmaya. Casi. Estaba muy emocionado por ello, más que yo. Incluso decoró y terminó el cuarto acorde al color de cada bebe. Por supuesto el gran arquitecto detrás de la idea fue Jake. Sin su ayuda Ryan no hubiese podido plasmar su idea. Si bien es muy bueno en los negocios y todo lo relacionado a números pero un poco ingenuo cuando se habla de amor o familia.
Ryan no podía dejar de sonreírme al verme y admirar mi enorme panza. Fue difícil ocultar nuestro amor y el fruto ello. La prensa se volvió loca al saber que estaba embarazada aunque claro muchos nos preguntaban por la boda, cosa pospuesta luego de que nacieran los bebes. Pues nuestra mayor prioridad son ellos.
Había aparecido en varias portadas meses a atrás pero mi favorita era una que no esperaba. La madre de Ryan había asumido sus disculpas aunque tristemente nada cambia el hecho de sus acciones en el pasado. Nos había pedido hacernos una sesión de embarazo. Por supuesto aceptamos aunque al final Ryan no quizo participar prefiriéndome como el centro de atención. Obviamente así fue, ella habló tantas maravillas de mi, haciéndome ser la portada de la revista que ella dirigía por dos meses consecutivos. Por supuesto eso no cambiaba el hecho del daño ocasionado por mucho que se haya disculpado.
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Esta era la foto que más miradas acaparó, con mis bellos casi seis meses de embarazo. La foto que Ryan tiene en su celular y tableta electrónica.
Había estado disfrutando tanto esta bella etapa, por supuesto no era lo que había pensado, imaginado o me habían contado. El cansancio excesivo, las náuseas matutinas, la acidez que sufría, él no acomodarme para dormir como quería entre otras cosas lo hacía pesado. Lo hacía muy espantoso pero más allá de ello todo era fabuloso.
No podía caminar mucho, ni hacer esfuerzos porque mi embarazo es de alto riesgo y más por el peso extra que cargaba. Creándome terribles dolores de espalda. Fue difícil no hacer nada y solo estar durmiendo o viendo series cuando también me gusta divertirme. Por supuesto salía pero no era muy cómodo ir siempre en silla de ruedas. Ryan estaba tan emocionando, haciéndome fotos de cada semana que pasaba, recordando como me veía. Mark tampoco dejaba de visitarme, lo hacía cada que podía. Para ambos lo más bello de todo era sentir como los bebes se movían, era magnífico ver sus sonrisas llenas de alegría.
