Marcela García es una joven de 26 años de origen Mexicano, la cual decide trasladarse a la ciudad de París, para cumplir un sueño y una meta que siempre ha tenido, estudiar en una prestigiosa escuela de diseño de modas.
La vida le pondrá...
Me levanto desorientada, percatándome que estoy en un lugar que no es mi departamento pero que de inmediato reconozco. Estuve un par de veces aquí, aunque la última vez fue de manera decepcionante. Este cuarto no es mío, sino suyo.
Miro la enorme cama, imaginándome cuan solo debe sentirse dormir aquí, sin "nadie a su lado". ¿Pero quién puede asegurarme que no ha traído a otras desde aquella vez?. Me levanto para contemplar la magnífica vista que posee su habitación. A veces me he preguntado qué es lo primero que piensa o hace al ver este magnífico panorama de la ciudad. Cuál será su primer pensamiento al despegar y al dormí. Estoy por salir cuando veo una nota. "Olvide su dirección y no tuve alternativa. Hay un poco de ropa que espero sea de su talla y agrado. Puede calentar la sopa que dejé. Jake"
Ahora recuerdo bien porque estoy aquí, seguro me dormí cuando puse mi cabeza sobre el pecho de Ryan. Puede que la calma de saber que todo va bien me hiciera bajar la guardia y dormir más tranquila.
Caliento la sopa que está ahí, desayunando tranquila antes de ir a tomar una ducha. ******************* Me visto con la ropa qué hay en la bolsa, llegándome a fascina el color y lo bien que me queda.
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Me arreglo abundantemente, sintiéndome más animada que los días anteriores.
Llego al hospital y afortunadamente Jake ha trazado una ruta en la cual pueda acceder sin ser vista por los periodistas. •Yo: Gracias por lo de ayer Jake, lamentó que hayas tenido que cargarme.-digo apenada-. •Jake: Descuide señorita. Es demasiado ligera.-sonríe-. •Yo: Gracias por la ropa y la sopa. ¿Cuánto te debo?.-saco mi cartera -. •Jake: No es nada. Descuide, la casa invita.-me guiña el ojo.-Debo dejarle y no se olvide de decirme lo qué pase-.
Me despido de él calurosamente. Estoy por llegar al pasillo de la habitación de Ryan, cuando me cruzo con una mujer muy bella a la cual reconozco rápido. Es la madre de Ryan, aunque me sorprende que apenas se haya presentado. Puedo ver su maquillaje corrido, posiblemente ha llorado demasiado, y cómo no, debe ser difícil ver a su propio hijo en dicha situación. Su dolor de madre debe ser inmenso. Pese al maquillaje corrido y la edad, aún sigue muy bien. Me encantaría lucir como ella dentro de algunos años, sin la necesidad de botox o algo.
No le dirijo la palabra pues camina rápido, dirigiéndome una breve mirada. Llego a la puerta donde toco suavemente antes de asomarme, dándome cuenta que se encuentra muy bien acompañado de una mujer de cabellera roja. Ambos voltean a verme, sonriéndome. Les pido disculpa por interrumpirles, dejando en claro que regresaré en otro momento. Sin embargo Ryan insiste en que entre a saludar. Un poco apenada lo hago, saludando amablemente a la mujer a quien obviamente reconozco como su media hermana, Jennifer Moore. •Ryan: Me alegra verte.-sonríe-. •Yo: Lo mismo digo. Aunque hubiera preferido esperar mi turno.-digo modestamente-. •Ryan: ¡Tranquila!, ella sabe quien eres y que has hecho por mí en estos últimos días. Así que no es ningún problema. Déjame presentarlas oficialmente. Marcela ella es Jennifer mi adora hermana; Jenny ella es Marcela García, una persona muy especial para mí-.
